B. IGNACIO ACEVEDO y CC.MM. JESUITAS | ||
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Hoy 15 de
julio, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo del BEATO IGNACIO
ACEVEDO y 39 Compañeros Mártires, quienes fueran cruelmente martirizados en un
día como hoy de 1570 cerca de las Islas Canarias en el Océano Atlántico, en un
viaje hacia al Brasil. "No se preocupen. No llegaremos al Brasil, pero sí hoy
fundaremos un colegio en el cielo" dijo antes de morir. Oriundo de Coimbra,
Oporto, en Portugal, en 1527, fue sacerdote profeso de la Compañía de Jesús. En
1854 el Papa Pío IX confirmó oficialmente el culto de estos mártires.
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Meditación
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Querido Ignacio: recordar
tu vida es verte en la más hermosa y arriesgada aventura vivida por la
evangelización del Brasil. Nacido y educado en la corte, de temperamento altivo
e independiente, aconsejado por un amigo, vas a escuchar las prédicas del
jesuita Francisco Estrada. Quedas tan motivado que decides ingresar en la
Compañía de Jesús. Tenías 22 años. Desde el inicio, tu corazón estuvo en las
misiones más allá del mar. El P. Nóbrega en Brasil solicitaba refuerzos. Gente
capaz de reorganizar las emergentes comunidades cristianas. Y los superiores
piensan en ti por ser activo, emprendedor, con energía para llevar adelante las
decisiones. Y empiezas a animar y recolectar gente para tal empresa. El Papa Pío
V y el P. General Francisco de Borja ven la importancia de la obra y te otorgan
amplias facultades pastorales. Se logra reunir una expedición de 100 personas
entre sacerdotes, hermanos, laicos trabajadores y sirvientes. Zarpan hasta
Madeira, y de aquí, a pesar de la oposición del gobernador de Brasil, te
embarcas en la nave "Santiago" con 39 compañeros. Antes del embarque, adviertes:
quiero "voluntarios", no gente obligada, como mártires de Cristo. Cerca ya de
las Palmas, una flota de piratas Hugonotes, comandados por Jacques Soria (Sores)
Calvinista, atacan y toman la nave. Tu, con una imagen del Señor en las manos
sales adelante: "Soy Sacerdote. Todos son testigos que muero por la fe católica
y por la Santa Iglesia Romana". Un soldado te da un feroz golpe en la cabeza
dejándote cubierto de sangre. Los demás religiosos, también confiesan su fe. Su
única preocupación eran la evangelización del Brasil. "No lloren, mis hijos, les
dices, no llegaremos al Brasil, pero hoy fundaremos un colegio en los cielos".
Enfurecidos los hugonotes, te atraviesan y te arrojan al mar. Luego asesinan a
los demás jesuitas. La muerte de estos mártires conmocionó al mundo. Humanamente
fue una catástrofe para la evangelización del Brasil. Pero la providencia quiso
plantar estas 40 piedras vivas. Una ola de entusiasmo inundó el mundo católico y
el Brasil. Era tierra bendecida por Dios.
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Santoral para todo el Año P. Javier San Martin S.J. - Sra Cecilia Mutual
Leer:
Masacre en La Palma (las últimas horas de Ignacio Acevedo y sus compañeros) por Jose Guillermo Rodriguez Escudero en:
http://www.redanchieta.org/spip.php?article335
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