Refrescando el Verano del Peru

Domingo de Ramos con Maria 2018

Domingo de Ramos con Maria 2018
Domingo de palmas con Maria 2018

viernes, 9 de julio de 2010

150 años de Gigantes y Cabezudos en San Fermín

Gigantes ocho
Cabezudos cinco
Kilikis seis
NAVARRA
150 años de Gigantes y Cabezudos en San Fermín

Más de veinte figuras fabricadas en cartón piedra que hipnotizan con sus bailes a padres e hijos en las fiestas

GORKA MORENO / PAMPLONA
Día 10/07/2010 - 01.44h
COMENTARIOS
Querida por mayores y niños, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos se ha convertido a lo largo de los años en uno de los símbolos más representativos de las fiestas de San Fermín. De ahí que este año, en su 150 aniversario, se le haya concedido a su presidente, Jesús María Ganuza, el privilegio de lanzar el Chupinazo como representante del grupo.
Las cuatro parejas de gigantes forman una corte de reyes que danza siempre bajo la atenta escolta de los cabezudos, los zaldikos y los kilikis, que representan a las autoridades locales. En total son más de veinte figuras fabricadas en cartón piedra que hipnotizan con sus bailes a padres e hijos en las mañanas de San Fermín.
Cuentan que la Comparsa de Gigantes y Cabezudos ha estado presente en las celebraciones importantes de Pamplona desde el siglo XVI. En el XVIII se perdió esta tradición que se recuperó un siglo más tarde gracias a los seis gigantes que se conservaban en la Catedral de Pamplona.
Gran parte de las esculturas de cartón piedra que actualmente encarnan a la Comparsa se crearon hace ciento cincuenta años. Exactamente en 1860, cuando el Ayuntamiento de la capital navarra encargó a Tadeo Amorena la construcción de cuatro parejas de gigantes: un rey y una reina por cada uno de los continentes -América, África, Europa y Asia-. En aquella época aún no había noticias de Oceanía.
Los portadores de los reyes cargan sobre los hombros las figuras, de entre 59 y 64 kilogramos de peso, mientras las bailan. Resulta curioso descubrir cómo estos enormes personajes, que alzados llegan a medir 4,20 metros de altura, se mueven con tanta soltura y elegancia. Los gigantes parece que cobren vida al son de la música de los Gaiteros de Pamplona-Iruñeko Gaiteroa. Los niños más pequeños suelen regalarles sus chupetes, que portan en sus enormes manos durante toda la mañana.
Los primeros en aparecer son los cabezudos, mozos disfrazados que portan grandes cabezas en representación de las autoridades locales. Con semblante serio y andares solemnes, se les conoce como Alcalde, Concejal, Abuela y la pareja de japoneses (Japonés y Japonesa). Se dedican a dar la mano a todos los niños que se lo pidan y fueron creados por el pamplonés Félix Flores en 1890.
Por su parte, los kilikis se diferencian de los cabezudos porque llevan una verga con la que pegan a quienes se les acercan con tono desafiante. Todos portan sombreros de tres picos y con sus caras malhumoradas atemorizan a los chicos, a los que persiguen dando golpes a diestro y siniestro. Los niños les suelen gritar "¡Kilikiki! iKilikiki! iCon el palo, no; con la verga, sí!". Responden a los nombres de Verrugas, Coletas, Napoleón, Patata, Caravinagre y Barbas.
Los zaldikos, que en euskera significa caballos, simulan jinetes montados en sus cabalgaduras y, que armados con sus vergas, corretean junto a los chavales que encuentran en su camino.
La Comparsa sale todas las mañanas de los Sanfermines desde la estación de Autobuses en torno a las 9.30 horas, excepto el día 6 de julio, que comienza su recorrido a las cuatro y media de la tarde. Pasean por las calles del Casco Antiguo y del Ensanche con un itinerario distinto cada día. El día 14 de julio se celebra su último baile en la estación de Autobuses, en un momento muy emotivo que los pamploneses conocen como la Despedida de los Gigantes.
Las figuras
Rey Europeo (Josemiguelerico)
Fue construido en 1860, justo con motivo del nacimiento de la Comparsa. Al ser el primero en salir a bailar, se le considera el jefe de grupo. Su rostro es el más serio de todos y pesa cerca de 60 kilogramos.
Reina Europea (Josepamunda)
Junto con su pareja, es la más conocida de los gigantes. Pesa algo menos que el Rey Europeo -56 kilogramos- y es bailada por el presidente de la Comparsa, Jesús María Ganuza, encargado de lanzar el Chupinazo este año.
