Publicado el 27/01/2014 por Roma Reports
Tras el ángelus del domingo, Francisco junto a dos niños liberó dos palomas blancas desde su ventana del Palacio Apostólico para pedir la paz. Pocos instantes después, las palomas fueron atacadas por un cuervo negro y por una gaviota. La historia tiene final feliz: consiguieron liberarse de sus atacantes y volar libres. Una escena similar se produjo el año pasado cuando Benedicto XVI también soltó palomas desde la ventana del Palacio Apostólico.