Refrescando el Verano del Peru

PAPA Robert : LEON XIV y ESCUDO Pontificio 2025

PAPA Robert : LEON XIV y ESCUDO Pontificio 2025
PAPA Robert: LEON XIV y ESCUDO Pontificio 2025

viernes, 25 de septiembre de 2015

25.09 Discurso del Papa Francisco en la Asamblea General de la ONU - 2015








Discurso del Papa Francisco en la Asamblea General de la ONU - 25 set 2015



29.09 Presentación libro ENAMORARSE DE DIOS por A. Franco sj


Presentación de Nuevo libro:
" ENAMORARSE DE DIOS "
Autor: Padre Adolfo Franco sj

Día: Martes 29 de Septiembre 2015
Hora: 07:00 pm.
Lugar: Salon Parroquial Virgen de Fatima
Av. Armendariz 230 - Miraflores - Lima

Vino de Honor

INGRESO LIBRE

SEPTIEMBRE : MES DE LA BIBLIA



SEPTIEMBRE - MES DE LA BIBLIA

En Septiembre, dedicado a la Biblia, se recomienda la lectura y estudio de la Biblia y a su difusión; como también a practicar la lectura orante de la Biblia, por ello compartimos nuestras publicaciones sobre estos temas:

¿Qué es la Biblia?
Traducciones y autores de la Biblia
Interpretación
Mensaje de Dios

Lectio Divina

Descubre la Biblia
¿Cómo se escribió?
¿Cómo leer la Biblia?
Para iniciarse en la lectura
Estudios de los Libros del Nuevo Testamento

El inicio del Génesis
¿Cómo interpretar las narraciones de la creación?
¿Qué nos dice sobre sobre la existencia del mal, el dolor, el sufrimiento y la muerte?


Acceda  AQUÍ

Fuente: Formación Pastoral para Laicos

jueves, 24 de septiembre de 2015

24.09 Papa Francisco en USA en Vísperas con los clérigos - 2015





24.09.2015 - 18:30 to 19:30 horas. El papa Francisco en los EE.UU – Vísperas con el clero, religiosos y religiosas en la catedral de San Patricio de Nueva York

Local Time(Thursday 24 September):18.30/19.30-Pope Francis celebrates Vespers with Clergy, Men and Women Religious in New York, on the occasion of his apostolic visit to the United States.

23.09 Papa Francisco en Washington DC - 2015



"Tengo grandes esperanzas en su País", dijo el Papa en la Ceremonia de Bienvenida en la Casa Blanca

(RV).- En la residencia oficial y la principal oficina del presidente de los Estados Unidos, y más precisamente en el  South Lawn, el famoso prado de la Casa Blanca donde se llevan a cabo importantes ceremonias, y mismo lugar donde fuera recibido su predecesor Benedicto XVI, tuvo lugar la Ceremonia de Bienvenida al Obispo de Roma en los Estados Unidos.
El Santo Padre agradeció al Presidente Barack Obama la acogida que le fue dispensada en nombre de los ciudadanos estadounidenses.  Presentándose como “hijo de una familia de inmigrantes”, manifestó la alegría de estar en el país que “ha sido construido en gran parte por tales familias”.
Manifestando su deseo de escuchar y compartir las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano, el Papa habló de algunos eventos destacados de su permanencia en el país, como el del Congreso, en donde espera  “transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la Nación en fidelidad a sus principios fundacionales”, y aquel de Filadelfia con ocasión del Octavo Encuentro Mundial de las Familias, “para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización”.
El Papa evidenció la importancia del compromiso de los católicos del país y de los conciudadanos en la construcción de una sociedad verdaderamente tolerante e incluyente, “en la que se salvaguarden los derechos de las personas y las comunidades, y se rechace toda forma de discriminación injusta”.
Haciendo referencia a la iniciativa del Presidente Obama para reducir la contaminación atmosférica, y citando la última encíclica sobre el cuidado de la casa común, el pontífice animó a “hacer los cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible e integral”, y afirmó que “la humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”.(Laudato si', 13)
Por último el Obispo de Roma habló los esfuerzos realizados recientemente para reparar relaciones rotas y abrir nuevas puertas a la cooperación dentro de nuestra familia humana,  “pasos positivos”, dijo, en el camino de la reconciliación, la justicia y la libertad, y expresó su deseo de que “todos los hombres y mujeres de buena voluntad apoyen  las iniciativas de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables y para suscitar modelos integrales e inclusivos de desarrollo”. “Tengo puestas grandes esperanzas en estos días en su País – concluyó el Sucesor de Pedro. ¡Que Dios bendiga a América!”
(GM – RV)


