Hoy 1 de agosto, la Iglesia se viste de fiesta para conmemorar el nacimiento para el cielo de SAN ALFONSO MARÍA DE LIGUORI, en el aniversario de su santa muerte ocurrida en un día como hoy de 1787 en Nocera de Paganos, Salerno, Italia. Oriundo de Marinella, cerca de Nápoles, Italia, en 1696, fue fundador de la Orden de los Redentoristas y Obispo de Santa Agata de Goti. En 1839 el Papa Gregorio XVI le proclamó Santo, y en 1871 Pío IX le declaró doctor de la Iglesia. Es patrono de los confesores y de los profesores de moral. Unidos a quienes dedican su vida al prójimo, brindemos un sincero aplauso a San Alfonso María de Liguori
Meditacion.-
QUERIDO SAN ALFONSO MARÍA: permítenos hoy tener contigo un momento de conversación. Recordar tu vida es ver a uno de los más grandes teólogos morales de todos los tiempos. Nacido en una noble y antigua familia, recibes desde tu infancia una educación exquisita, y obtienes el título de doctor en derecho cuando sólo tenías 16 años. A los 19, defiendes como abogado tu primer proceso y tu nombre empieza a hacerse famoso y a pasar de boca en boca. En cierta oportunidad pierdes un proceso que creías ganado, solo por una formalidad. La humillación que sentiste fue tal que no comiste ni dormiste por tres días. Pero, así se abren los caminos de Dios. Porque fue en esta ocasión cuando sentiste que Dios quería de ti algo especial, aunque no sabías de qué se trataba. Pero un día en que visitabas a un enfermo incurable te sentiste rodeado de una luz y una voz que te decía: "Abandona este mundo y dedícate a mí". Renuncias, pues, a la corte de justicia y a tu herencia, llegando a ser sacerdote. Fundas poco después la Congregación del Santísimo Redentor. Tu finalidad era "Imitar del modo más perfecto la vida y la virtud de Cristo, por el propio bien y la salvación del pueblo, y en particular de las almas abandonadas". Después de 25 años de ininterrumpida actividad pastoral comienzas a trabajar en tu Teología Moral que te dará fama mundial y contribuirá sensiblemente a la renovación de la doctrina de la Iglesia.
Santoral para todo el Año
P. Javier San Martin S.J. - Sra Cecilia Mutual
www.radiovaticana.org
San Alfonso Maria de Ligorio
Obispo, Doctor de la Iglesia por sus escritos sobre la moral.
Fundador de la Congregación del Santísimo Redentor (los Redentoristas)
Patrón de confesores y moralistas.
(1696-1787).
Fiesta: 1 de agosto
Extractos de sus Libros:
El amor a Cristo
El Gran Medio de la Oración
Sobre la dignidad sacerdotal
El Triunfo Glorioso de María
Nació en Nápoles el año 1696; obtuvo el doctorado en ambos derechos, recibió la ordenación sacerdotal e instituyó la Congregación llamada del Santísimo Redentor. Para fomentar la vida cristiana en el pueblo, se dedicó a la predicación y a la publicación de diversas obras, sobre todo de teología moral, materia en la que es considerado un auténtico maestro. Fue elegido obispo de Sant’ Agata de’ Goti, pero algunos años después renunció a dicho cargo y murió entre los suyos, en Pagami, cerca de Nápoles, el año 1787.
BIOGRAFIA
San Alfonso nació en Nápoles el 27 de Septiembre de 1696. Sus padres Don José de Liguori y Doña Ana Cavalieri eran de familias nobles y distinguidas.
Era un "niño prodigio" con gran facilidad para los idiomas, ciencias, arte, música y demás disciplinas. Empezó a estudiar leyes a los 13 años y a los 16 años presentó el examen de doctorado en derecho civil y canónico en la Universidad de Nápoles. A los 19 años ya era un abogado famoso.
Conversión
Según se cuenta, en su profesión como abogado no perdió ningún caso en 8 años, hasta que un día después de su brillante defensa, un documento demostró que él había apoyado (aunque sin saberlo), lo que era falso. Eso cambió su vida radicalmente.
Hizo un retiro en el convento de los lazaristas y se confirmó en la cuaresma de 1722. Estos dos eventos reavivaron su fervor. Al año siguiente, en dos ocasiones oyó una voz que le decía: "abandona el mundo y entrégate a mi". Hizo voto de celibato y abandonó completamente su profesión. Muy pronto Dios le confirmó cual era su voluntad.
