La Despertá
La mascletá
Las Fallas de Valencia
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Las Fallas de Valencia
Las fallas es una fiesta celebrada del 15 al 19 de marzo en algunas ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana España),ntre ellas principalmente en Valencia; así como en la ciudad argentina de Mar del Plata,receptora de miles de inmigrantes valencianos. También llamadas fiestas josefinas o festes de Sant Josep (en valenciano) se celebran en honor de San José, trón de los carpinteros. Está catalogada como fiesta de Interés Turístico Internacional.La denominación de fallas corresponde a las construcciones artísticas de materiales combustibles en su conjunto, que representan figuras conocidas como ninots y composiciones de elementos. A lo largo de la historia los materiales han ido evolucionando, pero tradicionalmente, estos ninots eran de cera, actualmente las figuras más voluminosas se hacen de corcho blanco, ya que permiten formas más ligeras y de mayor tamaño.
En Valencia, con la costumbre de extender el nombre a todos los aspectos, también se extiende éste a la denominación genérica de la festividad así como a la agrupación de vecinos que constituyen la comisión fallera, siendo sus integrantes conocidos como falleros y falleras. Cada comisión fallera, cada grupo de falleros, planta una falla (un monumento) que entra a concurso.
En Valencia, con la costumbre de extender el nombre a todos los aspectos, también se extiende éste a la denominación genérica de la festividad así como a la agrupación de vecinos que constituyen la comisión fallera, siendo sus integrantes conocidos como falleros y falleras. Cada comisión fallera, cada grupo de falleros, planta una falla (un monumento) que entra a concurso.
La fiesta de una ciudad
Es una fiesta con una arraigada tradición en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante.
Sus orígenes son realmente sencillos, una simple quema de desechos de los talleres de carpintería. Pero la inventiva del pueblo valenciano le ha ido aglutinando todos los rasgos propios de su cultura e historia.
Se podría decir que son los carnavales de la ciudad de Valencia, en donde toda la picaresca y crítica se vuelca en los cadafals (monumentos) (de tal manera que, al quemarlos, se piensa que se eliminan los problemas y males), también en esta fiesta se unen varios aspectos que definen una cultura, ellos son el fuego, la música, la pólvora, la calle, y bunyols (buñuelos).
Casi en cada calle de la ciudad hay un Casal Faller, lugar de reunión de cada una de las comisiones falleras, que durante todo el ejercicio buscan fuentes de ingreso para poder pagar la fiesta y su propio monumento. Además, normalmente cada comisión consta también de una comisión infantil, formada únicamente por niños, que también planta su propia falla. Las fallas infantiles miden, como máximo, 3 metros de diámetro y están compuestas por figuras de estética más próxima al mundo de los niños y generalmente no muestran temas críticos.
Desde el 15 de marzo hasta el 19 de marzo los días y noches en Valencia son una fiesta continua. Pero ya desde el 1 de marzo se hacen mascletás, espectáculo de petardos y fuegos artificiales, en el que se obtienen composiciones musicales a través del ruido de los cañones de pólvora. Estos espectáculos tienen lugar en la Plaza del Ayuntamiento, en el centro de la ciudad, a las 14:00. Algunas comisiones falleras disparan mascletaes junto a sus casales durante la semana fallera.
Es una fiesta con una arraigada tradición en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante.
Sus orígenes son realmente sencillos, una simple quema de desechos de los talleres de carpintería. Pero la inventiva del pueblo valenciano le ha ido aglutinando todos los rasgos propios de su cultura e historia.
Se podría decir que son los carnavales de la ciudad de Valencia, en donde toda la picaresca y crítica se vuelca en los cadafals (monumentos) (de tal manera que, al quemarlos, se piensa que se eliminan los problemas y males), también en esta fiesta se unen varios aspectos que definen una cultura, ellos son el fuego, la música, la pólvora, la calle, y bunyols (buñuelos).
Casi en cada calle de la ciudad hay un Casal Faller, lugar de reunión de cada una de las comisiones falleras, que durante todo el ejercicio buscan fuentes de ingreso para poder pagar la fiesta y su propio monumento. Además, normalmente cada comisión consta también de una comisión infantil, formada únicamente por niños, que también planta su propia falla. Las fallas infantiles miden, como máximo, 3 metros de diámetro y están compuestas por figuras de estética más próxima al mundo de los niños y generalmente no muestran temas críticos.
Desde el 15 de marzo hasta el 19 de marzo los días y noches en Valencia son una fiesta continua. Pero ya desde el 1 de marzo se hacen mascletás, espectáculo de petardos y fuegos artificiales, en el que se obtienen composiciones musicales a través del ruido de los cañones de pólvora. Estos espectáculos tienen lugar en la Plaza del Ayuntamiento, en el centro de la ciudad, a las 14:00. Algunas comisiones falleras disparan mascletaes junto a sus casales durante la semana fallera.