Discurso del Santo Padre:
Señor Presidente:
Le agradezco mucho la bienvenida que me ha dispensado en nombre de todos los ciudadanos estadounidenses. Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias. En estos días de encuentro y de diálogo, me gustaría escuchar y compartir muchas de las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano.
Durante mi visita, voy a tener el honor de dirigirme al Congreso, donde espero, como un hermano de este País, transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la Nación en fidelidad a sus principios fundacionales. También iré a Filadelfia con ocasión del Octavo Encuentro Mundial de las Familias, para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización.
Señor Presidente, los católicos estadounidenses, junto con sus conciudadanos, están comprometidos con la construcción de una sociedad verdaderamente tolerante e incluyente, en la que se salvaguarden los derechos de las personas y las comunidades, y se rechaze toda forma de discriminación injusta. Como a muchas otras personas de buena voluntad, les preocupa también que los esfuerzos por construir una sociedad justa y sabiamente ordenada respeten sus más profundas inquietudes y su derecho a la libertad religiosa. Libertad, que sigue siendo una de las riquezas más preciadas de este País. Y, como han recordado mis hermanos Obispos de Estados Unidos, todos estamos llamados a estar vigilantes, como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que pudiera ponerla en peligro o comprometerla.
Señor Presidente, me complace que usted haya propuesto una iniciativa para reducir la contaminación atmosférica. Reconociendo la urgencia, también a mí me parece evidente que el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación. Con respecto al cuidado de nuestra «casa común», estamos viviendo en un momento crítico de la historia. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr «un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar» (Laudato si’, 13). Estos cambios exigen que tomemos conciencia seria y responsablemente, no sólo del tipo de mundo que podríamos estar dejando a nuestros hijos, sino también de los millones de personas que viven bajo un sistema que les ha ignorado. Nuestra casa común ha formado parte de este grupo de excluidos, que clama al cielo y afecta fuertemente a nuestros hogares, nuestras ciudades y nuestras sociedades. Usando una frase significativa del reverendo Martin Luther King, podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo.
La fe nos dice que «el Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común» (Laudato si', 13). Como cristianos movidos por esta certeza, queremos comprometernos con el cuidado consciente y responsable de nuestra casa común.
Los esfuerzos realizados recientemente para reparar relaciones rotas y abrir nuevas puertas a la cooperación dentro de nuestra familia humana constituyen pasos positivos en el camino de la reconciliación, la justicia y la libertad. Me gustaría que todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta gran Nación apoyaran las iniciativas de la comunidad internacional para proteger a los más vulnerables de nuestro mundo y para suscitar modelos integrales e inclusivos de desarrollo, para que nuestros hermanos y hermanas en todas partes gocen de la bendición de la paz y la prosperidad que Dios quiere para todos sus hijos.
Señor Presidente, una vez más, le agradezco su acogida, y tengo puestas grandes esperanzas en estos días en su País. ¡Que Dios bendiga a América!


Radio vaticana

24.09 Papa Francisco visita Centro de Caridad - 2015

24.09 Papa Francisco visita el Congreso de los Estados Unidos de Norte America - 2015






24.09 Cuando el Papa hablo el Congreso Norteamericano - 2015

“Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos”.

En su visita al Congreso de los Estados Unidos, el Papa habló del diálogo entre países en conflicto. Francisco llega a USA pasando por Cuba. Y él es un protagonista en este diálogo iniciado entre Cuba y Estados Unidos. Por eso, aunque no haya pedido el levantamiento del embargo, entiendo que Francisco en este párrafo del discurso en el Congreso se refiere el tema cuando habló del diálogo entre países en conflicto. Dijo Francisco: “En tal perspectiva de diálogo, deseo reconocer los esfuerzos que se han realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las históricas diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado. Es mi deber construir puentes y ayudar lo más posible a que todos los hombres y mujeres puedan hacerlo. Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos. Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad. Un buen político es aquel que, teniendo en mente los intereses de todos, toma el momento con un espíritu abierto y pragmático. Un buen político opta siempre por generar procesos más que por ocupar espacios (cf. Evangelii gaudium, 222-223).”

Acabar con el tráfico de armas

En el párrafo siguiente y en el mismo marco del diálogo, el Papa dijo que “ser un agente de diálogo y de paz significa estar verdaderamente determinado a atenuar y, en último término, a acabar con los muchos conflictos armados que afligen nuestro mundo. Y sobre esto hemos de ponernos un interrogante: ¿por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero; un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente. Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas”.

REFLEXIONES EN FRONTERA, Para tu Radio jesuita Guillermo Ortiz - RV

23.09 Papa Francisco en Misa y Canonización de Fr. Junipero Serra





Junípero Serra, santo de la catolicidad y protector de los hispanos

(RV).- Con una multitudinaria participación de fieles, el Papa Francisco canonizó en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington, al franciscano español, que se considera como  primer santo hispano, en la nación estadounidense, en la que dentro de pocos años, la mitad de la población será de origen hispano. San Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988.
Después de la Santa Misa, en un breve y emocionado encuentro, el Papa Francisco saludó a una representación de las comunidades de nativos de California.
¡Oh Señor Jesús, nosotros somos solamente tus discípulos misioneros, tus humildes cooperadores para que venga tu Reino!
Con esta invocación en su  corazón el Papa Francisco, pidió la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, y también la de Fray Junípero y de los otros santos y santas americanos, para que lo conduzcan y guíen en sus  viajes apostólicos a América del Sur y a América del Norte. Lo dijo él mismo en su homilía de la Misa, en la Jornada de reflexión para la canonización de Junípero Serra, en el Pontificio Colegio Norteamericano, en Roma. (2 de mayo de 2015)
"Contemplamos el testimonio de santidad de Fray Junípero – uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, santo de la catolicidad y especial protector de los hispanos del país –, para que todo el pueblo americano descubra la propia dignidad, consolidando cada vez más la propia pertenencia a Cristo y a su Iglesia", deseó ese mismo día el Papa. Evocando su obra de evangelización, con  los primeros “12 apóstoles franciscanos” que fueron los pioneros de la fe cristiana en México, señaló que el mallorquín Fray Junípero fue protagonista de una nueva primavera evangelizadora en aquellas extensas tierras que, desde hacía doscientos años, habían sido alcanzadas por los misioneros provenientes de España, desde Florida hasta California.
Además del testimonio de santidad del que redactó el informe “Representación sobre la conquista temporal y espiritual de la Alta California”,  calificado como una Carta de los Derechos de los indios, el Papa Francisco puso de relieve, con  la vida y el ejemplo de Fray Junípero,  su impulso misionero y su devoción mariana: "sabemos que antes de regresar a California quiso ir a consagrar su vida a Nuestra Señora de Guadalupe, y a pedirle, para la misión que estaba por iniciar, la gracia de abrir el corazón de los colonizadores y de los indígenas".
"Que un impetuoso viento de santidad recorra el próximo Jubileo extraordinario de la Misericordia en todas las Américas". Confiando en la promesa hecha por Jesús, el Papa invitó a pedir a Dios esta particular efusión del Espíritu Santo.
"Pedimos a Jesús Resucitado, Señor de la historia, que la vida de nuestro continente americano se arraigue más y más en el Evangelio que ha recibido; que Cristo esté cada vez más presente en la vida de las personas, de las familias, de los pueblos y de las naciones".
Y que la mayor gloria de Dios se manifieste en "la cultura de la vida, en la fraternidad, en la solidaridad, en la paz, en la justicia, con amor preferencial y comprometido por los más pobres, a través del testimonio de los cristianos de las diversas comunidades y confesiones, de los creyentes de otras tradiciones religiosas y de los hombres de recta conciencia y de buena voluntad".
La celebración coincidió  con el mismo día en se cumplió el 90 aniversario de la colocación de la primera piedra del  santuario mariano tan amado en Estados Unidos, dedicado a la Inmaculada Concepción, patrona de esta nación. La Basílica ha sido visitada por el Papa Benedicto XVI, el Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.