Rey Asiático (Sidi abd el Mohame)
El Rey Asiático es el que lleva las indumentarias más humildes de la Comparsa. No porta capa y su rostro parece algo más triste que el resto, aunque goza de una gran popularidad. Al igual que el Rey Europeo, fue creado hace 150 años y alcanza los 62 kilogramos.
Reina Asiática (Esther Arata)
Es la más pesada de las reinas -63 kilogramos- y también fue construida en 1860. A lo largo de los años, se ha extendido la creencia de que es la más difícil de bailar, ya que el esenciero que porta en la mano ha provocado más de un disgusto.
Rey Americano (Toko-Toko)
Característico por su color negro, el Rey Americano tiene la fama de ser el más travieso y revoltoso de los gigantes, ya que suele aprovechar el vuelo que tienen sus ropas para dibujar círculos y piruetas imposibles. Pesa unos 63,5 kilogramos.
Reina Americana (Braulia)
Su atuendo y rostro son similares a los de su esposo. Quienes han tenido el placer de bailarla aseguran que es la más tierna de las figuras. Siempre va acompañada por txistularis y su peso asciende a 59,4 kilogramos.
Rey Africano (Selim-pia Elcalzao)
Se trata de un rey muy especial. Para la Comparsa, es una de las figuras más apreciadas y el único de los reyes que esboza una sonrisa. Con un peso de 62,4 kilos, dicen que se le puede entrever el interior de la boca.
Reina Africana (Larancha-la)
Su baile es uno de los que más aclamación genera. Gracias a sus blancas y holgadas vestimentas, verla bailar es un auténtico espectáculo y se le conoce como la más saltarina de las reinas. Pesa 57,4 kilos.
Kilikili berrugas
Especialmente querido dentro de la Comparsa, cuentan que es uno de los kilikis que más suele usar la verga y la esponja contra los pequeños. Construido en 1941, pesa un total de 13 kilos.
Kilikili coletas
Su portador tiene fama de bromista y de ser el más guasón del grupo. Pesa 11 kilos y se diseñó hace 150 años.
Kilikili Napoleón
Dicen de él que es el kiliki que con mayor frecuencia golpea a quienes se le acercan, ya sean mayores o pequeños. Construido en 1912, pesa 12 kilos.
Kilikili patata
Quienes lo conocen en profundidad aseguran que es uno de los kilikis más irónicos y socarrones. Diseñado en 1912, le gusta mezclarse entre la multitud y se ha ganado el aprecio de padres y niños. Su peso es de 12 kilogramos.
Kilikili caravinagre
Sin duda alguna, el más famoso de todos -incluso es el protagonista de un libro recientemente editado-. Y a pesar de su feo rostro, es el que más atención despierta. Construido en 1944, pesa también 12 kilos.
Kilikili barbas
Construido en 1860, es el único kiliki con la destreza necesaria para subirse a las bicicletas. Con sus 10 kilos, es el más ligero de su grupo y tiene una predilección especial por los ciclistas que se atreven a desafiarle, a los que no duda en golpear son su verga.
Cabezudo alcalde
El favorito de la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina. Marca la ruta de la Comparsa y camina presidiendo la comitiva. Todos le tienen un especial respeto por su cargo. Creado en 1890, pesa 14 kilos.
Cabezudo concejal
Siempre detrás de Alcalde, ostenta el curioso récord de ser el más fotografiado de toda la Comparsa. Sus coloridas ropas y sus enormes ojos suelen despertar el interés del público. Al igual que Alcalde y el resto de cabezudos, fue construido en 1890 y pesa 14 kilos.
Cabezudo abuela
En la Comparsa comentan que es el cabezudo menos conocido de todos, aunque nadie sabe explicar el porqué. Se caracteriza por su larga falda roja y el paraguas que siempre lleva en la mano.
Cabezudo Japonés
Aunque resulte algo irónico, es el más nervioso del grupo, en gran medida por el carácter inquieto de quien lo porta. Lleva consigo una especie de cetro.
Cabezudo Japonesa
Su portador tiene fama de ser el sastre de la Comparsa. Lleva una indumentaria muy elaborada que se sale de la estética habitual propia de los cabezudos.
Zalkidos
Los zaldikos son cinco caballos pequeños que dejan al aire libre los rostros de sus portadores. Ligeros en el uso de la verga contra los más atrevidos, se pueden observar en varios colores: tres marrones, uno negro y uno blanco.

http://www.abc.es/20100710/local-navarra/anos-gigantes-cabezudos-fermin-201007092306.html