FELIZ CUMPLEAÑOS
Hay cumpleaños de familiares o amigos. Y lo disfrutamos.
Pero porqué se celebra, para que se celebra.
Veamos pues cuál es su significado y su origen.
Cumpleaños:
El cumpleaños es el aniversario
de nacimiento de un ser vivo. En muchas culturas es costumbre celebrar el
cumpleaños, por ejemplo mediante una fiesta con amigos, en las que se dan
regalos al homenajeado. Las fiestas de cumpleaños son muy populares sobre todo
entre los niños. Son una oportunidad más para la socialización con los amigos y
la familia. En ella, es costumbre entregar regalos al anfitrión y comer una
Tarta o pastel al cual se le colocan velas, para que el cumpleañero sople y las
apague mientras los invitados cantan alguna canción de cumpleaños, siendo entre
las más populares Ay, qué noche tan preciosa en Venezuela, Cumpleaños feliz en
varios países y Las mañanitas en México y otros países de habla hispana.
Origen:
“Las varias costumbres que la
gente observa hoy día al celebrar sus cumpleaños se remontan a mucho tiempo
atrás en la historia. Nacen dentro del dominio de la magia y la religión. En la
antigüedad, las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta —con
las velas encendidas que la completan— tenían el propósito de proteger de los
demonios al que celebraba su cumpleaños, y de garantizar su seguridad durante
el año entrante. [...] Hasta el cuarto siglo, el cristianismo rechazó la
celebración de cumpleaños como una costumbre pagana.” (Revista Zeit und Welt,
suplemento del Schwäbische Zeitung, 3/4 de abril de 1981, pág. 4.)
La costumbre de rodear la tarta
de velas viene de la antigüedad. El círculo de velas formaba parte de un ritual
que protegía al homenajeado de los malos espíritus durante un año. Esto causó
durante años que la Iglesia Católica considerase que la celebración del
cumpleaños era un rito pagano. Fue hasta el siglo IV d. C. cuando se empezó a
difundir la fiesta de la Navidad como cumpleaños de Cristo, el 25 de diciembre
en occidente y el 6 de enero en oriente. Esto hizo que, con el tiempo, también
los cristianos festejaran sus propios cumpleaños uniéndose al de su Salvador
(restos de este sentido cristiano del cumpleaños queda en una antigua tradición
alemana que ponía en las tortas de cumpleaños la cantidad de velas que
correspondían a la cantidad de años del cumpleañero más una vela grande que era
la "luz de la vida" o la "luz de Cristo").
Con el ascenso del cristianismo,
la tradición de celebrar los cumpleaños cesó por completo. Para los primeros
seguidores de Cristo, oprimidos, perseguidos y martirizados por judíos y
paganos, y que creían que los niños entraban en este mundo manchadas ya sus
almas por el pecado original de Adán, el mundo era un lugar duro y cruel, en el
que no había razón para celebrar el cumpleaños de nadie.
Actualmente, sólo los testigos de
Jehová son quienes conservan la tradición cristiana antigua de no celebrar
cumpleaños por considerarlo contrario a sus principios, es decir, un ritual
pagano. Génesis 40:20; Mateo 14:6; Marcos 6:21
“La noción de una fiesta de
cumpleaños era muy ajena a las ideas de los cristianos de este período en
general.” (The History of the Christian Religion and Church, During the Three
First Centuries [La historia de la religión y la iglesia cristianas, durante
los primeros tres siglos], Nueva York, 1848, por Augustus Neander, traducida al
inglés por Henry John Rose; pág. 190.)
Los historiadores de la Iglesia
interpretan muchas referencias cristianas primitivas a los aniversarios como el
paso a la otra vida, El aniversario de un santo no es aquel en que nacieron en
la carne, sino aquel en el que mueren. Había otra razón por la que los primeros
Padres de la Iglesia predicaban contra la celebración de los cumpleaños. Ellos
consideraban estas festividades, originadas entre egipcios y griegos, como
reliquias de las prácticas paganas.
“Los hebreos de más tarde
consideraban la celebración de cumpleaños como parte de la adoración
idolátrica, un punto de vista que sería abundantemente confirmado por lo que
veían de las costumbres comunes que estaban asociadas con estos días.” (The Imperial Bible-Dictionary,
Londres, 1874, redactado por Patrick Fairbairn; tomo I, pág. 225.)
En el año 245 d.C., cuando un
grupo de antiguos historiadores cristianos trató de fijar la fecha exacta del
nacimiento de Cristo, la Iglesia católica consideró sacrílega esta
investigación, proclamando que sería pecaminoso celebrar el nacimiento de
Cristo como si fuese un faraón.
Los griegos creían que toda
persona tenía un espíritu protector, o daemon, que estaba presente el día de su
nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una
relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. Los
romanos también aceptaban esta idea. [...] Esta idea fue transmitida al campo
de las creencias humanas y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada
madrina y el santo patrón. [...] La costumbre de las tortas o bizcochos con las
velas encendidas comenzó con los griegos [...] Se ponían sobre los altares del
templo de [Artemis] tortas redondas como la luna, hechas con miel, que tenían
cirios encendidos. [...] La creencia folklórica es que las velas de cumpleaños
están dotadas de magia especial para conceder deseos. [...] Los cirios
encendidos y los fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un
significado místico especial desde el tiempo en que el hombre comenzó a erigir
altares a sus dioses. De modo que las velas de cumpleaños rinden honra y
tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena suerte. [...]
Los saludos de cumpleaños y las felicitaciones son parte intrínseca de esta
fiesta. [...] Originalmente la idea estaba arraigada en la magia. [...] Los
saludos de cumpleaños tienen poder para bien o para mal porque en este día uno
está más cerca del mundo de los espíritus. (The Lore of Birthdays, New York, 1952, Ralph y Adelin Linton, pag.
8,18-20).