Con el Papa Francisco en Estados Unidos, Cecilia de Malak, Radio Vaticano


“Supo salir para testimoniar la ternura de Dios”
el Papa en la Misa de canonización de Fray Junípero

(RV).- “Supo testimoniar en estas tierras la alegría del Evangelio, supo vivir lo que es la Iglesia en salida”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa de canonización de Fray Junípero Serra, en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, Washington, D.C.
Comentando los textos bíblicos que la liturgia presenta en ésta celebración, el Santo Padre recordó que la Palabra de Dios es “una invitación que golpea fuerte nuestra vida”. Una invitación, dijo el Papa que hace eco del deseo que todos experimentamos a llevar una vida plena, una vida con sentido, una vida con alegría. Hay algo dentro de nosotros, agregó, que nos invita a la alegría y a no conformarnos, a no resignarnos, a no caer en una resignación triste que poco a poco se va transformando en acostumbramiento, con una consecuencia letal: anestesiarnos el corazón.
Por ello, afirmó el Pontífice, es importante “preguntarnos, ¿cómo hacer para que no se nos anestesie el corazón? ¿Cómo profundizar la alegría del Evangelio en las diferentes situaciones de nuestra vida? La respuesta dijo el Papa, lo encontramos en las palabras de Jesús: ¡vayan!, ¡anuncien! La alegría del evangelio se experimenta, se conoce y se vive tan solo dándola, dándose.
“Porque la fuente de nuestra alegría, señaló el Obispo de Roma, nace de ese deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva”. La alegría el cristiano la experimenta en la misión: «Vayan a las gentes de todas las naciones» (Mt 28,19). La alegría el cristiano la encuentra en una invitación: Vayan y anuncien. La alegría el cristiano la renueva, la actualiza con una llamada: Vayan y unjan.
Hoy estamos aquí, afirmó el Sucesor de Pedro, “porque hubo muchos que se animaron a responder a esta llamada”. Somos hijos de la audacia misionera de tantos que prefirieron no encerrarse «en las estructuras que nos dan una falsa contención. Somos deudores de una tradición, de una cadena de testigos que han hecho posible que la Buena Nueva del Evangelio siga siendo generación tras generación Nueva y Buena.
“Y hoy recordamos a uno de esos testigos, subrayó el Pontífice, que supo testimoniar en estas tierras la alegría del Evangelio, Fray Junípero Serra. Supo vivir lo que es «la Iglesia en salida», esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de Dios”. “Aprendió a gestar y a acompañar la vida de Dios en los rostros de los que iba encontrando haciéndolos sus hermanos. Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, protegiéndola de cuantos la habían abusado”. «Siempre adelante». Esta fue la forma que Junípero encontró para vivir la alegría del Evangelio, para que no se le anestesiara el corazón.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)

Texto completo de la homilía del Papa Francisco




Palabras del Papa en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, Washington, D.C.

