Al Qaeda incendia la última iglesia católica de Yemen
El templo, en Adén, había sido
vandalizado la víspera cuando lo despojaron de la cruz
El primer ministro de Yemen
regresa a Adén para reactivar el Gobierno.
17.09.2015
Asaltantes enmascarados
incendiaron ayer miércoles la iglesia de san José en Adén, probablemente el
último oratorio católico que funcionaba en Yemen. El templo, también conocido
como de la Sagrada Familia, había sido vandalizado la víspera cuando, según la
agencia France Presse, fue desposeído de la cruz que lo coronaba. Aunque nadie
se ha responsabilizado de la agresión, las sospechas recaen sobre Al Qaeda.
Ese grupo terrorista ha
aprovechado la intervención militar saudí para extender su presencia en el país
más pobre de la península Arábiga. Soldados emiratíes de la coalición árabe
lograron echar de Adén a los rebeldes Huthi el pasado julio con la ayuda de una
variopinta alianza de resistentes sudistas y grupos islamistas. Desde entonces,
se ha acusado a los militantes de Al Qaeda de varios ataques contra las fuerzas
progubernamentales. Numerosos observadores han advertido del riesgo que supone
apoyarse en los yihadistas y los habitantes de la ciudad portuaria se quejan de
la presencia en sus calles de hombres armados “de fuera”.
“Al Qaeda ha destruido la última
iglesia católica de Adén”, lamenta un embajador yemení en el exilio. Para él,
musulmán como el 99 % de los yemeníes, el gesto de intransigencia no sólo pone
de relieve el peligro yihadista, sino que va en contra de la riqueza cultural
de su país.
Hasta la retirada del Reino Unido
en 1967, Adén contó con 22 iglesias para atender a sus numerosos residentes
británicos. Pero incluso después, varias de ellas siguieron funcionando. Sus
feligreses eran trabajadores indios y filipinos, refugiados africanos y una
pequeña minoría cristiana local cuya fe arraigó durante la dominación etíope
del siglo V.
La práctica de religiones
distintas del islam ha retrocedido significativamente desde la reunificación
del país en 1990. Los cristianos yemeníes, apenas un puñado de familias, se
concentraban en esa ciudad del sur. La presión social hizo que muchos de ellos
se fueran convirtiendo al islam. No obstante, a finales de los años ochenta del
siglo pasado, el gran muftí de Yemen emitió una fetua en la que defendía que se
debía permitir a los cristianos que practicaran su culto “igual que los
musulmanes son libres para practicar el suyo en Occidente”.
En 2011, aún había en uso tres
iglesias católicas y una anglicana en Adén. Además de la citada de la Sagrada
Familia, en el barrio de Crater, la de la Inmaculada Concepción, en Maalla, y
la de san Francisco de Asís y la de Cristo (anglicana), en Tawahi. Aunque no
hay noticias del estado en el que se encuentran, la violencia del último año,
con la toma de la ciudad por los Huthi en marzo y los bombardeos de la
coalición a partir de entonces, provocaron la huida de muchos habitantes, y los
cristianos se encontraban sin duda entre los más vulnerables.