El total de fallas (386 en 2007) se clasifica en categorías ordenadas por presupuesto (Especial, Primera [A, B], Segunda [A, B], Tercera [A, B ]..., Séptima C), y dentro de cada categoría se organiza un concurso en el que se elige la mejor falla. Para ello se valoran las diferentes cualidades: monumentalidad, riesgo, temática, colorido, etcétera. También se elige el mejor ninot indultat (el muñeco indultado), que se salvará de la hoguera. Estos premios no suponen ninguna recompensa material, sólo la satisfacción del premio obtenido, que se indicará con un banderín en la falla hasta el día de la cremà. Aunque los premios son un orgullo para las comisiones de todas las categorías, la protagonista en los medios de comunicación es la Sección Especial. En ésta participan las fallas más caras de la ciudad, con costes que ya han superado los 720.000 euros. Dinero que se recauda entre los falleros de cada falla y de otros elementos como por ejemplo: premios recibidos, exposiciones en la calle (calles decoradas y/o iluminadas), visitas por el recinto interior de la falla o la venta de loterías. En los últimos años los patrocinadores comerciales han cobrado gran importancia en la economía de las comisiones falleras que, sobre todo en las categorías más importantes (Especial y RbD), constituyen la principal fuente de financiación de los monumentos falleros.
Aunque el objetivo de las comisiones es construir la falla para la fiesta de San José, durante el resto del año en cada casal se realizan actos festivos, culturales y sociales de todo tipo, que hacen de las comisiones falleras uno de los principales ejes de la vida asociativa y del entramado social de Valencia y los demás municipios donde se celebra esta fiesta.
Habitualmente tienen carácter satírico sobre temas de actualidad. Las fallas suelen constar de una figura o composición central de varios metros de altura, las más grandes superan los 30 metros (exactamente la Falla Nou campanar 2007, con 32 metros, fue la más alta y voluminosa de la historia) rodeadas de numerosas figuras de cartón piedra (material que en los últimos años está siendo sustituido por otros más modernos como el poli estireno expandido, más ligero y moldeable), sostenidas por una armazón de madera. Incluyen letreros escritos en valenciano explicando el significado de cada escenografía, siempre con sentido crítico y satírico.
Los artistas y artesanos (denominados mestres fallers), escultores, pintores y otros muchos profesionales se dedican durante meses a construir monumentos que las diferentes comisiones (en Valencia hay 386) contratan, lo cual impulsa la creación de empleo en la ciudad. Las fallas se instalan en la calle el 15 de marzo por la noche, el día de la plantà (viene del verbo: plantar). Últimamente, y dadas las dimensiones de algunas fallas, el acto de la plantà se adelanta varias semanas (en 2008, Nou Campanar comenzó su plantà el 27 de febrero) y necesita de la ayuda de grúas. El acto en el que se quema la falla se denomina la cremá (la quema).
Como complemento a los letreros, algunas comisiones editan el llibret en el que se explica mediante versos satíricos el contenido de la falla. Este género se inició en el siglo XIX con el autor sueco Bernat i Baldoví, y experimentó su máximo auge en los años 50 y 60 del siglo XX, gracias a autores como Emili Panach o José Bea Izquierdo.
Aunque el objetivo de las comisiones es construir la falla para la fiesta de San José, durante el resto del año en cada casal se realizan actos festivos, culturales y sociales de todo tipo, que hacen de las comisiones falleras uno de los principales ejes de la vida asociativa y del entramado social de Valencia y los demás municipios donde se celebra esta fiesta.
Habitualmente tienen carácter satírico sobre temas de actualidad. Las fallas suelen constar de una figura o composición central de varios metros de altura, las más grandes superan los 30 metros (exactamente la Falla Nou campanar 2007, con 32 metros, fue la más alta y voluminosa de la historia) rodeadas de numerosas figuras de cartón piedra (material que en los últimos años está siendo sustituido por otros más modernos como el poli estireno expandido, más ligero y moldeable), sostenidas por una armazón de madera. Incluyen letreros escritos en valenciano explicando el significado de cada escenografía, siempre con sentido crítico y satírico.
Los artistas y artesanos (denominados mestres fallers), escultores, pintores y otros muchos profesionales se dedican durante meses a construir monumentos que las diferentes comisiones (en Valencia hay 386) contratan, lo cual impulsa la creación de empleo en la ciudad. Las fallas se instalan en la calle el 15 de marzo por la noche, el día de la plantà (viene del verbo: plantar). Últimamente, y dadas las dimensiones de algunas fallas, el acto de la plantà se adelanta varias semanas (en 2008, Nou Campanar comenzó su plantà el 27 de febrero) y necesita de la ayuda de grúas. El acto en el que se quema la falla se denomina la cremá (la quema).