«Alégrense siempre en el Señor. Repito: Alégrense» (Flp 4,4). Una invitación que golpea fuerte nuestra vida. «Alégrense» nos dice Pablo con una fuerza casi imperativa.  Una invitación que se hace eco del deseo que todos experimentamos a de una vida plena, a una vida con sentido, a una vida con alegría. Es como si Pablo tuviera la capacidad de escuchar cada uno de nuestros corazones y pusiera voz a lo que sentimos y vivimos. Hay algo dentro de nosotros que nos invita a la alegría y a no conformarnos con placebos que siempre quieren contentarnos.
Pero a su vez, vivimos las tensiones de la vida cotidiana. Son muchas las situaciones que parecen poner en duda esta invitación. La propia dinámica a la que muchas veces nos vemos sometidos parece conducirnos a una resignación triste que poco a poco se va transformando en acostumbramiento, con una consecuencia letal: anestesiarnos el corazón.
No queremos que la resignación sea el motor de nuestra vida, ¿o lo queremos?; no queremos que el acostumbramiento se apodere de nuestros días, ¿o sí?. Por eso podemos preguntarnos, ¿cómo hacer para que no se nos anestesie el corazón? ¿Cómo profundizar la alegría del Evangelio en las diferentes situaciones de nuestra vida?
Jesús lo dijo a los discípulos de ayer y nos lo dice a nosotros hoy: ¡vayan!, ¡anuncien! La alegría del evangelio se experimenta, se conoce y se vive solamente tan solo dándola, dándose.
El espíritu del mundo nos invita al conformismo, a la comodidad; frente a este espíritu humano «hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo» (Laudato si’, 229). Tenemos la responsabilidad de anunciar el mensaje de Jesús. Porque la fuente de nuestra alegría «nace de ese deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva» (Evangelii gaudium, 24). Vayan a todos a anunciar ungiendo y a ungir anunciando.
A esto el Señor nos invita hoy y nos dice: La alegría el cristiano la experimenta en la misión: «Vayan a las gentes de todas las naciones» (Mt 28,19).
La alegría el cristiano la encuentra en una invitación: Vayan y anuncien.
La alegría el cristiano la renueva, la actualiza con una llamada: Vayan y unjan.
Jesús los envía a todas las naciones. A todas las gentes. Y en ese «todos» de hace dos mil años estábamos también nosotros. Jesús no da una lista selectiva de quién sí y quién no, de quiénes son dignos o no de recibir su mensaje, y su presencia. Por el contrario, abrazó siempre la vida tal cual se le presentaba. Con rostro de dolor, hambre, enfermedad, pecado. Con rostro de heridas, de sed, de cansancio. Con rostro de dudas y de piedad. Lejos de esperar una vida maquillada, decorada, trucada, la abrazó como venía a su encuentro. Aunque fuera una vida que muchas veces se presenta derrotada, sucia, destruida. A «todos» dijo Jesús, a todos, vayan y anuncien; a toda esa vida como es y no como nos gustaría que fuese, vayan y abracen en mi nombre. Vayan al cruce de los caminos, vayan… a anunciar sin miedo, sin prejuicios, sin superioridad, sin purismos a todo aquel que ha perdido la alegría de vivir, vayan a anunciar el abrazo misericordioso del Padre. Vayan a aquellos que viven con el peso del dolor, del fracaso, del sentir una vida truncada y anuncien la locura de un Padre que busca ungirlos con el óleo de la esperanza, de la salvación. Vayan a anunciar que el error, las ilusiones engañosas, las equivocaciones, no tienen la última palabra en la vida de una persona. Vayan con el óleo que calma las heridas y restaura el corazón.
La misión no nace nunca de un proyecto perfectamente elaborado o de un manual muy bien estructurado y planificado; la misión siempre nace de una vida que se sintió buscada y sanada, encontrada y perdonada. La misión nace de experimentar una y otra vez la unción misericordiosa de Dios.

La Iglesia, el Pueblo santo de Dios, sabe transitar los caminos polvorientos de la historia atravesados tantas veces por conflictos, injusticias, y violencia para ir a encontrar a sus hijos y hermanos. El santo Pueblo fiel de Dios, no le teme al error; le teme al encierro, a la cristalización en elites, al aferrarse a las propias seguridades. Sabe que el encierro en sus múltiples formas es la causa de tantas resignaciones.
Por eso, «salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo» (Evangelii gaudium, 49). El Pueblo de Dios sabe involucrarse porque es discípulo de Aquel que se puso de rodillas ante los suyos para lavarles los pies (cf. ibíd., 24).
Hoy estamos aquí, podemos estar aquí, porque hubo muchos que se animaron a responder a esta llamada, muchos que creyeron que «la vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad» (Documento de Aparecida, 360). Somos hijos de la audacia misionera de tantos que prefirieron no encerrarse «en las estructuras que nos dan una falsa contención… en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta» (Evangelii gaudium, 49). Somos deudores de una tradición, de una cadena de testigos que han hecho posible que la Buena Nueva del Evangelio siga siendo generación tras generación Nueva y Buena.
Y hoy recordamos a uno de esos testigos que supo testimoniar en estas tierras la alegría del Evangelio, Fray Junípero Serra. Supo vivir lo que es «la Iglesia en salida», esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de Dios. Supo dejar su tierra, sus costumbres, se animó a abrir caminos, supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades. Aprendió a gestar y a acompañar la vida de Dios en los rostros de los que iba encontrando haciéndolos sus hermanos. Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, protegiéndola de cuantos la habían abusado. Abusos que hoy nos siguen provocando desagrado, especialmente por el dolor que causan en la vida de tantos.
Tuvo un lema que inspiró sus pasos y plasmó su vida: supo decir, pero sobre todo supo vivir diciendo: «siempre adelante». Esta fue la forma que Junípero encontró para vivir la alegría del Evangelio, para que no se le anestesiara el corazón. Fue siempre adelante, porque el Señor espera; siempre adelante, porque el hermano espera; siempre adelante, por todo lo que aún le quedaba por vivir; fue siempre adelante. Que, como él ayer, hoy nosotros podamos decir: «siempre adelante».

12.11 Ayuda a PAX TV - Peru



VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE BALLET "ELOGIO A LA DANZA" - 2015

Ayudemos a PAX TV Perú 

Con la participación de extraordinarios bailarines de Cuba, EEUU y Perú (Ballet Joven de Lima), en magníficas interpretaciones: 
Espartaco, Cascanueces, El Corsario y la Suite de Don Quijote.

Día:    12 de Noviembre 2015
Hora:  07:30 pm
Lugar: GTN Gran Teatro Nacional en Lima
Modo: Teleticket



"NO DEJES DE ASISTIR Y AYUDA A PAX TV"
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24.09 Nuestra Señora de la Merced - 2015





FELIZ DÍA 
MADRE SANTÍSIMA DE LA MERCED

¡SALUDA A NUESTRA MADRE!


Un día como hoy 24 de setiembre, la venerada e histórica imagen de Nuestra Madre de la Merced de Lima fue coronada canónicamente con solemnidad en la ‪Plaza Mayor de ‪Lima el año 1921.

