Pozo de los Magos
El llamado “Pozo de los Magos” es una gran cisterna próxima
al presbiterio que en la antigüedad atrajo la curiosidad de muchos peregrinos.
La tradición recuerda que en esta cisterna se reflejó la luz de la estrella que
indicaba a los Magos el lugar exacto del nacimiento del Mesías. Tal como
cuentan varios testimonios, la luz de la estrella permaneció impresa en el
pozo: “… en el lado septentrional de la gruta existe un pozo sin fondo, y en el
agua del pozo se ve la estrella que acompañó a los Magos” (monje Epifanio,
siglo IX).
Pozo de los Magos
De allí (Wilibaldo) marchó a Belén, donde “el buey conoció a
su dueño y el asno el pesebre de su Señor” (cf. Is 1,3). Al acercarse a aquel
pozo que antes había maravillado el oído (de todos), vio en la superficie del
agua la figura de una estrella que se movía de una orilla a otra; se trata de
la estrella que se les apareció a los magos cuando nació el Señor y les condujo
fuera de Belén a los trece días del nacimiento del Señor.
Cap. 12