Como complemento a los letreros, algunas comisiones editan el llibret en el que se explica mediante versos satíricos el contenido de la falla. Este género se inició en el siglo XIX con el autor sueco Bernat i Baldoví, y experimentó su máximo auge en los años 50 y 60 del siglo XX, gracias a autores como Emili Panach o José Bea Izquierdo.
Espectáculos pirotécnicos
La pólvora y pirotecnia llegaron con los musulmanes, desde entonces siempre ha ido ligada con las festividades del pueblo valenciano. Siendo éstas unas fiestas representativas de dicho pueblo, se entiende que tal elemento no podría faltar en todo festejo popular :
La despertá
Cada día con la despertá. Los falleros despiertan al resto de vecinos tirando al suelo unos petardos conocidos como tró de bac (trueno de golpe), los cuales explotan al golpear el suelo, o masclets, petardos de mecha de gran impacto. Lo hacen para que todo el mundo aunque no sea fallero pueda disfrutar de las procesiones falleras. Las fallas 2010 calientan motores, asiste a la tradicional despertà desde la calle de la Paz hasta la Plaza del Ayuntamiento. Seguidamente se ofrecerá un desayuno fallero, a todos los participantes en la misma.
La mascletá
Son las preferidas por los valencianos y menos entendidas por los visitantes. Para entenderlas es necesario estar próximos al lugar en donde se explosionan, ya que no es cuestión de ver, sino de sentir y oír. Si te dejas llevar por el ruido y el estruendo consigues unas sensaciones similares a la audición de un concierto, consiguiendo que el estruendo te envuelva, y todo esto en cuestión de escasos minutos (5-7) y llegando a superar los 120 decibelios.
Básicamente se componen de material terrestre y de un principio y final aéreo. No obstante estas composiciones varían según el pirotécnico. Los petardos van unidos por mechas que están envueltas en papel para que éstas vayan más rápidas. Según la variación de las mechas, los cruces de varias filas, así como la distancia de los petardos, consiguen dar mayor o menor velocidad de disparo, la cual suele ser de máxima velocidad al final de la misma obteniendo el terremoto final. También se consiguen diferentes efectos de sonoridad y sensación haciendo que explosionen en el suelo o atados a las cuerdas que sujetan las mechas.
Actualmente las mascletás que se disparan en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, que tiene un presupuesto aproximado entre 6.000 y 9.000 euros, no obstante algunos pirotécnicos ponen de su parte para satisfacción del público. El pirotécnico que más público atrae es V. Caballer.
La pólvora y pirotecnia llegaron con los musulmanes, desde entonces siempre ha ido ligada con las festividades del pueblo valenciano. Siendo éstas unas fiestas representativas de dicho pueblo, se entiende que tal elemento no podría faltar en todo festejo popular :
La despertá
Cada día con la despertá. Los falleros despiertan al resto de vecinos tirando al suelo unos petardos conocidos como tró de bac (trueno de golpe), los cuales explotan al golpear el suelo, o masclets, petardos de mecha de gran impacto. Lo hacen para que todo el mundo aunque no sea fallero pueda disfrutar de las procesiones falleras. Las fallas 2010 calientan motores, asiste a la tradicional despertà desde la calle de la Paz hasta la Plaza del Ayuntamiento. Seguidamente se ofrecerá un desayuno fallero, a todos los participantes en la misma.
La mascletá
Son las preferidas por los valencianos y menos entendidas por los visitantes. Para entenderlas es necesario estar próximos al lugar en donde se explosionan, ya que no es cuestión de ver, sino de sentir y oír. Si te dejas llevar por el ruido y el estruendo consigues unas sensaciones similares a la audición de un concierto, consiguiendo que el estruendo te envuelva, y todo esto en cuestión de escasos minutos (5-7) y llegando a superar los 120 decibelios.
Básicamente se componen de material terrestre y de un principio y final aéreo. No obstante estas composiciones varían según el pirotécnico. Los petardos van unidos por mechas que están envueltas en papel para que éstas vayan más rápidas. Según la variación de las mechas, los cruces de varias filas, así como la distancia de los petardos, consiguen dar mayor o menor velocidad de disparo, la cual suele ser de máxima velocidad al final de la misma obteniendo el terremoto final. También se consiguen diferentes efectos de sonoridad y sensación haciendo que explosionen en el suelo o atados a las cuerdas que sujetan las mechas.
Actualmente las mascletás que se disparan en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, que tiene un presupuesto aproximado entre 6.000 y 9.000 euros, no obstante algunos pirotécnicos ponen de su parte para satisfacción del público. El pirotécnico que más público atrae es V. Caballer.
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