Hoy celebramos la vida de San
Francisco Javier, misionero en la India, Japón y otros países asiáticos.
* Nacido como Francisco Jasso
Azpilicueta Atondo y Aznares, señor de Javier
Un hombre de éxito. Deportista,
inteligente, virtuoso, hay quien lo describe como apuesto y de buena familia,
lo único que le faltaba era el dinero. Javier tenía por delante una carrera
estelar, estudiando en la Sorbona y con alguna que otra influencia, podría
haber desempeñado una carrera eclesiástica que habría sido de mucho provecho
para él y su familia. Pero la vida de Javier está marcada por las casualidades,
como la de compartir habitación con Ignacio de Loyola en Paris o estar con él
en Roma cuando necesitaba enviar a alguien a las indias.
Si nos adentramos en su vida
daremos por bueno aquel dicho de que “Dios escribe derecho en renglones
torcidos”. Las situaciones se van sucediendo sin que él las busque, lo único
que intenta Javier es dar la respuesta más acertada, aunque en muchos momentos
para dar esta respuesta tiene que vencer muchas resistencias. Hay un punto en la
vida de este navarro, en el que deja de ser el capitán que marca la dirección
del barco en el que navega, para convertirse en un simple grumete que se deja
guiar por mares y tierras desconocidas, en donde en muchas ocasiones los únicos
compañeros de camino son los peligros y las penalidades, pero en donde
encuentra su sitio.
Nos encanta planificarlo todo,
marcar nuestras metas, pero lo inteligente lo de Dios, no es tenerlo todo
controlado sino el dar una respuesta a lo que se nos va presentando y una respuesta
que sea soñada, soñada por Dios para mí.
Están cordialmente invitados a la
misa Solemne por la fiesta de San Francisco Javier, uno de los misioneros más
notables de la iglesia y uno de los fundadores de la Compañía de Jesús. La misa
será el próximo jueves 3 de diciembre, a las 7.30 de la noche en nuestro templo.