La plena comunión entre la Iglesia católica y la Iglesia anglicana ha protagonizado el diálogo ecuménico desde el Concilio Vaticano II. La meta final es que las dos Iglesias celebren juntas los mismos sacramentos y tengan los mismos pastores.
Como la Iglesia Anglicana nació fruto de un cisma protagonizado por el rey Enrique VIII y no de una herejía, a pesar de la profunda división, los católicos y los anglicanos tienen más cosas en común de lo que se piensa.
Sin embargo, ambas confesiones entablaron esta fase del diálogo ecuménico porque existen tres importantes diferencias entre católicos y anglicanos: primero, la ordenación de mujeres como sacerdotes y obispos, después, varias cuestiones morales; y por último, el papel del Papa en la Iglesia.
El reverendo Bill Franklin asegura que ya se ha resuelto aproximadamente el 90% de las diferencias que nacieron en los años de la Reforma protestante. Ahora espera que se resuelva el 10% restante.
Rev. Bill Franklin
Director Asociado de la Academia Americana (Roma)
Creo antes o después se resolverán, igual que hemos resuelto los demás problemas. Pero llevará su tiempo. Hay que ser pacientes. Son muy importantes la amistad y las buenas relaciones entre ambas Iglesias. Y es importante no darse por vencidos demasiado pronto en el campo ecuménico.
El diálogo ecuménico ha dejado de ser una opción y se ha convertido en algo habitual. El último capítulo es la buena reacción del líder anglicano a la decisión del Papa de crear ordinariatos personales para acoger anglicanos en la Iglesia Católica. Un paso mucho más que positivo en el diálogo ecuménico entre las dos Iglesias.
Por: romereportsesp