Fiesta Solemne
24 de Septiembre 2015

10:00 am Misa oficial
12.00 pm Misa de fiesta
03:30 pm Tradicional procesión
07:00 pm Acción de Gracias


Fiesta del Escapulario de Nuestra Madre
Domingo 27 de setiembre
09:00 am Misa solemne y procesión claustral




FIESTA DE NUESTRA MADRE DE LA MERCED
Año del IV Centenario de su Patrocinio 
sobre la Ciudad de Lima y el Puerto del Callao
 (1615 - 2015)



Virgen de las Mercedes
Conmemoracion: 24 de Septiembre

Este 24 de Septiembre nos unimos a la Orden religiosa de los Mercedarios en todo el mundo y saludamos a Nuestra Señora de las Mercedes, la que se apareció a San Pedro Nolasco, la que sostuvo a San Ramón Nonato y liberó a tantos cautivos. La llamamos de la Merced por haber usado de la máxima caridad con sus hijos más necesitados. En Ella ponemos a todos losque necesitan de una caricia maternal o de un latido se su corazón que liberan de todo tipo de esclavitud y dolor.

Para acercarnos a la devoción de Nuestra Señora de las Merced hay que trasladarse a la Europa de principios del siglo XII. El mar Mediterráneo estaba infestado de corsarios turcos y sarracenos, musulmanes fanáticos que asaltaban las embarcaciones, descendían en las costas, arrasaban casas y pueblos enteros, asesinaban, y, lo peor de todo, se lleva­ban cristianos al norte de África para venderlos como esclavos y hacerles apostatar de la fe.

Ante la impo­tencia de las naciones cristianas, será la Virgen María, --la de siempre, la que es el Auxilio de los Cristianos--, quien inter­venga, con mano suave, pero firme, y con corazón de Madre. Recordemos aquí ese episodio de la historia: A un comerciante rico de Barcelona le preguntan ansiosos sus familiares y amigos: “Pero, ¿qué estás haciendo, con eso de vender todos tus negocios y enseñar a ese grupo de muchachos a hacer lo mismo? ¿Metiéndote en esas embarcaciones de moros con tanto peligro? Y Pedro Nolasco, sin miedo ninguno, responde a todos: “Nada, ¿quieren ustedes venir también a rescatar de la morería a los cristianos que están esclavos? Necesito más voluntarios. “

A partir de allí, interviene la Virgen. Era la noche del 1 al 2 de Agosto de 1218. Estaba Pedro Nolasco en oración, cuando aparecen los primeros destellos de una luz celestial. Y empiezan a verse ángeles y más ángeles, que vienen rode­ando a una Señora hermosísima, la cual le sonríe amorosa, y le dice: “Lo que estás haciendo agrada mucho a Dios. No te desanimes. Yo te encargo ahora que fundes una Orden religiosa. Tus compañeros, imitando a mi Hijo Jesús, se entregarán a la salvación de sus hermanos, si es preciso hasta dándose en prenda por su rescate. Yo estaré con ustedes…”

Pronto se les agrega Ramón Nonato, valiente como ninguno. Se ordena de sacerdote, y mar­cha al norte del África a rescatar cautivos. Lo da todo, se queda sin un centavo, y se pregunta:- ¿Y qué hago ahora? El amor es ingenioso, y le dicta una resolución heroica. No pudiendo rescatar más esclavos, porque ya no tiene un centavo, se presenta decidido ante aquel dueño: “Aquí me tiene. Me vendo como esclavo. ¿Cuánto paga por mí?” El rico no suelta dinero, y le ofrece con desdén: “La libertad de otro esclavo. ¡Aceptado!”

Y, al convertirse Ramón en esclavo, se da con ardor a predicar a los otros cautivos la fe cristiana. Pero sus nuevos dueños, para que no hable más, le cierran la boca con un candado. Ocho meses dura su cautiverio y su martirio. Al llegar el dinero para su rescate, es liberado y devuelto a España. En Barcelona se le hace un recibimiento triunfal. Y el Papa Gregorio IX le llama para hacerlo Cardenal, aunque muere apenas inicia el camino hacia Roma.

Esta Orden aprobada en 1235 como orden militar por el Papa Gregorio IX, logró liberar a miles de cristianos prisioneros, convirtiéndose posteriormente en una dedicada a las misiones, la enseñanza y a las labores en el campo social. A partir del siglo XIII, el culto a Nuestra Señora de la Merced se extendió muy pronto por Cataluña y por toda España, por Francia y por Italia. Los mercedarios estuvieron entre los primeros misioneros de América.

Los Padres Mercedarios que llegaron al Perú junto con los conquistadores, no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso. Innumerables son los gestos que demuestran el cariño y la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona Nacional. La imagen que se venera en la Basílica de la Merced de Lima, Perú; fue entronizada a comienzos del siglo XVII.

En 1730, la Virgen de la Merced, fue proclamada "Patrona de los Campos del Perú". En 1823, fue nombrada “Patrona de las Armas de la República"; y el 24 de septiembre de 1921, conmemorándose el centenario de nuestra independencia, fue coronada solemnemente, recibiendo el título de "Gran Mariscala del Perú". Desde entonces, ha sido condecorada en muchas ocasiones y cada año el ejército del Perú, en su alta jerarquía militar le rinde homenaje el ejército del Perú, en su alta jerarquía militar.

Esta fiesta nos recuerda fehacientemente que mientras haya hombres, hermanos nuestros, esclavos de otros hombres, que los tiranizan injustamente, o que se han hecho ellos mismos cautivos de un vicio cualquiera siempre la Virgen de la Merced tendrá una palabra para ellos. Mientras haya una sola persona que sufre, la Virgen desempeñará su oficio de liberadora del dolor.

