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Domingo de Ramos con Maria 2018

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sábado, 11 de junio de 2011

Entrevista a Jose Maria Segura SJ en Valencia


Entrevista a Jose Maria Segura SJ en Valencia

Ya a esta hora del dia, Jose Maria Segura habra recibido la Ordenacion Sacerdotal de un nuevo jesuita en la Iglesia de la Compañia de Jesus en Valencia. Pero quien es el?
Aqui una entrevista realizada por Eva Alcayde - Paraula


José María Segura es valenciano, de Paterna, tiene 35 años y es ingeniero agrónomo de profesión. El carisma de los jesuitas le caló hondo y ahora estudia Teo­logía en Boston para recibir su ordenación sa­cer­dotal en la iglesia de la Com­pañía de Jesús, en una ceremonia presidida por monseñor Luis Francisco Ladaria Fe­rrer, Ar­zo­bispo secretario de la Con­gregación para la Doctrina de la Fe.

-¿Como surgió tu vocación sacerdotal?, ¿que persona te ayudó a la hora de discernir la vocación?

-He aprendido con el tiempo que la vocación sacerdotal siempre estuvo ahí, como una inquietud, como un anhelo o como una búsqueda. Son muchas las personas que me han acompañado en este proceso. La primera con la que hablé de este tema fue Socorro Carrasco, una religiosa de la con­gregación teresiana de En­rique de Ossó, que era mi tutora de entonces 2º BUP en el colegio de Teresianas. Y después con ires y venires de la vida, con amigos y jesuitas. Con el tiempo lo que queda es que si soy cura es porque el Señor se encaprichó de mí y puso personas a mi lado que supieron acogerme, leer mis inquietudes y guiarlas. 

-¿Cómo te vinculaste a los jesuitas?

-De los jesuitas conocía por cosas que había leído de niño, por la película ‘La Misión’ y por­que Socorro tenía un sobrino jesuita... porque los Jesuitas que co­nocí me transmitieron un Dios de Vida y Esperanza y en definitiva porque el Señor los puso en mi camino. 

- ¿Qué es lo que más te gusta del carisma de la orden?

- Me quedo con tres rasgos que son inseparables: la centrali­dad del seguimiento de Je­sús como amigo y compañero con el que se establece una relación intima, la comunidad de amigos en el Señor y la misión, ya sea en el ám­bito social, pastoral o intelectual, aunque no debería separarlos. La Compañía es como el Ar­ca de Noé, metes a todo tipo de ‘animales’ juntos y si no se de­vo­ran unos a otros es porque el Señor anda por medio. Los Jesuitas siendo muy distintos en ideas e ideologías, sensibilidades y capacidades, en el fondo se quieren y para mí eso ha sido testimonio del Resucitado.

- ¿En que parroquia creciste como cristiano?

-Pertenezco a la parroquia San Pe­dro Apóstol de Paterna, donde nací, pero he pasado dos años aco­­gido en la parroquia San Ignacio de Loyola de Valencia. En la primera crecí como persona y como cristiano, en procesiones, ‘via cru­cis’, pascuas... y sé que su co­munidad parroquial ha rezado mu­cho por mi vo­cación. La segunda, San Ig­na­cio, es donde he ejer­­cido dos años como diácono mientras he estado dando clases en las Escuelas Profesionales de San José. Ha sido muy importante para mi crecimiento vocacional como sacerdote y como persona. Me siento perteneciente a las dos.

-¿Cómo has vivido los días previos a la ordenación sacerdotal?

-Antes de la ordenación estuve ocho días de ejercicios, un retiro personalizado siguiendo el método de oración de San Ignacio, fun­­dador de la Compañía. Ade­más he dedicado tiempo a preparar detalles de la ordenación, es­coger las lecturas, rezar con ellas, elegir y escuchar las canciones...

- Estas estudiando teología en EEUU, ¿por qué allí? 

Por dos motivos. Por un lado, porque la  Facultad de Teología del Boston College es muy im­por­tante y es reconocida en Eu­ropa; por otro, para aprender bien inglés, que en una Europa cada vez mas interconectada es cada día más necesario.  

- ¿Qué planes tienes a partir del sábado, una vez seas ordenado sacerdote? 

-Este verano lo inmediato es en julio colaborar en alguna parroquia u hospital y en agosto echar una mano en el MAGIS, el programa de jovenes que los Jesuitas organizan previo a la Jornada Mundial de la Ju­ventud y luego en la JMJ en Ma­drid.

Después volveré a Bos­­ton un año más para terminar la Licencia tura en Teología. Allí, estoy colaborando con el servicio pastoral a reclusos, particularmente en una cárcel con sección de inmigración. Los domingos celebramos la liturgia de la palabra entre español e inglés y algo de portugués. Estoy deseando volver co­mo sacerdote para poder celebrar la eucaristía y escuchar confesiones en la cárcel, ellos son mi c­o­munidad de los domingos y sé que están rezando por mí.

- ¿Y luego qué?

-Terminado ese año, iré donde el provincial me destine, puede ser tan cerca como Valencia a las Escuelas de San José, donde estuve muy a gusto dos años como parte de mi formación o puede ser a cualquier parte del mundo, casi literalmente. 

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