Monseñor Tamasi, bendiciendo el tradicional puchero.
Historia y significado.-
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Alrededor de 5 mil raciones del tradicional de sopa entregaron los sacerdotes franciscanos a igual número de fieles que se acercaron al Convento Descalzos del distrito del Rímac en el “Día de la Indulgencia de la Porciúncula”.
Desde las 09:00 horas los feligreses participaron primero en la confesión y luego participaron en la liturgia en homenaje a Nuestra Señora de Los Ángeles, celebrada por obispo auxiliar de Lima, monseñor Adriano Tomasi.
Desde las 09:00 horas los feligreses participaron primero en la confesión y luego participaron en la liturgia en homenaje a Nuestra Señora de Los Ángeles, celebrada por obispo auxiliar de Lima, monseñor Adriano Tomasi.
Al término de la misa, monseñor Tomasi bendijo los 13 gigantescos peroles de sopa, así como 15 mil panes y botellas de bebida gaseosa.
Fray Roque Chávez Castro, hermano franciscano supervisor de cocina, detalló que la preparación consistió en mil kilos de pollo y gallina, 500 kilos de carne de res, 100 kilos de carnero, una tonelada de papa, varios kilos de yuca, camote, arroz, sal y diversas verduras, con un aderezo a base de ajos, ají colorado, pimienta, comino, cerveza y vino.
Tras más de una hora de hervor, el tradicional plato estuvo listo para servir a los comensales -mayoritariamente adultos mayores y niños- que acudieron desde distintas zonas de la capital para participar de esta tradición católica.
“El mensaje es vivir los valores que nos dejó San Francisco de Asís, como el perdón. Necesitamos que el Señor perdone nuestros pecados y saber perdonar como pecadores que somos; aquí está la caridad de mucha gente que ha donado insumos para preparar la comida y otro tanto que ha venido a prepararlo y servirlo. Debemos ser siempre solidarios, llenos de caridad”, afirmó monseñor Tomasi.
Fray Roque Chávez Castro, hermano franciscano supervisor de cocina, detalló que la preparación consistió en mil kilos de pollo y gallina, 500 kilos de carne de res, 100 kilos de carnero, una tonelada de papa, varios kilos de yuca, camote, arroz, sal y diversas verduras, con un aderezo a base de ajos, ají colorado, pimienta, comino, cerveza y vino.
Tras más de una hora de hervor, el tradicional plato estuvo listo para servir a los comensales -mayoritariamente adultos mayores y niños- que acudieron desde distintas zonas de la capital para participar de esta tradición católica.
“El mensaje es vivir los valores que nos dejó San Francisco de Asís, como el perdón. Necesitamos que el Señor perdone nuestros pecados y saber perdonar como pecadores que somos; aquí está la caridad de mucha gente que ha donado insumos para preparar la comida y otro tanto que ha venido a prepararlo y servirlo. Debemos ser siempre solidarios, llenos de caridad”, afirmó monseñor Tomasi.
Historia y significado.-
La Porciúncula (en latín, Portiuncula; en italiano, Porziuncola), es una pequeña iglesia incluida dentro de la Basílica de Santa María de los Ángeles, en la frazione de Santa Maria degli Angeli (municipio de Asís), ubicada aproximadamente a 4 km de la capital municipal, en Umbría (Italia). Es el lugar donde comenzó el movimiento franciscano.
El nombre Porciúncula significa «pequeña porción de tierra» y fue mencionado por vez primera en un documento que data de 1,045, actualmente en los archivos de la Catedral de San Rufino, en Asís.
Con este nombre también se denomina a la indulgencia plenaria que pueden ganar los fieles católicos el 2 de agosto (u otro día que designe el ordinario local para aprovechamiento de los fieles).
El nombre Porciúncula significa «pequeña porción de tierra» y fue mencionado por vez primera en un documento que data de 1,045, actualmente en los archivos de la Catedral de San Rufino, en Asís.
Con este nombre también se denomina a la indulgencia plenaria que pueden ganar los fieles católicos el 2 de agosto (u otro día que designe el ordinario local para aprovechamiento de los fieles).
