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Domingo de Ramos con Maria 2018

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Domingo de palmas con Maria 2018

jueves, 3 de febrero de 2011

"Out of order" por P. Enrique Rodriguez sj



Out of order
¿Qué novedades en San Pedro? No hay novedad, no hay novedad. Solo pasó que las polillas que caían sobre mi calva y mi mesa indicaban algo, pero como así son las casas viejas… Y la pared tras mi sillón se arqueó. Pero eso es normal, como también lo era la humedad en la sala contigua. Es que el desagüe que hice cuando llegué seguro estuvo mal hecho, claro. Entonces, que se resanen las paredes y fumiguen las polillas. Comenzó el desmontaje y encontramos que la humedad venía de arriba, no de abajo, de un tubo de desfogue de la lluvia, que a su vez había sido roto porque a alguien se le ocurrió rellenar el espacio entre la pared del vecino BCR y las paredes de quincha del segundo piso del claustro, las que a su vez se estaban arqueando por el peso, con riesgo futuro de colapso.
Por lo demás, no hay novedad. A no ser que puestos a arreglar los desperfectos, hubo que bajar a pulso el tal material de desmonte de unos cuartos que hubo en la azotea y en algún momento desmantelaron, picar las paredes húmedas y darles revestimiento consistente. Mi oficina, casi nada. Desmontaron la pared de quincha sobre un bastidor completamente picado y a punto de caer, y encontraron las vigas como galleta de soda. Casi nada. Han tenido que hacer un pórtico de concreto de dos pisos. Obra terminada. La gratificación ha sido encontrar un segmento de pintura mural de la primera iglesia, que ha quedado incorporado a mi oficina, tal como aparece en la fotografía.
¿Pero solo eso? No habían terminado, cuando se encontró que en la Capilla de Nuestra Señora de la O había un problema con una ventana que no cerraba. Claro, para variar el marco estaba picado. Sencillo, se desmonta y cambia. Pero no era así. El dintel de la ventana estaba más picado aún. Además, el tal dintel era una viga a la que se sucede un sistema de vigas que dan el sostén a la parte alta de la capilla. En resumen: todo el sistema estaba colapsado. Se cambiaron las vigas y todo el maderamen de apoyo del segundo piso. Ya puede aguantar la capilla dos o tres terremotos más. Obra terminada.
Como no fuera suficiente, un jueves por la mañana me avisaron que se había quebrado una viga en una sala de visitas. Ya; ¿qué más? Solo repetir la historia de mi oficina, pórtico de concreto incluído, con la diferencia que aquí ha habido que sacar todo el piso de la segunda planta y poner uno nuevo. La llamada capilla del padre Castillo se quedó en el aire. Buena ocasión para explicar que ahí no solo no vivió el V.P. Francisco del Castillo (lo siento por la devoción de algunos), sino que no pudo vivir, porque el claustro es de 1683, cuando hacía diez años que descansaba en paz. Lo que pasa es que hubo un error, ya que el padre Castillo vivía en un cuarto sobre la portería, y esta quedaba en la esquina SE del actual claustro, lo que explicaré oportunamente.
Algunas cosas extras que he debido supervisar el año que pasó: la confección de la puerta de la Penitenciaría a la antesacristía, que es un rompecabezas y ha quedado exacta al original, una joya de artesanía de madera; la preparación y el traslado de cuadros al Museo del Prado y Palacio Real en Madrid (lamentablemente yo no fui, pero envié como correo a la jefa del taller de pintura); la restauración del Cristo de la Caída, historia aparte que más adelante conocerán. Eso además de lo ordinario que no se puede detener: entre 15 y 25 bodas, 180 misas y 500 horas mensuales de confesionario. Y para más inri, no hay administrador en mi comunidad.
Por lo menos he encontrado la historia de un cura que estuvo preso en San Pedro en tiempo de la independencia, lo que les contaré oportunamente.
Ya escribí en uno de mis primeros posts: San Pedro está haciendo agua. No me eqivoqué. Pero como decía aquel canto de la Primera Guerra Mundial: “Mais, à part ça, Madame la Marquise, tout va très, bien tout va très bien”. O en su versión hispánica: “No hay novedad, señora baronesa, no hay novedad, no hay novedad”.
Publicadas por Enrique Rodríguez sj