El amor ha triunfado, somos campeones
¿¡ JESUCRISTO RESUCITÓ !?
Escrito por: Padre Javier San Martin SJ
Comentario al Domingo de Resurrección 2012
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“La prueba que Jesucristo dio de su misión divina fue su propia resurrección”.
* San Juan 20, 1 al 9 *
Estimados amigos:
Bienvenidos a nuestra cita dominical.
Que la Paz del señor sea con Ustedes.
Hoy la Iglesia universal con gran gozo celebra la fiesta más grande del ciclo litúrgico y que es la base de nuestra fe cristiana: la RESURRECCIÓN de Nuestro Señor Jesucristo. Es el evangelista San JUAN quien se encarga de narrarnos este acontecimiento central en la Vida del Señor y de la Iglesia. Que esta fresca narración penetre, a través de la meditación en nuestra mente y en nuestro corazón para que sea hoy también vivamos en ambiente de resurrección.
Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto. Era algo inesperado. ¡Cómo podía ser! Es la contrariedad mayor que jamás se hubiera podido imaginar. El cuerpo del Señor, ¿cómo es que ha podido desaparecer? Siento una soledad y una angustia horrible. Tengo el corazón triste. Me parece una pesadilla. Pero, se bien Señor, que es precisamente cuando uno pierde la esperanza, cuando despunta tu gracia. Se que “Detrás de las nubes brilla siempre el sol”, y después de las tinieblas densas de tu muerte viene la gloria anunciada por las antiguas profecías. La voz del ángel lo anunció con una sola palabra a las mujeres asombradas: ¡Resucitó!...
Aquella carne tensa que vimos por los espasmos de la cruz, aquellas piernas inmóviles, aquellos brazos caídos, aquel cuerpo convertido en una llaga pura, aquellos ojos apagados, aquellos labios cárdenos, toda esa humanidad deshecha…, ya no la veremos más. Tu cuerpo no estaba pero intuíamos que ahora relumbraba más que el sol. Libre por los espacios inmensos, habías penetrado en lo más alto de los cielos llevando contigo la inmensa multitud de los salvados. Las puertas de la Gloria hasta ahora cerradas, se abrían, y allí estabas tu, el que hace nada más tres días colgaba del patíbulo y era llorado por la creación entera…estabas tú sentado ahora a la derecha del Padre, - - ¡Resucitó! ¡No está aquí!… Nuestra Fe tiene sentido
Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro. La fuerza de la amistad daba agilidad a los pies. Entrar al sepulcro vacío llenaba de sentido toda la historia. Solo allí se comprende que la vida tiene un sentido, sólo allí se vislumbra el por qué de los sufrimientos, de las noches oscuras, de los caminos de soledad. Sólo allí se siente la presencia de aquel que da calor a todo el existir.
Hasta entonces no habían entendido la escritura: que el había de resucitar de entre los muertos.
¿Qué significa la resurrección para Jesús?
Es su triunfo total sobre el pecado y sobre la muerte, a la vez que su propia y definitiva glorificación. El demonio era señor de la creación al haber logrado arrojar del paraíso a nuestros primeros padres. Pero uno más fuerte que Él, lo ha eliminado. El demonio ya no levanta cabeza. Él podría haberse figurado que aquel misterioso Jesús, una vez muerto y sepultado, ya no tenía poder alguno. Pero se equivocó de medio a medio. Porque muere Jesús en la cruz, y la culpa del hombre queda reparada, resucita Jesús, y la muerte queda herida de muerte, porque ha resucitado el que es cabeza y resucitarán después todos los miembros… Ahora no reinará sino la Vida. Jesús resucitado, ya no muere más. La muerte ya no tiene dominio alguno sobre Él. Elevado a lo más alto de los cielos, allí está presentando sus heridas gloriosas al Padre, intercediendo siempre por nosotros.
- ¿Qué significa para nosotros la resurrección de jesucristo?…
Es la gran noticia. Es la más grande que pueda la creación escuchar. La resurrección de Jesús es nuestra propia resurrección. Ha resucitado la cabeza, y necesariamente resucitarán los miembros. Quien nos creó mortales, puede hacer de nosotros una nueva creación de seres inmortales. Esto, por una parte. Pero la Resurrección de Jesús tiene para nosotros un valor enorme como sostén de nuestra fe. ¿No nos equivocamos al seguir a Jesucristo?… ¡No!, y estemos tranquilos. Porque la prueba que Jesucristo dio de su misión divina fue precisamente su propia resurrección. Cumplió su palabra y salió del sepulcro. No nos engañó. Podemos seguirle con seguridad total.
Y ahora viene lo más importante
Y bien amigos, así terminamos la breve reflexión sobre el Evangelio de este Domingo.
Toma el evangelio en tus manos, San Juan Capitulo 20, versículos del 1 al 9 y escucha lo que el mismo Señor Resucitado te quiere comunicar.
Quédate pues ahora a solas con El. Agradecemos muy sinceramente el haber estado con nosotros.
¡Y nos despedimos hasta el próximo domingo.
Escrito por el padre Javier San Martin SJ
