15 de Septiembre
Advocación de la Virgen de la Soledad o los Dolores; es la conmemoración de los siete sufrimientos de la Virgen por haber aceptado ser la Madre del Dios Encarnado; es una advocación de la Iglesia Universal con especial devoción en España e Hispanoamérica.
B. VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES o DE LA SOLEDAD
Hoy, 15 de septiembre, la Iglesia conmemora a NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, fiesta que se celebra al día siguiente, de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz. La congregación de los Siervos de la Virgen, ó Servitas, iniciaron esta devoción mariana a mediados del siglo XIII. En 1724, el Papa Benedicto XIII la extendió a la Iglesia Universal instituyendo la fiesta del viernes de Dolores, después del domingo de la pasión. En 1814 el Papa Pío VII instituyó la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores o de LA SOLEDAD para el tercer domingo de septiembre, y solo en 1913 se fijó definitivamente la fecha de esta fiesta el 15 de septiembre.
Unidos, pues, a cuantos viven su dolor unidos al de María, brindemos nuestro devoto saludo a Nuestra Señora de los Dolores.
Meditación
QUERIDA MARÍA, deseamos hoy acompañarte en esta dimensión profunda y real de tu corazón. El evangelista Juan, a quien el Señor desde la cruz, te lo confió como hijo, nos narra que junto a la cruz de Jesús, estabas tu, su madre. Estabas allí, al pie de la cruz de tu hijo, compartiendo y soportando sus dolores. La devoción popular a través de la historia, ha detallado cuales eran tus dolores, indicando estos siete: primero, la profecía de Simeón, cuando te anuncia en el templo que una espada traspasará tu corazón; segundo, la huida a Egipto junto con José y el niño; tercero, la pérdida de tu hijo Jesús en el templo, cuando tenía doce años. Cuarto, el "vía crucis", el camino de Jesús hacia el Gólgota; quinto, su crucifixión en medio de dos ladrones; sexto, el descendimiento de la cruz; séptimo, la sepultura. Aunque sin emplear el término de corredentora, la Iglesia en el Concilio Vaticano II enseña que tú, cooperaste de manera muy especial en la redención del género humano. Como madre de Jesús, eres madre de la humanidad, y con dolor de madre nos engendras a la vida eterna. Son muchos quienes a través de la historia han comprendido y exaltado la dimensión de dolor y sufrimiento en tu vida: San Anselmo, los cistercienses y Benedictinos, los Servitas. Con ellos te decimos, gracias María, Virgen de los Dolores.
Santoral para todo el Año
P. Javier San Martin S.J. - Sra Cecilia Mutual
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