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Domingo de Ramos con Maria 2018

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jueves, 16 de enero de 2014

Homilia del II Domingo del Tiempo Ordinario - A


Cordero de Dios que limpia el pecado del mundo


Evangelio del Domingo 19 de Enero del 2014

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34):
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»

Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Palabra del Señor




EL CORDERO QUE QUITA LOS PECADOS

Mateo 4,12-23

Estimados amigos, bienvenidos a nuestra cita dominical. Hoy nos reunimos para celebrar el 2°. Domingo del Tiempo Ordinario del ciclo A. Aunque parezca mentira, ya estamos nuevamente en un nuevo año y nuevamente repitiendo el ciclo litúrgico de tres años. Y ahora nos trasladamos al pasaje evangélico.

Las riberas del Jordán se habían visto durante meses atestadas de gente que iban y venían a bautizarse en esa agua que Juan Bautista daba a todos los que querían renovar, cambiar su vida. Jesús, como hemos visto, también se hizo bautizar. Pero al ver que viene otra vez Jesús, Juan se le queda mirando y dice a los circunstantes:

«! Miren este es el cordero de Dios! Él es quien quita el pecado del mundo!»

Los discípulos miraron a Jesús y se quedaron extrañados de un hablar tan semejante. ¿Quién es este Jesús de quien habla Juan?»

Pero Juan no se calla, y sigue diciendo maravillas de aquel treintañero venido de Nazaret:

Después de mi viene uno que es mucho más que yo, y tiene que pasar adelante. Yo estoy aquí solamente para darlo a conocer en Israel. iA Él, a Él es a quien tienen que mirar y seguir!

Yo he visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma y posarse sobre Él

- Si., el mismo Dios que me mandó venir a bautizar con agua, me tenía dicho: Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu, ese es el que tiene que venir y bautizar en el Espíritu Santo. Y yo les aseguro que este es el Hijo de Dios. Ya les dije que yo no era el Cristo. Ese Jesús debe crecer, y yo debo disminuir.

El evangelista San Juan que nos narra estas escenas, esta haciendo una teología muy profunda. Sabe interpretar las palabras de Juan el Bautista, y nos viene a decir;

- ¿Jesús?..! Es ese misterioso personaje de quien nos habla el profeta Isaías, que irá obediente hasta la cruz y nos redimirá con su sangre! Jesús es quien va a eliminar el pecado del mundo!

- … Es el cordero que mataron nuestros antepasados en Egipto, y por Él se vieron libres de la esclavitud del faraón y de todos los que les oprimían. Es el verdadero Cordero pascual.

- ¿Jesús?.. El cargará sobre Sí todos nuestros pecados, y con su muerte nos librará de toda esclavitud, igual que el cordero libró de la esclavitud de Egipto a nuestros padres.

- ¡ es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y así nos trae la auténtica liberación!

Como vemos, Jesús es el libertador enviado por Dios. La lástima es que nosotros nos hemos empeñado en hacerlo un Libertador a nuestro gusto, y no lo miramos como el Libertador de Dios. El hombre moderno, con el dominio que tiene de la naturaleza, quiere ser el libertador de todos los males que aquejan al mundo. Cuando Dios hablaba de su Libertador, se refería a aquel que quitaría el pecado del mundo, al que nos libraría de la esclavitud de Satanás y de la condenación que esperaba al hombre culpable. Hoy el hombre piensa y dice;

Hay que librarse de la guerra, de los campos de concentraci6n, de la opresión de los dictadores, del hambre, del analfabetismo, de la enfermedad, de la contaminación del ambiente.

¡ Muy bien dicho! porque Dios no quiere ninguna de esas esclavitudes. Pero lo malo es que el hombre se apoya solo en sus propias fuerzas y deja de lado el auxilio del Señor. Puro humanismo. Por eso el hombre pone su ilusión en la técnica y reza poco. Otros, dentro de la misma Iglesia, llevan la Liberación al terreno económico y político. ¡Muy bien también! porque Dios no tolera la injusticia y la opresión. Pero, ¿por qué no se mira antes, y sobre todo, a la Liberación del pecado, cuyas consecuencias son mucho peores que todos los demás males juntos?

La liberación que nos trae Jesucristo es la Liberación total. Liberación de los males que padece la comunidad de los hombres en el terreno social, es cierto. Sin embargo, todo el plan salvífico de Dios empieza y termina con la Liberación del pecado, que nos llevaría a la perdida de la vida eterna. Todo lo demás queda subordinado a esta liberación primera, capital, trascendente, porque pasan las fronteras de este mundo.

¡Señor Jesucristo! Líbranos de todos los males. ¡De todos! … del hambre, de la enfermedad, de la injusticia, de la opresión, Pero, más que nada, líbranos de la culpa, que atenaza a tantos hombres. Tu nos quieres libres, ¿por qué vamos a ser esclavos?… Tú, que eliminas el pecado, mantén limpias nuestras almas,.. ¡Señor Jesucristo! Líbranos de todos los males. ¡De todos! … del hambre y de la enfermedad…., líbranos Señor…

Pero lo más importante es

Y bien amigos, así terminamos nuestra breve motivación a la reflexión dominical. Ahora viene tu parte. Toma ahora en tus manos el texto del evangelio. Recuerda, Juan 1,29-34; Y trata de sentir el mensaje que Dios te quiere dar hoy día. Te dejo pues con el Señor, Y conmigo será hasta el próximo domingo.

icon for podpress  EL CORDERO QUE QUITA LOS PECADOS - A08
Comentario a la Liturgia de los Domingos por el Padre Javier San Martín SJ

http://faculty.shc.edu/jsanmartin/