Hoy en día cuando alrededor nuestro aún son cautivos, tantos presos, que en las cárceles de nuestros países, no tienen condiciones de vida dignas de una persona humana, tantos niños que pululan por nuestras calles, sin hogar, sin esperanza, son cautivas tantas mujeres, que no acaban de liberarse de las mil esclavitudes a que se han visto sujetas durante siglos, y que esperan liberación, tantas personas en su propio hogar, cuando en él falta el amor, y falla el marido o fa­lla la esposa y madre, convirtiendo la casa en una cárcel o poco menos. ¿Y nosotros, cuán cautivos somos de nosotros mismos cuando no acabamos de romper lazos fuertes como sogas o finos como hilos de seda que nos impiden volar libres hacia Dios?

Hoy con corazón humilde y sincero acerquémonos a Nuestra Señora de la Merced, liberadora de cautivos y pidámosle que sea portadora de esa libertad y amor a tantos corazones cautivos…Que nos enseñe el modo de cooperar con Ella en esta tarea, ayudándonos a que su Hijo viva permanentemente en nosotros y así pueda liberar a nuestros hermanos.

Jesús te ama.

“Virgen y Señora nuestra de la Merced,
a ti suplicamos que, mediante tu maternal intercesión ante tu hijo Jesucristo,
nos alcances la verdadera libertad de los hijos de Dios
y nos hagas libres de cualquier esclavitud,
de modo que experimentemos en nosotros la alegría de la salvación.
Amén.”


26.09 Concierto "Dios ha amado tanto al Mundo" - M.Frisina -2015





CONCERTO

Marco Frisina



DIO HA TANTO AMATO IL MONDO


Direzione e commento

MARCO FRISINA


Coro

DIOCESI DI ROMA

Organo

ALESSANDRO CAPITANI


Sabato 26 settembre 2015
Basilica di Santa Cecilia in Trastevere


22 Piazza di Santa Cecilia, 00153 

ROMA



INGRESO LIBRE



La Noche del Profeta (Película documental acerca del Padre Pío).








La Noche del Profeta

 (Película documental acerca del Padre Pío).


martes, 22 de septiembre de 2015

Papa Francisco con la Comunidad Jesuita en La Habana - 2015


Canciones y vítores en la calle junto a la iglesia
El Papa saluda a sus hermanos jesuitas en La Habana
Un encuentro "afectivo e histórico" para la comunidad de la Compañía

Cuba, 21 de septiembre de 2015 a las 10:46
Tres niños dieron la bienvenida a Francisco con un ramo de rosas amarillas

El papa Francisco saludó hoy a sus hermanos jesuitas de la Compañía de Jesús en la iglesia donde esa orden religiosa tiene su sede en La Habana, durante una breve parada que no aparecía en el programa divulgado de su primera visita pastoral de cuatro días a Cuba.

Francisco hizo esa parada ante la iglesia Sagrado Corazón de Jesús en el traslado en papa-móvil desde el Palacio de la Revolución, donde se reunió con el presidente cubano, Raúl Castro, hasta la catedral de La Habana, donde ofició las vísperas.

Una entusiasta multitud, entre ellos un grupo de representantes de la Pastoral Juvenil Ignaciana, se congregó en las calles y en los alrededores de la Iglesia, donde aguardó al menos un par de horas por el paso del sumo pontífice, al que recibieron con canciones y vítores.

Tres niños de la comunidad de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola, que está ubicada en la barriada popular de Centro Habana, dieron la bienvenida con un ramo de rosas amarillas a Francisco, el primer papa latinoamericano, que además pertenece a orden de los jesuitas.

El pontífice argentino se acercó y bendijo a una joven discapacitada, también de esa comunidad católica, que le esperó en su silla de ruedas a las puertas del templo, en cuyos alrededores se reunieron centenares de personas y curiosos, algunos asomados en los balcones de edificios situados enfrente de la iglesia de la calle de Reina.

El jefe de la Iglesia católica se hizo fotos con sus hermanos de orden, departió brevemente con ellos y recibió algunos regalos, según refirió a Efe el superior de los jesuitas en la isla, el padre español Juan Miguel Arregui.

"Fue un encuentro muy emotivo, afectivo, de mucha emoción contenida, aunque fue muy rápido y para la comunidad jesuita fue un momento histórico, y nos animó a la misión de la Compañía en Cuba", señaló el religioso. Algunos fieles católicos como el joven Mario Raúl Arreri se manifestaron "muy contentos y orgullosos" con la visita del papa Francisco a la isla.

"Él es un paradigma de la Iglesia católica de los últimos tiempos y todos estamos llenos de esperanza y de misericordia como él mismo viene predicando como misionero", dijo Arreri, arquitecto que participó en la restauración de la iglesia de Reina, como se conoce entre los feligreses la sede de los jesuitas en La Habana.

Por su parte, otro joven católico, Ricardo Pérez, que vino desde la ciudad oriental de Camagüey, dijo que le impactaron algunas de las frases que expresó el papa este domingo en la misa que ofició en la Plaza de la Revolución de La Habana.

Francisco asistió después a la Plegaria de las Vísperas con sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas en la Catedral de La Habana, el penúltimo acto de su agenda de esta jornada que concluirá con un encuentro con jóvenes y el claustro del centro cultural "Padre Félix Varela".

(RD/Agencias)





Papa Francisco en Cuba - 2015

Papa Francisco con Raul Castro

Papa Francisco en La Habana - Cuba 2015







Castro regala al Papa Cristo sobre cruz hecha con remos en memoria de balseros

LA HABANA, 20 Sep. 15 / 09:26 pm (ACI).- Culminado su encuentro privado en el Palacio de la Revolución de La Habana esta mañana, el presidente de Cuba, Raúl Castro, obsequió al Papa Francisco un gran Cristo crucificado sobre una cruz hecha con maderos que simbolizan a los migrantes cubanos que mueren en el mar tratando de llegar a las costas de Estados Unidos.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, confirmó en conferencia de prensa que los remos del crucifijo simbolizan a los migrantes cubanos, muchos de los cuales mueren en el mar.

