P.Javier san Martin, S.J.
DOMINGO IV de Adviento. – B
Sí,
María, has hallado gracia delante de Dios
San Lucas 1,
26-38
Estimados
amigos, Bienvenidos a nuestra cita dominical
Que la
Paz del señor sea con Ustedes
Hoy por
fin llegamos al último domingo de adviento, un domingo en el que las antiguas
promesas hechas al pueblo escogido vuelven a resonar con voz fuerte y cercana.
Hacían ya siglos que estaba en el ambiente la promesa de que un liberador
nacería en el seno del pueblo escogido.
El rey
David, siglos antes, se había planteado delante de Dios esta pregunta : -¿Cómo
es posible que yo tenga una casa, un palacio, mientras que Dios, el Dios de
Israel, no tenga una casa propia, y el Arca de Dios haya de permanecer en una
tienda de campaña? ¡Esto no puede ser!…
Así
pensaba David, pero se le presentó el profeta Natán y le dijo: - tú no
construirás un templo. Eso lo va a hacer un hijo tuyo. Pero Dios promete a tu
descendencia un trono, sobre el que se sentará un descendiente tuyo, para el
que Dios será un padre, y él será para él un hijo. Su casa y Su trono serán
firmes, porque tu trono permanecerá para siempre.
Estas
palabras proféticas permanecieron latentes en el pueblo judío y con frecuencia
se preguntaban -¿Cuándo Dios cumplirá su promesa? Tantos imperios han pasado
por encima de nosotros y nos han mandado fuera de nuestras tierras. Los romanos
ahora nos aplastan.
Pero el
Mesías prometido, no llegaba. ¿Como y cuándo Dios cumplirá la promesa hecha a
David? ¿por dónde vendrá el Mesías? Dios tenía que dar su respuesta pero lo
hace de una manara sorprendente. Fija su mirada en un pequeño pueblo de la
Galilea, en una muchachita de Nazaret, desposada, con un joven descendiente de
la familia de David. Cierto día ella recibe la visita que esperaba el pueblo, y
el visitante, con palabras desconcertantes, la saluda:
“Llena de gracia! ¡El Señor está
contigo!
¡Bendita tú eres entre todas las
mujeres!
Sí, María, has hallado gracia delante
de Dios.
Vas a concebir y dar a luz un hijo, al
que pondrás por nombre Jesús.
Será grande, y será llamado Hijo del
Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David su antecesor,
Por fin
la antigua promesa llegaba a su cumplimiento y la promesa recae sobre una mujer
humilde del pueblo. María siente en su corazón que una pesada carga se le echa
encima. Podría muy bien rechazar esta invitación pero acostumbrada a saborear
con frecuencia la Palabra de Dios, la acoge no solo con docilidad plena, sino
que acepta la misión que Dios le encarga: “Yo soy la esclava del Señor. Que se
cumpla en mi toda su santa voluntad”. María, en ese momento, se convierte en el
Templo del Espíritu Santo, en el Arca de la Alianza,…
El Dios
de Israel ya no morará más en una tienda de campaña, ni en el templo de
Jerusalén, si no que desde este momento empezará a morar en el templo
inmaculado de María.
Esta
casa, este trono, humilde y sublime fue preparado por Dios, con amor y
sabiduría desde la eternidad. María no ha sido un robot, una autómata, o una mujer
sin personalidad. Ella ha prestado su colaboración a la obra de Dios, ha
contribuido libremente a la realización de la promesa de Dios hecha en David.
Pero la
aceptación de esta promesa no es algo que se realizó en un único momento, sino
que es un proceso que se viene realizando cada día. La aceptación de la promesa
sigue adelante cuando la invitación de Dios encuentra respuestas positivas como
la de Maria. Cada “Si” que digan los hombres y mujeres de cualquier tiempo y de
cualquier lugar, hará posible que la promesa de salvación hecha a David y
realizada en Maria siga adelante en su dinámica de salvación es por eso que los
hombres y mujeres del si que imitan a Maria, son los únicos que hacen posible
el deseo que Dios tiene de salvar la humanidad.
David soñó
en una casa espléndida para Dios. ¿Pero se pudo imaginar la casa que Dios se
preparaba?…La historia nos cuenta de tantos casos en los que Dios ha encontrado
una casa para desde ella salvar al hombre. Estos son los Santos. Cada Santo
tiene una palabra muy profunda donde Dios actúa y desde donde vive. Es la misma
palabra que salió de Maria: “Sí”. Cada vez que Dios encuentra un corazón que
diga si a su voluntad se está realizando el proceso de la promesa de salvación.
Es
por eso que hoy quisiera pedirte, Señor, la gracia para que podamos
convertirnos en ese ambiente que tú buscas, rico o pobre, pero que respire con
amor la hermosa palabra que escuchaste de los labios de aquella humilde mujer:
“que se haga en mi tu voluntad”.
Y ahora viene lo más importante
Y bien
amigos, así terminamos este breve comentario sobre el evangelio del domingo.
Pero
ahora viene lo más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús. Toma,
pues, el evangelio en tus manos, San Lucas Capitulo 1 versículos del 26 al 38 y
trata de sentir lo que el Señor te quiere comunicar.
Quédate
pues ahora a solas con El y cuenta con nuestras oraciones.
Te
agradecemos muy sinceramente el haber estado con nosotros.
¡Y te
esperamos a celebrar el 24 en la noche el Nacimiento de nuestro Redentor !
Padre Javier San Martin sj
Suplicar a San Nicolás de Bari,
que
acreciente la fe de los católicos ,
y dejen de usar la fantasiosa
y
comercial imagen del Papa Noel,
y se adhieran más al Niño Dios.
Villancico Carpintero fino. Villancico Peruano.
Intérpretes: Niños de la Asociación Cultural "Canto" de Cusco. (Texto:)
Señor San José, carpintero fino
Hazme una cunita, para el niño lindo.
Azucena kamchu
Clavelina kamchu
Niñucha wajampí
upillachi naipa
Corran, corran, todos los pastores.
A traer pañales para el niño lindo.
Azucena kamchu
Clavelina kamchu
Niñucha wajampí
upillachi naipa
Señor San José, carpintero finoHazme una cunita, para el niño lindo.
“Con Jesús la alegría está en
casa"