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Domingo de Ramos con Maria 2018

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miércoles, 24 de agosto de 2011

JMJ2011. El Papa se reunio con los voluntarios para darles las gracias




JMJ Madrid 2011. El Papa se reúne con los voluntarios para darles las gracias
21 de agosto, 2011. (Romereports.com) La visita del Papa a Madrid va tocando a su fin. Antes de irse, Benedicto XVI se ha reunido con 12.000 de los 40.000 voluntarios en un pabellón de IFEMA de Madrid.

Card. Antonio María Rouco Varela
Arzobispo de Madrid
“La despedida se les hace difícil, ¡se nos hace difícil a todos! Ha oído estos días de sus labios juveniles reiteradamente el "¡le queremos!". Eso es: ¡le queremos, Santo Padre! ¡Bendíganos!”.

Ha sido un encuentro muy cercano en el que se han podido escuchar testimonios directos de quienes han ayudado a coordinar estas jornadas.

Javier Reyes
Voluntario
“¡Gracias de nuevo, Santo Padre, por estar a nuestro lado, por confiar en nosotros y por tenernos siempre presentes en sus oraciones. Vuelva siempre que quiera a esta su casa, de puertas abiertas. Gracias, gracias, gracias”.

Giselle Azevedo
Voluntaria
“He sido voluntaria de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 en Madrid, por gratitud... Participé en la Jornada de Colonia y me impresionó ver la valentía de aquella multitud de jóvenes al expresar su fe. El silencio y el entusiasmo con que escuchaban sus palabras”.

El Papa ha agradecido a esta amplia representación de voluntarios su capacidad de entrega en estos días de la JMJ.

Benedicto XVI
“Queridos voluntarios: al concluir los actos de esta inolvidable Jornada Mundial de la Juventud, he querido detenerme aquí, antes de regresar a Roma, para daros las gracias muy vivamente por vuestro inestimable servicio. Es un deber de justicia y una necesidad del corazón”.

Benedicto XVI también resaltó que deben de ser generosos a la llamada de Dios.

Benedicto XVI
“Quizás alguno esté pensando: el Papa ha venido a darnos las gracias y se va pidiendo. Sí, así es. Ésta es la misión del Papa, Sucesor de Pedro. Y no olvidéis que Pedro, en su primera carta, recuerda a los cristianos el precio con que han sido rescatados: el de la sangre de Cristo. Quien valora su vida desde esta perspectiva sabe que al amor de Cristo solo se puede responder con amor, y eso es lo que os pide el Papa en esta despedida: que respondáis con amor a quien por amor se ha entregado por vosotros”.

El Papa se despidió de ellos después de darles su bendición.

CB RR JM BN

Discurso a los voluntarios del Santo Padre en Madrid


Domingo 21 de agosto de 2011
Queridos voluntarios
Al concluir los actos de esta inolvidable Jornada Mundial de la Juventud, he querido detenerme aquí, antes de regresar a Roma, para daros las gracias muy vivamente por vuestro inestimable servicio. Es un deber de justicia y una necesidad del corazón. Deber de justicia, porque, gracias a vuestra colaboración, los jóvenes peregrinos han podido encontrar una amable acogida y una ayuda en todas sus necesidades. Con vuestro servicio habéis dado a la Jornada Mundial el rostro de la amabilidad, la simpatía y la entrega a los demás.

Mi gratitud es también una necesidad del corazón, porque no solo habéis estado atentos a los peregrinos, sino también al Papa, a mi. En todos los actos en los que he participado, allí estabais vosotros: unos visiblemente y otros en un segundo plano, haciendo posible el orden requerido para que todo fuera bien. No puedo tampoco olvidar el esfuerzo de la preparación de estos días. Cuántos sacrificios, cuánto cariño. Todos, cada uno como sabía y podía, puntada a puntada, habéis ido tejiendo con vuestro trabajo y oración el maravillo cuadro multicolor de esta Jornada. Muchas gracias por vuestra dedicación. Os agradezco este gesto entrañable de amor.