El crucifijo es obra del famoso artista cubano Kcho, que elaboró hace un año la cruz con los remos y añadió para esta ocasión la imagen de Cristo.

En el arte de Kcho el tema de los migrantes es constante.





El Papa Francisco ha realizado reiterados llamados a acoger a los migrantes y refugiados en distintos países del mundo, de forma particular ante el conflicto que se vive en Siria.


En una reciente entrevista con Radio Renascença el Papa recordó que “yo soy hijo de migrantes” y “sé lo que es la migración”.




El Papa regala a Fidel Castro recuerdos del sacerdote y ex maestro que pidió su conversión

LA HABANA, 20 Sep. 15 / 03:06 pm (ACI).- El Papa Francisco se reunió hoy con Fidel Castro y le hizo un regalo especial: un libro y dos CDs con homilías y canciones del P. Armando Llorente, el sacerdote jesuita español que fue su maestro de escuela y que pidió su conversión antes de morir.

El P. Llorente fue profesor y mentor de Fidel Castro en el Colegio de Belén de La Habana, donde el líder cubano estudió cuando tenía 16 años de edad.

En el año 2007, en una entrevista para la agencia Efe desde Miami donde se exilió, el sacerdote señaló que si "en algún momento de lucidez" Fidel Castro lo llamaba o pedía encontrarse con él, estaba dispuesto a ir "inmediatamente" para confesarle.

"Lo primero que haríamos sería darnos un abrazo tremendo, reírnos recordando las aventuras que tuvimos juntos, que fueron innumerables y muy bonitas" y después le diría: "Fidel, ha llegado el momento de la verdad", declaró a Efe.

El sacerdote aseguró que conservaba el anhelo de absolver a Castro si antes pedía "perdón públicamente, porque sus pecados no son sólo personales" y se arrepentía "de todo el mal que ha hecho".


Papa Francisco con Fidel Castro


El P. Llorente nació en España y era un joven novicio jesuita de 24 años cuando lo enviaron a Cuba en 1942 para completar su formación. Trabajó como maestro en el Colegio de Belén donde Castro fue su mejor alumno y se hicieron muy amigos.

En 1945, el sacerdote escribió al pie de su fotografía de estudiante en el libro escolar del Colegio de Belén: "Fidel Castro, madera de héroe, la historia de su patria tendrá que hablar de él".

El P. Llorente recordó a Efe que los años de escuela fueron los más felices de Fidel porque hasta entonces "no se había sentido querido por nadie", estaba lleno de "complejos y traumas" por saberse el hijo de una relación extramatrimonial de su padre, Ángel Castro, con Lina Ruz, quien trabajaba en su casa como sirvienta.

En diciembre de 1958, el P. Llorente llegó a la Sierra Maestra haciéndose pasar por ganadero, para entrevistarse con Castro durante la revolución. "Él me confesó que había perdido la fe, y yo le respondí: 'Fidel, una cosa es perder la fe y otra la dignidad'", recordó.

En esos años, el P. Llorente ayudó a establecer en la isla la Agrupación Católica Universitaria (ACU), un movimiento juvenil de inspiración jesuita, fundado en la década del '30. El sacerdote debió abandonar Cuba en 1961 por el acoso del régimen de Castro contra la Iglesia Católica y estableció ACU en Estados Unidos.

Vivió en Miami hasta su muerte el 28 de abril de 2010, a la edad de 91 años.

El Arzobispo de Boston, Cardenal Sean O'Malley, escribió tras su fallecimiento que el P. Llorente "dio más retiros en un año que la mayoría de los jesuitas dan en toda una vida. Tenía un gran don para inspirar a los jóvenes a ser muy activos en la Iglesia".

"Era un maestro elocuente de la espiritualidad ignaciana y la vida del Evangelio", indicó.






Y a los jóvenes que les dijo ?

LA HABANA, 20 Sep. 15 / 06:32 pm (ACI).- Como hizo en la Catedral de La Habana con los sacerdotes y religiosas, el Papa Francisco también decidió improvisar el discurso para el encuentro que sostuvo con los jóvenes de Cuba en el Centro Félix Varela. A continuación las palabras que el Santo Padre había preparado originalmente:

Queridos amigos:

Siento una gran alegría de poder estar con ustedes precisamente aquí en este Centro cultural, tan significativo para la historia de Cuba. Doy gracias a Dios por haberme concedido la oportunidad de tener este encuentro con tantos jóvenes que, con su trabajo, estudio y preparación, están soñando y también haciendo ya realidad el mañana de Cuba.

Agradezco a Leonardo sus palabras de saludo, y especialmente porque, pudiendo haber hablado de muchas otras cosas, ciertamente importantes y concretas, como las dificultades, los miedos, las dudas –tan reales y humanas–, nos ha hablado de esperanza, de esos sueños e ilusiones que anidan con fuerza en el corazón de los jóvenes cubanos, más allá de sus diferencias de formación, de cultura, de creencias o de ideas. Gracias, Leonardo, porque yo también, cuando los miro a ustedes, la primera cosa que me viene a la mente y al corazón es la palabra esperanza. No puedo concebir a un joven que no se mueva, que esté paralizado, que no tenga sueños ni ideales, que no aspire a algo más.

Pero, ¿cuál es la esperanza de un joven cubano en esta época de la historia? Ni más ni menos que la de cualquier otro joven de cualquier parte del mundo. Porque la esperanza nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. Sin embargo, eso comporta un riesgo. Requiere estar dispuestos a no dejarse seducir por lo pasajero y caduco, por falsas promesas de felicidad vacía, de placer inmediato y egoísta, de una vida mediocre, centrada en uno mismo, y que sólo deja tras de sí tristeza y amargura en el corazón. No, la esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Yo le preguntaría a cada uno de ustedes: ¿Qué es lo que mueve tu vida? ¿Qué hay en tu corazón, dónde están tus aspiraciones? ¿Estás dispuesto a arriesgarte siempre por algo más grande?

