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Domingo de Ramos con Maria 2018

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domingo, 22 de enero de 2012

Homilia del III Domingo del Tiempo Ordinario - B- 2012


Homilia del Domingo III Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 22 de Enero, 2012

“La fe es la puerta por donde se entra al Reino de Dios”

“Convertirse es un camino que todos debemos de recorrer a lo largo de la vida; es ese llamado que nuestro Señor Jesucristo nos hace una y otra vez”, mencionó Monseñor Raúl Chau, obispo auxiliar de Lima, en la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima el domingo 22 de enero.
Durante su homilía, Monseñor Chau recordó que quien se compromete a amar a Jesús debe tener muy presente que su camino está marcado por la senda de la conversión.
“La Conversión está relacionada a esa mirada de Jesús que se entrecruza con nuestro mirar. Convertirse significa mirar también a través de los ojos de Jesús el rostro del hermano. Convertirse es vivir a plenitud lo que está escrito en el Evangelio”, reflexionó.
“En el correcto orden, la Salvación va siempre primero porque es un ofrecimiento generoso y gratuito de Dios al hombre, luego surge la conversión como respuesta nuestra hacia Dios”, prosiguió.
Dios no espera que el hombre dé el primer paso, que cambie de vida, que haga buenas obras, casi como si la salvación fuera una recompensa a lo que hacemos. Por supuesto que Dios ama las buenas obras de sus hijos. Pero no es así, no es que todo vaya relacionado al buen obrar. Primero está la gracia que es iniciativa de Dios.
Manifestó que convertirse y creer son una misma acción fundamental y que la fe es la puerta por donde se entra al Reino de Dios.
“Sin la fe la vida es muy triste, sin la fe todo queda relegado a lo que puedo o no puedo hacer, sin la fe nuestra vida se vuelve en un devenir de cosas que quedan limitadas al plano de lo humano. La fe nos hace dar ese vuelco, ese salto hacia delante, hacia Dios”, expresó.



Comentó también que, así como lo hizo con los apóstoles, en la actualidad sigue llamando a hombres y mujeres para proclamar la buena nueva.
“El Señor ha instituido el sacerdocio ministerial para que en la Iglesia no falte nunca la Reconciliación, el acompañamiento a los enfermos, también la iniciación de la vida cristiana a través de los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y la Eucaristía”, señaló.
En otro momento, pidió a los fieles unirse en oración para que en la Iglesia nunca falten buenos y fieles sacerdotes; y exhortó a los seminaristas a continuar por eso camino hacia el sacerdocio de la mano del Señor.
“Queridos seminaristas, sepan ustedes vivir a plenitud ese llamado. Ojala que el Señor confirme su vocación un día con la Ordenación Sacerdotal. La Iglesia necesita de sacerdotes santos, necesita del testimonio fiel de quien entrega generosamente y con alegría su vida, para llevar el consuelo, la bendición y la paz a nuestros hermanos, no nuestros propios pensamientos ni nuestra propia interpretación, sino lo que quiere el Señor y lo que nos enseña la Iglesia a través de su Magisterio”, animó.
Finalmente, pidió una bendición al Señor para todos aquellos jóvenes que respondieron Sí, Señor, te seguiré. Del mismo modo, envió una bendición a toda la familia peruana para vivir la conversión y la fe a plenitud.
“Que el Señor bendiga a nuestros seminaristas y a todos los jóvenes que han dicho Sí, Señor, tú eres lo más grande que ha pasado en mi vida. Que el Señor también bendiga a los niños, a los jóvenes, a las familias, y que a todos nos regale el don de la conversión y una fe grande para amarlo a Él y en Él a nuestros hermanos”, concluyó.

Homilia del Monseñor Raul Chau Quispe
www.arzobispadodelima.com




22 enero 2012