Muchos de vosotros habéis debido renunciar a participar de un modo directo en los actos, al tener que ocuparos de otras tareas de la organización. Sin embargo, esa renuncia ha sido un modo hermoso y evangélico de participar en la Jornada: el de la entrega a los demás de la que habla Jesús. En cierto sentido, habéis hecho realidad las palabras del Señor: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35). Tengo la certeza de que esta experiencia como voluntarios os ha enriquecido a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor trasformará vuestro cansancio acumulado, las preocupaciones y el agobio de muchos momentos en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría en el darse a los demás, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios. Amar es servir y el servicio acrecienta el amor. Pienso que es este uno de los frutos más bellos de vuestra contribución a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero esta cosecha no la recogéis solo vosotros, sino la Iglesia entera que, como misterio de comunión, se enriquece con la aportación de cada uno de sus miembros.

Al volver ahora a vuestra vida ordinaria, os animo a que guardéis en vuestro corazón esta gozosa experiencia y a que crezcáis cada día más en la entrega de vosotros mismos a Dios y a los hombres. Es posible que en muchos de vosotros se haya despertado tímida o poderosamente una pregunta muy sencilla: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Cuál es su designio sobre mi vida? ¿Me llama Cristo a seguirlo más de cerca? ¿No podría yo gastar mi vida entera en la misión de anunciar al mundo la grandeza de su amor a través del sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio? Si ha surgido esa inquietud, dejaos llevar por el Señor y ofreceos como voluntarios al servicio de Aquel que «no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,45). Vuestra vida alcanzará una plenitud insospechada. Quizás alguno esté pensando: el Papa ha venido a darnos las gracias y se va pidiendo. Sí, así es. Ésta es la misión del Papa, Sucesor de Pedro. Y no olvidéis que Pedro, en su primera carta, recuerda a los cristianos el precio con que han sido rescatados: el de la sangre de Cristo (cf. 1P 1, 18-19). Quien valora su vida desde esta perspectiva sabe que al amor de Cristo solo se puede responder con amor, y eso es lo que os pide el Papa en esta despedida: que respondáis con amor a quien por amor se ha entregado por vosotros. Gracias de nuevo y que Dios vaya siempre con vosotros.
Librería Editrice Vaticana


Palabras de voluntario y la voluntaria en el encuentro de Benedicto XVI con voluntarios JMJ


Saludo del Voluntario
Querido Santo Padre, me llamo Javier Reyes, tengo 25 años, soy maestro y un voluntario de la JMJ de Madrid.

Quiero darle las gracias en nombre de todos los que hemos trabajado para que los jóvenes pudiéramos vivir esta maravillosa experiencia y fiesta de fe.
Santidad, cuando convocó a todos los jóvenes del mundo a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid una gran ilusión y esperanza nos llenó a todos. Nuestro Cardenal Arzobispo de Madrid, nos llamó a todos para que fuésemos voluntarios con un claro objetivo que quienes viniesen aquí, a nuestra ciudad, disfrutasen, se sintiesen acogidos, queridos, se encontrasen y descubriesen a Dios. La respuesta a su llamada la ve, Santo Padre, aquí. Somos 22.500 voluntarios que pertenecemos a parroquias, colegios, asociaciones y movimientos de la Iglesia. A los voluntarios de Madrid se han unido voluntarios de España y de otras naciones. Todos servidores en la Iglesia.
...

Santo Padre, gracias por confiar en nosotros, los jóvenes. Tenemos ganas de trabajar y aprender y la Iglesia nos regala esta oportunidad. Santidad, su testimonio de entrega, manifestado en este viaje apostólico a Madrid, ha sido un ejemplo para toda la juventud.
Nos queda otra gran tarea: seguir creciendo como Iglesia, como personas arraigadas en Cristo y protegidos por nuestra Madre la Virgen María, para ser testigos de Jesucristo.
¡Gracias de nuevo, Santo Padre, por estar a nuestro lado, por confiar en nosotros y por tenernos siempre presentes en sus oraciones. Vuelva siempre que quiera a esta su casa, de puertas abiertas. Gracias, gracias, gracias.