Tal vez me pueden decir: «Sí, Padre, la atracción de esos ideales es grande. Yo siento su llamado, su belleza, el brillo de su luz en mi alma. Pero, al mismo tiempo, la realidad de mi debilidad y de mis pocas fuerzas es muy fuerte para decidirme a recorrer el camino de la esperanza. La meta es muy alta y mis fuerzas son pocas. Mejor conformarse con poco, con cosas tal vez menos grandes pero más realistas, más al alcance de mis posibilidades». Yo comprendo esta reacción, es normal sentir el peso de lo arduo y difícil, sin embargo, cuidado con caer en la tentación de la desilusión, que paraliza la inteligencia y la voluntad, ni dejarnos llevar por la resignación, que es un pesimismo radical frente a toda posibilidad de alcanzar lo soñado. Estas actitudes al final acaban o en una huida de la realidad hacia paraísos artificiales o en un encerrarse en el egoísmo personal, en una especie de cinismo, que no quiere escuchar el grito de justicia, de verdad y de humanidad que se alza a nuestro alrededor y en nuestro interior.

Pero, ¿qué hacer? ¿Cómo hallar caminos de esperanza en la situación en que vivimos? ¿Cómo hacer para que esos sueños de plenitud, de vida auténtica, de justicia y verdad, sean una realidad en nuestra vida personal, en nuestro país y en el mundo? Pienso que hay tres ideas que pueden ser útiles para mantener viva la esperanza.

La esperanza, un camino hecho de memoria y discernimiento. La esperanza es la virtud del que está en camino y se dirige a alguna parte. No es, por tanto, un simple caminar por el gusto de caminar, sino que tiene un fin, una meta, que es la que da sentido e ilumina el sendero. Al mismo tiempo, la esperanza se alimenta de la memoria, abarca con su mirada no sólo el futuro sino el pasado y el presente. Para caminar en la vida, además de saber a dónde queremos ir es importante saber también quiénes somos y de dónde venimos. Una persona o un pueblo que no tiene memoria y borra su pasado corre el riesgo de perder su identidad y arruinar su futuro. Se necesita por tanto la memoria de lo que somos, de lo que forma nuestro patrimonio espiritual y moral. Creo que esa es la experiencia y la enseñanza de ese gran cubano que fue el Padre Félix Varela. Y se necesita también el discernimiento, porque es esencial abrirse a la realidad y saber leerla sin miedos ni prejuicios. No sirven las lecturas parciales o ideológicas, que deforman la realidad para que entre en nuestros pequeños esquemas preconcebidos, provocando siempre desilusión y desesperanza. Discernimiento y memoria, porque el discernimiento no es ciego, sino que se realiza sobre la base de sólidos criterios éticos, morales, que ayudan a discernir lo que es bueno y justo.

La esperanza, un camino acompañado. Dice un proverbio africano: «Si quieres ir deprisa, ve solo; si quieres ir lejos, ve acompañado». El aislamiento o la clausura en uno mismo nunca generan esperanza, en cambio, la cercanía y el encuentro con el otro, sí. Solos no llegamos a ninguna parte. Tampoco con la exclusión se construye un futuro para nadie, ni siquiera para uno mismo. Un camino de esperanza requiere una cultura del encuentro, del diálogo, que supere los contrastes y el enfrentamiento estéril. Para ello, es fundamental considerar las diferencias en el modo de pensar no como un riesgo, sino como una riqueza y un factor de crecimiento. El mundo necesita esta cultura del encuentro, necesita de jóvenes que quieran conocerse, que quieran amarse, que quieran caminar juntos y construir un país como lo soñaba José Martí: «Con todos y para el bien de todos».

La esperanza, un camino solidario. La cultura del encuentro debe conducir naturalmente a una cultura de la solidaridad. Aprecio mucho lo que ha dicho Leonardo al comienzo cuando ha hablado de la solidaridad como fuerza que ayuda a superar cualquier obstáculo. Efectivamente, si no hay solidaridad no hay futuro para ningún país. Por encima de cualquier otra consideración o interés, tiene que estar la preocupación concreta y real por el ser humano, que puede ser mi amigo, mi compañero, o también alguien que piensa distinto, que tiene sus ideas, pero que es tan ser humano y tan cubano como yo mismo.

No basta la simple tolerancia, hay que ir más allá y pasar de una actitud recelosa y defensiva a otra de acogida, de colaboración, de servicio concreto y ayuda eficaz. No tengan miedo a la solidaridad, al servicio, al dar la mano al otro para que nadie se quede fuera del camino.

Este camino de la vida está iluminado por una esperanza más alta: la que nos viene de la fe en Cristo. Él se ha hecho nuestro compañero de viaje, y no sólo nos alienta sino que nos acompaña, está a nuestro lado y nos tiende su mano de amigo. Él, el Hijo de Dios, ha querido hacerse uno como nosotros, para recorrer también nuestro camino. La fe en su presencia, su amor y su amistad, encienden e iluminan todas nuestras esperanzas e ilusiones. Con Él, aprendemos a discernir la realidad, a vivir el encuentro, a servir a los demás y a caminar en la solidaridad.

Queridos jóvenes cubanos, si Dios mismo ha entrado en nuestra historia y se ha hecho hombre en Jesús, si ha cargado en sus hombros con nuestra debilidad y pecado, no tengan miedo a la esperanza, no tengan miedo al futuro, porque Dios apuesta por ustedes, cree en ustedes, espera en ustedes.

Queridos amigos, gracias por este encuentro. Que la esperanza en Cristo su amigo les guíe siempre en su vida. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Que el Señor los bendiga.