2013-01-24 L’Osservatore Romano
Utilizadas con equilibrio, respeto, responsabilidad e interés por la verdad, las redes sociales pueden “reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana”. Así lo escribe el Papa en el Mensaje para la 47ª Jornada mundial de las comunicaciones sociales, que se celebra el próximo 12 de mayo 2013.
Presentó el texto esta mañana, jueves 24 de enero, en la Oficina de información de la Santa Sede, el arzobispo Celli y monseñor Tighe, respectivamente presidente y secretario del Consejo pontificio para las comunicaciones sociales.
La reflexión de Benedicto XVI impulsa a la conciencia de que “el ambiente digital no es un mundo paralelo o puramente virtual, sino que forma parte de la realidad cotidiana de muchos”. En este ámbito, los social network “son el fruto de la interacción humana pero, a su vez, dan nueva forma a las dinámicas de la comunicación que crea relaciones”. Una “comprensión atenta” de esta dimensión —advierte el Pontífice— constituye “el prerrequisito para una presencia significativa” de los cristianos en las redes sociales digitales.
A las personas que participan activamente en estas nuevas formas de comunicación, el Papa pide sobre todo que no pierdan “la autenticidad”. Porque “en estos espacios no se comparten tan solo ideas e informaciones, sino que, en última instancia, son ellas mismas el objeto de la comunicación”. Por ello la necesidad del compromiso de todos para promover el “valor del diálogo, del debate razonado, de la argumentación lógica”, rechazando las insidias de la “popularidad” a toda costa, de las “estrategias persuasivas”, de la información que hace “ruido”.
“Las redes sociales deben afrontar el desafío de ser verdaderamente inclusivas”, de forma que puedan beneficiarse —señala Benedicto XVI— “de la plena participación de los creyentes”. A estos se pide “la capacidad de utilizar los nuevos lenguajes”, “necesaria no tanto para estar al paso con los tiempos, sino precisamente para permitir que la infinita riqueza del Evangelio encuentre formas de expresión que puedan alcanzar las mentes y los corazones de todos”. Por ello se requiere un “atento discernimiento” unido a la disponibilidad al diálogo y al testimonio, también para valorar “la relevancia de la religión en el debate público y social”.
Del Papa finalmente un llamamiento al papel de los social network como “factor de desarrollo humano” en los “contextos geográficos y culturales en los que los cristianos se sienten aislados”.
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