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domingo, 20 de junio de 2010

Que dice la gente de Jesus ?


El que me entregue la vida, la encontrará

DOMINGO XII del Tiempo Ordinario - Ciclo C
San Lucas 9: 18 al 24
20 de junio 2010
Que dice la gente de Jesus ?

Estimados hermanos:
Bienvenidos a nuestro encuentro dominical para celebrar juntos el Día del Señor. Hoy es el DÉCIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO del Ciclo “C”, y la Iglesia presenta para nuestra reflexión y comentario un pasaje del evangelista San Lucas:
Un día en que estaba Jesús orando a solas, les hizo esta pregunta a sus discípulos:
- “¿Quién dice la gente que soy Yo?”
Ellos le respondieron:
- “unos que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los antiguos profetas que ha resucitado”.
- “Y Ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?”
Pedro, entonces, tomó la palabra y le dijo:
- “Tú eres el Mesías, el ungido de Dios”.
Jesús, entonces, les recomendó con energía no decir esto a nadie, y añadió:
- “es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea reprobado por los ancianos, por los sumos sacerdotes y por los escribas, que sea ejecutado, y que al tercer día resucite”.
Y dirigiéndose a todos dijo:
- “Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día, y venga conmigo. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; mas el que la pierda por mi causa, la salvará.”
Comentario:
Un hermoso pasaje evangélico. Encontramos a Jesús orando a solas. Jesús con frecuencia, cultivaba la soledad, no solamente en el desierto de su cuaresma, ó antes de elegir a sus discípulos, sino de un modo habitual. Él buscaba la soledad en el monte, en la noche, en el huerto de Getsemaní. Jesús iba a esos sitios para orar y ponerse en contacto con su padre Dios y con los santos profetas que lo precedieron.
Las biografías de los grandes hombres que más han influido en la historia, nos muestran que ellos también amaron la soledad, el silencio, el campo, y que allí concibieron sus más grandes ideas. ¿Cuánto más será así cuando en la oración no se trata de puros conceptos intelectuales o ensueños de poetas, sino de la realidad interior de un alma en comunicación con Dios? Es allí, en donde Dios nos hará sentir su amor y complacencia por nosotros, sus criaturas y nos indicará el apostolado y las actividades que quiere que realicemos, cuando llegue el momento.
Pero hoy Jesús, ¿tuvo también una experiencia nueva? Sí. Su interés por saber qué pensaba la gente de Él, lo llevó a descubrir que alguno sí había logrado penetrar en lo profundo de su identidad. Pedro abiertamente le dijo,
- tú eres el Mesías, el ungido de Dios.
Pero esta manifestación externa no fue de tu agrado, Señor, ya que querías permanecer escondido. Hacías tu obra en el mundo pero sin que el mundo te conociese. Habías venido a revelar al Padre, y la glorificación tuya sería hecha por el mismo Padre, pero no por ti mismo. Y ya llegará ese momento.



Pero, ¿cuál fue la palabra clave que hoy, tú Señor, les das a los discípulos? El oráculo griego decía: “conócete a ti mismo”. En cambio tú Señor les dices: “niégate a ti mismo”. La explicación era muy clara. El pagano ignoraba el dogma de la caída original. Tú en cambio, nos enseñas a descalificarnos a priori, dada la amplitud inmensa que tuvo nuestra caída original. Ella nos corrompió y depravó nuestros instintos de tal manera, que San Pablo nos pudo decir con el Salmista: “Todo hombre es mentiroso” y el Profeta nos previene: “Perverso es el corazón de todos e impenetrable: ¿Quién podrá conocerlo?”. Tu mismo, Señor, no te fiabas de los hombres, “porque los conocías a todos”.

Pero de todas maneras, hoy nos abres un camino para poder seguirte. Hoy nos enseñas que el único modo para salvar nuestra vida es vencernos a nosotros mismos, superando la inclinación negativa que tenemos hacia el mal, y logrando hacer en cada instante, tu voluntad, y solo tu voluntad. Es decir, haciendo de nuestra vida un ofrecimiento agradable a ti, que busca constantemente tu mayor gloria. Así el hombre, amado por ti, pero con un alma que resbala fuertemente hacia el mal, podrá entrar en el gozo eterno de la vida.

Y AHORA VIENE LO MÁS IMPORTANTE

Y BIEN AMIGOS, así terminamos nuestro breve comentario a la liturgia de este domingo,
Pero, ahora viene el momento más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús.
Te invito, pues, a tomar el texto del evangelio en tus manos: San Lucas, Capítulo 9, versículos del 18 al 24, y trates de escuchar lo que el Señor Jesús, a través de él, te quiere comunicar:
Te agradezco muy sinceramente haber estado con nosotros,
Y nos encontramos el próximo domingo
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/2010/06/18/%c2%bfque-dice-la-gente-de-jesus/