Se fue a la iglesia Nuestra Señora de la Misericordia a pedir ser admitido en el oratorio. Su padre trató de impedirlo, pero al verlo tan decidido le dio permiso de hacerse sacerdote pero con la condición de que se fuese a vivir a su casa. Alfonso aceptó, siguiendo el consejo de su director espiritual que era oratoriano.
Hizo los estudios sacerdotales en su casa. Fue ordenado sacerdote en 1726 a los 30 años. Los dos años siguientes se dedicó a los "vagos" de los barrios de las afueras de Nápoles.
La predica sencilla desde el corazón
En los comienzos del siglo XVIII combatió la prédica muy florida y el rigorismo jansenista en los confesionarios. El predicaba con sencillez. El santo decía a sus misioneros: "Emplead un estilo sencillo, pero trabajad a fondo vuestros sermones. Un sermón sin lógica resulta disperso y falto de gusto. Un sermón pomposo no llega a la masa. Por mi parte, puedo deciros que jamás he predicado un sermón que no pudiese entender la mujer más sencilla".
San Alfonso abandonó su casa paterna en 1729, a los 33 años de edad y se fue de capellán a un seminario donde se preparaban misioneros para la China.
En 1730 el Obispo de Castellamare, el Monseñor Falcoia, invita a Alfonso a predicar unos ejercicios en un convento religioso en Scala. Este hecho tuvo grandes consecuencias, porque ayudó a discernir a las religiosas una revelación que tuvo la hermana María Celeste. El día de la transfiguración de 1731, las religiosas vistieron el nuevo hábito y empezaron la estricta clausura y vida de penitencia. Así comienza la Congregación de las Redentoristas.
En 1732 se despide de sus padres y vuelve a Scala, y con la ayuda y colaboración de un grupo de laicos, a los 36 años funda la Congregación del Santísimo Redentor, cuya primera casa perteneció al convento de las religiosas. San Alfonso era el superior inmediato y Monseñor Falcoia era el director general.
Grandes pruebas
Al poco tiempo comenzaron los problemas. La congregación se dividió entre los dos superiores. Al poco tiempo la hermana María Celeste se va a fundar otra congregación. A los 5 meses el santo se quedó solo con un hermano, pero mas tarde se presentaron nuevos candidatos y se estableció en una casa más grande.
En 1734 funda otra casa en Villa degli Schiavi y se dedica a misionar allí. Su confesionario estaba siempre lleno. Trataba a sus penitentes como almas que era necesario salvar.
En 1737, se divulgan rumores sobre la casa de Villa degli Schiavi y San Alfonso decide suprimir esa fundación. Al año siguiente también cierra la casa de Scala.
Organizó misiones en Nápoles por 2 años a pedido del Cardenal Spinelli, arzobispo.
En 1743, al morir Mons. Falcoia, San Alfonso vuelve a ocuparse de su congregación como superior general y se encarga de redactar las constituciones. A pesar de la oposición de las autoridades españolas, los misioneros reorganizados fundan varias casas.
En 1748 San Alfonso publica en Nápoles la primera edición de su "Teología Moral". La segunda edición apareció entre los años 1753 y 1755.
En 1749 el papa Benedicto XIV aprobó la congregación y a partir de eso, el éxito fue enorme.
En 1750, los Jansenistas comienzan a divulgar que la devoción a la Santísima Virgen era una superstición. San Alfonso defiende a Nuestra Señora, publicando "Las Glorias de María".
San Alfonso era estricto, pero a la vez tierno y compasivo.
En el proceso de beatificación el P. Cajone dijo: "A mi modo de ver, su virtud característica era la pureza de intención. Trabajaba siempre y en todo, por Dios, olvidado de si mismo. En cierta ocasión nos dijo: 'Por la gracia de Dios, jamás he tenido que confesarme de haber obrado por pasión. Tal vez sea porque no soy capaz de ver a fondo en mi conciencia, pero, en todo caso, nunca me he descubierto ese pecado con claridad suficiente para tener que confesarlo' ". Esto es realmente admirable, teniendo en cuenta que San Alfonso era un Napolitano de temperamento apasionado y violento, que podía haber sido presa fácil de la ira, el orgullo y de la precipitación.
Obispo
A los 60 años fue elegido obispo de Sant' Agata de' Goti, diócesis pequeña con 30,000 habitantes, diecisiete casas religiosas y cuatrocientos sacerdotes entre los cuales habían varios que no practicaban su ministerio sacerdotal o llevaban mala vida. Algunos celebraban la misa en 15 minutos. San Alfonso los suspendió "ipso facto", a no ser que se corrigiesen, y escribió un tratado sobre ese punto: "En el altar el sacerdote representa a Jesucristo, como dice San Cipriano. Pero muchos sacerdotes actuales, al celebrar la misa, parecen mas bien saltimbanquis que se ganan la vida en la plaza pública. Lo mas lamentable es que aun los religiosos de ordenes reformadas, celebran la misa con tal prisa y mutilando tanto los ritos, que los mismos paganos quedarían escandalizados….Ver celebrar así el Santo Sacrificio es para perder la fe".
