ABC
TOLEDO. El medio centenar de obispos y los casi 700 participantes en el X Congreso Eucarístico Nacional entraron ayer a la catedral primada por la Puerta de Reyes -que se abre sólo en contadas ocasiones- para asistir a la Eucaristía en rito hispano-mozárabe, que fue presidida por el arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Braulio Rodríguez, en el marco de este importante congreso que se está celebrando en la capital regional.
Antes de la celebración religiosa, los asistentes al congreso tuvieron un encuentro con el Legado Pontificio para este evento, decano del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica y ex secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Angelo Sodano, que leyó un saludo del Papa Benedicto XVI. El Papa ensalzó los congresos eucarísticos como «fuente de renovación espiritual» y como «estímulo» para que la Iglesia difunda y testimonie «sin titubeos» el amor de Cristo en todos los ámbitos de la sociedad. El Papa destaca que los congresos eucarísticos sirven para que se conozca mejor la Santísima Eucaristía, «el tesoro más glorioso que nos dejó el Señor».
El cardenal Angelo Sodano y Legado Pontificio para este evento aprovechó su intervención para manifestar su «alegría» por encontrarse en Toledo con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional y recordar que en 1926 Toledo ya fue sede del III Congreso Eucarístico y como Madrid en 1911, Barcelona en 1952 y Sevilla en 1993 al que asistió Juan Pablo II acogieron congresos internacionales.
Recordó que una herencia del primero de estos congresos fue el célebre himno «Cantemos al amor de los amores», que desde entonces entonan todos los fieles de habla española, y destacó que durante su servicio en la Santa Sede en Ecuador, Uruguay y Chile «he oído tantas veces cantar esta hermosa melodía que de aquí había nacido».
Por la mañana, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, impartió la ponencia «Eucaristía y unidad de la Iglesia», una de las cuatro que conforman el programa de este Congreso que, por la noche, se cerró con la Recepción de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y del Icono de la Virgen que tuvo lugar en el monasterio de San Juan de los Reyes, desde donde caminó en procesión hasta la catedral.
Hoy sábado tendrán lugar las dos últimas ponencias. La primera titulada «El Misterio Eucarístico en la celebración del Rito Hispano-Mozárabe» y, la segunda, «La Eucaristía, escuela para la vida».
Por la tarde se escucharán testimonios de vida eucarística, como el del venerable Manuel Lozano Garrido «Lolo», militante de Acción Católica y adorador nocturno, en proceso de Beatificación o el testimonio de Teresa Enríquez, fundadora de las Cofradías Sacramentales. Por la noche habrá vigilia y procesión.
TOLEDO. El medio centenar de obispos y los casi 700 participantes en el X Congreso Eucarístico Nacional entraron ayer a la catedral primada por la Puerta de Reyes -que se abre sólo en contadas ocasiones- para asistir a la Eucaristía en rito hispano-mozárabe, que fue presidida por el arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Braulio Rodríguez, en el marco de este importante congreso que se está celebrando en la capital regional.
Antes de la celebración religiosa, los asistentes al congreso tuvieron un encuentro con el Legado Pontificio para este evento, decano del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica y ex secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Angelo Sodano, que leyó un saludo del Papa Benedicto XVI. El Papa ensalzó los congresos eucarísticos como «fuente de renovación espiritual» y como «estímulo» para que la Iglesia difunda y testimonie «sin titubeos» el amor de Cristo en todos los ámbitos de la sociedad. El Papa destaca que los congresos eucarísticos sirven para que se conozca mejor la Santísima Eucaristía, «el tesoro más glorioso que nos dejó el Señor».
El cardenal Angelo Sodano y Legado Pontificio para este evento aprovechó su intervención para manifestar su «alegría» por encontrarse en Toledo con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional y recordar que en 1926 Toledo ya fue sede del III Congreso Eucarístico y como Madrid en 1911, Barcelona en 1952 y Sevilla en 1993 al que asistió Juan Pablo II acogieron congresos internacionales.
Recordó que una herencia del primero de estos congresos fue el célebre himno «Cantemos al amor de los amores», que desde entonces entonan todos los fieles de habla española, y destacó que durante su servicio en la Santa Sede en Ecuador, Uruguay y Chile «he oído tantas veces cantar esta hermosa melodía que de aquí había nacido».
Por la mañana, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, impartió la ponencia «Eucaristía y unidad de la Iglesia», una de las cuatro que conforman el programa de este Congreso que, por la noche, se cerró con la Recepción de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y del Icono de la Virgen que tuvo lugar en el monasterio de San Juan de los Reyes, desde donde caminó en procesión hasta la catedral.
Hoy sábado tendrán lugar las dos últimas ponencias. La primera titulada «El Misterio Eucarístico en la celebración del Rito Hispano-Mozárabe» y, la segunda, «La Eucaristía, escuela para la vida».
Por la tarde se escucharán testimonios de vida eucarística, como el del venerable Manuel Lozano Garrido «Lolo», militante de Acción Católica y adorador nocturno, en proceso de Beatificación o el testimonio de Teresa Enríquez, fundadora de las Cofradías Sacramentales. Por la noche habrá vigilia y procesión.
SALVE REGINA MATER … O CLEMENTS O PIA O DULCIS VIRGO MARIA
