Mensaje del 25 Octubre 2009
“Queridos hijos!
También hoy les traigo mi bendición y los bendigo a todos,
y los invito a crecer en este camino que Dios comenzó, a través de mí, para vuestra salvación.
Oren, ayunen y testimonien alegremente vuestra fe, hijitos,
y que vuestro corazón esté siempre colmado con la oración.
¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”