La indulgencia de la Porciúncula
La «indulgencia de la Porciúncula» pudo al principio ganarse sólo en la capilla de la Porciúncula entre la tarde del 1 de agosto y el ocaso del 2 de agosto. El 5 de agosto de 1480 (o 1481), el Papa Sixto IV la extendió a todas las iglesias de la primera orden y la segunda de los franciscanos. El 4 de julio de 1622, este privilegio se extendió por Gregorio XV a todos los creyentes que, después de la confesión y la recepción de la Sagrada Comunión, visitaran tales iglesias en el día señalado. El 12 de octubre de 1622, Gregorio XV garantizó el mismo privilegio a todas las iglesias de los capuchinos. El papa Urbano VIII la concedió a todas las iglesias de la Tercera orden regular el 13 de enero de 1643, y Clemente X a todas las iglesias de los conventuales el 3 de octubre de 1670. Otros papas posterios la extendieron a todas las iglesias relacionadas de cualquier manera con la orden franciscana, incluso a iglesias en las que la tercera orden celebrase reuniones.
Desde el punto de vista del derecho canónico esta indulgencia es cierta y no sujeta a disputa, pero sí lo es que su origen se encuentre en el propio san Francisco. La controversia se suscita porque ninguna de las antiguas leyendas relativas a san Francisco menciona la indulgencia, y ningún documento contemporáneo la menciona. El más antiguo que se refiere a ella es una escritura notarial del 31 de octubre de 1277, en la que el beato Benito de Arezzo, a quien el propio san Francisco recibió en la orden, testifica que ha sido informado por el hermano Masseo, un compañero de san Francisco, de la concesión de la indulgencia por el papa Honorio III en Perugia.
La indulgencia de la Porciúncula resultó confirmada por la constitución aostólica «Indulgentiarum Doctrina» (1967) del Concilio Vaticano II.
La «indulgencia de la Porciúncula» pudo al principio ganarse sólo en la capilla de la Porciúncula entre la tarde del 1 de agosto y el ocaso del 2 de agosto. El 5 de agosto de 1480 (o 1481), el Papa Sixto IV la extendió a todas las iglesias de la primera orden y la segunda de los franciscanos. El 4 de julio de 1622, este privilegio se extendió por Gregorio XV a todos los creyentes que, después de la confesión y la recepción de la Sagrada Comunión, visitaran tales iglesias en el día señalado. El 12 de octubre de 1622, Gregorio XV garantizó el mismo privilegio a todas las iglesias de los capuchinos. El papa Urbano VIII la concedió a todas las iglesias de la Tercera orden regular el 13 de enero de 1643, y Clemente X a todas las iglesias de los conventuales el 3 de octubre de 1670. Otros papas posterios la extendieron a todas las iglesias relacionadas de cualquier manera con la orden franciscana, incluso a iglesias en las que la tercera orden celebrase reuniones.
Desde el punto de vista del derecho canónico esta indulgencia es cierta y no sujeta a disputa, pero sí lo es que su origen se encuentre en el propio san Francisco. La controversia se suscita porque ninguna de las antiguas leyendas relativas a san Francisco menciona la indulgencia, y ningún documento contemporáneo la menciona. El más antiguo que se refiere a ella es una escritura notarial del 31 de octubre de 1277, en la que el beato Benito de Arezzo, a quien el propio san Francisco recibió en la orden, testifica que ha sido informado por el hermano Masseo, un compañero de san Francisco, de la concesión de la indulgencia por el papa Honorio III en Perugia.
La indulgencia de la Porciúncula resultó confirmada por la constitución aostólica «Indulgentiarum Doctrina» (1967) del Concilio Vaticano II.
Porciúncula en América
En la ciudad de Lima (Perú), en el distrito del Rimac, la Iglesia de Los Descalzos de los curas franciscanos españoles apoyados por el grupo Scout Rimac 233, proporciona todos los 2 de agosto, una sopa para todos los lugareños que se denomina «porciúncula», o Santo puchero. Lugar: al final de la Alameda de los Descalzos. Padres Franciscanos.
En la ciudad de Lima (Perú), en el distrito del Rimac, la Iglesia de Los Descalzos de los curas franciscanos españoles apoyados por el grupo Scout Rimac 233, proporciona todos los 2 de agosto, una sopa para todos los lugareños que se denomina «porciúncula», o Santo puchero. Lugar: al final de la Alameda de los Descalzos. Padres Franciscanos.
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