“La fe es la mejor herencia que se puede dejar a los hijos”.
El Papa en la misa por el Bautismo del Señor
(RV).- “Queridos niños con alegría la Iglesia os da la
bienvenida”. El Papa Francisco celebró la Santa Misa el segundo domingo del
2016, fiesta del Bautismo del Señor, en la capilla Sixtina, donde también
administró el sacramento del Bautismo a 26 niños, quienes estaban acompañados
de sus padres y padrinos.
En un ambiente de ternura y mucha emoción, con algún llanto
de los bebés de fondo, el Papa Francisco preguntó a los padres qué nombre dan a
los niños, y qué quieren para sus hijos, a lo que los familiares contestaron
“la fe”. El Papa les recordó que pidiendo el bautizo de sus hijos se
comprometen a educarles en la fe, en la observación de los mandamientos, con el
fin de amar a Dios y al prójimo como Cristo nos enseñó.
El Santo Padre explicó que la fe es la mejor herencia que
los padres pueden dejar, “la fe va transmitida de generación en generación como
una cadena”, y añadió que estos niños en un futuro ocuparán el lugar de padres
con sus hijos y quedará “la fe que da el bautismo y que lleva el Espíritu Santo
en el alma de la vida de estos hijos vuestros”.
Esta tradición de que los niños sean bautizados por el
Pontífice, la instauró San Juan Pablo II y la siguió Benedicto XVI, quien como
dijo en la homilía del domingo 11 de enero de 2009, “con este sacramento el
recién bautizado se convierte en hijo adoptivo de Dios, objeto de su amor
infinito que lo tutela y defiende de las fuerzas oscuras del maligno, es
preciso enseñarle a reconocer a Dios como su Padre y a relacionarse con él con
actitud de hijo”.
Palabras del Papa Francisco en la homilía:
Cuarenta días después del nacimiento, Jesús fue llevado al
templo. María y José lo llevaron para presentárselo a Dios. Hoy, en la fiesta
del Bautismo del Señor, ustedes padres llevan a sus hijos para recibir el
Bautismo, para recibir eso que han pedido al inicio cuando yo les he hecho la
primera pregunta: la fe. “Yo quiero para mi hijo la fe”. Y así la fe se
transmite de una generación a otra, como una cadena a largo tiempo.
Estos niños, estas niñas, pasados los años, ocuparán su
lugar con otros hijos –sus nietos- y pedirán los mismo: la fe; la fe que nos da
el Bautismo; la fe que lleva el Espíritu Santo hoy en el corazón, en el alma,
en la vida de estos hijos, suyos. Ustedes han pedido la fe. La Iglesia cuando
les dará la vela encendida, les pedirá custodiar la fe en estos niños. Y al
final no olviden que la herencia más grande que ustedes pueden dar a sus hijos
es la fe, busquen que no se pierda, háganla crecer y dejarla como herencia.
Les deseo este día, a ustedes, que es un día alegre para
ustedes: les deseo que sean capaces de hacer crecer a estos niños en la fe, y
que la herencia más grande que ellos recibirán de ustedes sea justamente la
fe.
Y les digo solo, cuando un niño llora porque tiene hambre, a
las mamás las digo: “Si tu niño tiene hambre, dale de comer aquí con toda
libertad”.
Hermanos y hermanas elevemos al Padre, origen de fuente de
la vida, nuestra súplica por estos niños, llamados a la adopción filial en
Cristo Jesús, por sus padres, los padrinos y las madrinas y por todos los
bautizados.
(MZ-RV)
Y a ti cuando te bautizaron ?