Refrescando el Verano del Peru

Domingo de Ramos con Maria 2018

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Domingo de palmas con Maria 2018

martes, 27 de abril de 2010

27.04 : Santo Toribio de Mogrovejo


Santo Toribio de Mogrovejo, cuadro de 3m de altura, pintado por encargo, con Macchu Picchu al fondo, en recuerdo del Obispo que tradujo la Biblia y la Doctrina al idioma quechua y visitó todos los pueblos de Perú y Bolivia, predicando el Evangelio.

Hoy, 27 de Abril, la Iglesia peruana conmemora el nacimiento para el cielo de SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO. Fue el segundo arzobispo de Lima, en Perú. El Papa Benedicto XIII, en 1726, le dio el honor de los altares canonizándolo, y Juan Pablo II le nombró patrono de los Obispos Latinoamericanos. Sus reliquias se veneran en la catedral de Lima. Unidos, pues, a la Iglesia peruana, brindemos nuestro sincero aplauso a Santo Toribio De Mogrovejo.
QUERIDO SANTO TORIBIO
Al recordar tu vida, vemos al apóstol y misionero que, durante 16 años, escaló montañas, atravesó valles y quebradas en busca de los indígenas. Eras profesor en la Universidad de Salamanca, en España y siendo aún laico, el rey Felipe II te nombra como nuevo arzobispo de Lima. Y tomaste a pecho tus nombramientos: tus viajes misioneros fueron aventuras humanas y divinas. Los indios te decían: ¿no temes a la muerte? Y tú, les respondías: ¿por qué, si Dios me protege? Evangelizabas por los caminos donde pisaban tus pies de misionero. Recorres a pié o en mula 40.000 km. Se dice rápido. Se calcula que administraste 5.000.000 bautismos y 800.000 confirmaciones. Entre los confirmados figuran San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima. Defiendes los derechos de los indios del abuso de los patrones y convocas concilios y sínodos para la formación del clero y elevación moral del pueblo, especialmente, autóctono. Te acusaban de prolongadas ausencias de la sede de Lima, pero, tu corazón estaba allí, con los pequeños, a quienes enseñabas la doctrina cristiana, en su propio idioma, con canciones religiosas y procesiones. Descansaste de tus trabajos un jueves santo, en una pequeña comunidad, al son de un arpa indígena.



CANTEMUS DOMINO GLORIOSE ENIM
MAGNIFICATUS EST