Poco tiempo después se desata en su diócesis una terrible epidemia que San Alfonso había profetizado 2 años antes. Se morían por millares. El santo, para ayudar a las víctimas, vendió todo lo que tenía y La Santa Sede le autoriza a usar fondos de la diócesis y contrae grandes deudas.
Sus esfuerzos por reformar la moralidad pública le trajo numerosos enemigos que lo amenazaron de muerte. Solía decir: "Cada obispo está obligado a velar por su propia diócesis. Cuando los que infringen la ley se vean en desgracia, arrojados de todas partes, sin techo y sin medios de subsistencia, entraran en razón y abandonaran su vida de pecado".
Dirigió la diócesis de Santa Agata por 19 años.
Y mas pruebas...
En Junio de 1767, sufre un terrible ataque de reumatismo que casi lo lleva a la muerte.
Al terminar de celebrar la misa el 21 de septiembre de 1774, San Alfonso se desmayó y quedó inconsciente por 24 horas. Cuando regresó en sí, dijo a los presentes: "Fui a asistir al Papa, que acaba de morir". El Papa Clemente XIV muere el 22 de Septiembre de 1774.
En 1775 San Alfonso pidió a Pío VI que le permitiera renunciar al gobierno de su sede. El Papa le concede teniendo en cuenta su enfermedad. San Alfonso se retiró ciego y sordo. Fue a pedir hospitalidad a sus hijos espirituales, en Nocera, cerca de Nápoles, pensando así acabar tranquilamente sus días.
En 1777, los Redentoristas son atacados de nuevo. El Santo sufre con paciencia muchas humillaciones a causa de la traición de Monseñor Testa que era Capellán del Rey. El Santo se vio excluido de la congregación que había fundado.
Dios le reservaba una prueba aún mas dura. Entre 1784 y 1785, el santo atraviesa por un terrible periodo de "noche obscura del alma", sufre tentaciones sobre su fe y sus virtudes. Se ve abrumado por sus escrúpulos, temores y alucinaciones diabólicas. Le duró 18 meses, con intervalos de luz y reposo. A esto le siguió un periodo de éxtasis, profecías y milagros.
Gran escritor
Sus últimos 12 años de vida se dedicó a escribir, aumentando así sus obras ascéticas y teológicas. Sus mas conocidos libros son: La Practica de amar a Jesucristo, la Preparación para la muerte, las Glorias de María.
La Teología Moralis fue una obra que influyó en la formación del clero hasta hace pocos años.
El santo murió 2 meses antes de cumplir 91 años, la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1787.
El Papa Pío VI en 1796 decreta la introducción de la causa de beatificación de Alfonso María Ligorio. La beatificación se da en 1816
Fue canonizado en 1839.
En 1871 fue declarado Doctor de la Iglesia y propuesto como patrono de los confesores y de los teólogos de moral.
Caso de bilocación
La bilocación es la presencia simultánea de una misma persona en dos lugares.
San Alfonso María de Ligorio. - Del proceso de canonización:
"El venerable siervo de Dios, en cuanto residía en Arionzo, un lugar de su diócesi, en 21 de septiembre de 1774 sufrió un desmayo. Quedó por casi dos días sentado en una silla de brazos, sumergido en dulce y profundo sueño. Uno de los empleados quería despertarlo. Además su Vicario General, Don Rubino, ordenó que no lo tocasen y que se quedasen vigilándolo constantemente en un cuarto próximo. Cuando al final se despertó y tocó una campanilla, todas las personas de la casa acudieron. Al verlas pasmadas, les preguntó el porqué. Respondieron: "Hoy!, Monseñor, ya hace dos días que Ud. no habla, ni come, ni da señal alguna de vida!"
- "Entonces", - respondió él, - "Uds. pensaban que yo estuviese durmiendo, pero no fue bien eso; Uds. no saben que fui a asistir al Papa, que ahora ya no se encuentra más en la lista de los vivos". Con efecto, después de breve lapso de tiempo, se supo que Clemente XIV falleciera el 22 de septiembre, a las ocho de la mañana, esto es, exactamente en la hora en que el siervo de Dios había tocado la campanilla.
http://www.corazones.org/santos/alfonso_ligorio.htm