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domingo, 5 de junio de 2011

Viaje del Papa Benedicto XVI a Croacia 2011



Durante los dos días que pasará exclusivamente en Zagreb, el Papa se encontrará en un país con una población de 4.4 millones de habitantes, el 90% católica, donde los sentimientos nacionalistas y católicos se conjuganDurante los dos días que pasará exclusivamente en Zagreb, el Papa se encontrará en un país con una población de 4.4 millones de habitantes, el 90% católica, donde los sentimientos nacionalistas y católicos se conjugan.

El Papa Benedicto XVI inició visita a Croacia
Sumo Pontífice reafirmo en Zagreb la herencia católica de Europa

ZAGREB - El papa Benedicto XVI, quien inició este sábado una visita a Zagreb, instó a los croatas a entrar con "alegría" en la Unión Europea (UE) y a ayudar a los europeos a valorar "su riqueza espiritual", menoscabada por el "individualismo" y los "espacios privados".

"Creo que la mayoría de los croatas piensan con gran alegría" en el ingreso a la UE, dijo el Papa a los periodistas en el avión que lo conducía a Zagreb.

La entrada de Croacia a la UE es "lógica, justa y necesaria", declaró.

Croacia espera concluir de aquí a fines de mes las negociaciones de adhesión a la UE para entrar en el bloque a mediados de 2013.

Palabras de apoyo

"Desde sus orígenes, vuestra nación pertenece a Europa", dijo Benedicto XVI, en el aeropuerto de Zagreb ante el presidente croata Ivo Josipovic, elogiando los "trece siglos de fuertes y especiales vínculos" con la Santa Sede.

"Ojalá esta querida nación ayude a la Unión Europea a valorar plenamente su riqueza cultural y espiritual", añadió.

Durante los dos días que pasará exclusivamente en Zagreb, el Papa se encontrará en un país con una población de 4,4 millones de habitantes, el 90% católica, donde los sentimientos nacionalistas y católicos se conjugan.

La guerra de los Balcanes

Una parte de la opinión pública y de la Iglesia croata, muy nacionalista, critica aún a Europa por su prudencia durante la lucha por la independencia del país, en el conflicto armado que enfrentó a croatas y serbios entre 1991 y 1995.

"Veinte años después de haberse proclamado la independencia y poco antes de la plena integración de Croacia en la UE, la historia pasada y reciente de vuestro país puede constituir un motivo de reflexión para todos los demás pueblos del continente y ayudarlos a conservar y reavivar el inestimable patrimonio común de valores humanos y cristianos", dijo el Papa en el aeropuerto de Zagreb.

Según el pontífice, la cultura contemporánea se caracteriza por "un individualismo que favorece la visión de una vida sin obligaciones y la búsqueda permanente de espacios privados".

Elogios a Stepinac

El Papa también elogió al cardenal Alojzije Stepinac, beatificado por Juan Pablo II en 1998, pese a la controversia por su papel, calificado por algunos historiadores de timorato y cómplice, desempeñado durante el régimen croata pro-nazi de los Ustasha.

Según el Papa, Stepinac "defendió a los judíos, los serbios y los gitanos" que fueron perseguidos por dicho régimen.

Por su parte, el presidente croata saludó "la autoridad moral y política de la Santa Sede y de la Iglesia Católica", que ayudó a "frenar la agresión contra Croacia", refiriéndose al reconocimiento del nuevo Estado croata en enero de 1992 por parte del Vaticano. Dos días después, los países de la UE también lo reconocieron.

Josipovic recalcó "los valores europeos" de su país, el cual "promueve la tolerancia", el "perdón" y la "reconciliación" con sus vecinos con los que estuvo en guerra.

Benedicto XVI, de 84 años, no había viajado al extranjero desde su estancia en España el pasado mes de noviembre. La visita a Croacia es su decimonoveno viaje al exterior.

Herencia católica

Durante la visita pastoral de dos días a Croacia, el Papa reafirmará la herencia católica de esa nación, demasiado oculta, según él, por las sociedades europeas secularizadas.

Durante los dos días que pasará exclusivamente en Zagreb, el Papa se encontrará en un país con una población de 4.4 millones de habitantes, el 90% católica, donde los sentimientos nacionalistas y católicos se conjugan.

Benedicto XVI defenderá a Europa ante unos croatas a menudo inquietos por su futura entrada en la Unión Europea. La crisis económica afecta duramente a este país llamado a convertirse en el 28º miembro de la UE.

Futuro incierto

Una parte de la opinión pública y de la Iglesia croata, muy nacionalista, critica aún a Europa por su prudencia durante la lucha por la independencia del país, en el conflicto armado que enfrentó a croatas y serbios entre 1991 y 1995.

En Croacia, primera nación eslava en ser cristianizada, el Papa debería reivindicar las "raíces cristianas" de Europa.

Mientras en muchos países europeos se debate sobre la presencia de signos religiosos en el espacio público, lo que preocupa mucho al Pontífice, a Croacia, a veces llamada la "Polonia del sur", le gusta destacar su identidad cristiana.

Detalles de la agenda

El sábado, el Papa reiterará ante los jóvenes croatas y ante el mundo de la cultura, la vocación natural de Croacia a entrar en Europa sin renegar de sus valores cristianos.

El plato fuerte de la visita papal tendrá lugar el domingo por la mañana, con la celebración de una gran "fiesta de las familias" en el hipódromo de la capital croata.

Será la ocasión para Benedicto XVI de defender la familia tradicional y llamar a resistir contra su desaparición.

El Papa visitará también la tumba del cardenal Alojzije Stepinac, beatificado por Juan Pablo II en 1998, pese a la controversia por su papel, calificado por algunos de timorato y cómplice, desempeñado durante el régimen croata pro-nazi de los Ustasha.

Benedicto XVI, de 84 años, no había viajado al extranjero desde su estancia en España el pasado mes de noviembre. La visita a Croacia será su viaje número 19 al exterior.