Lucas 11, 1-13
25 de julio 2010
ESTIMADOS AMIGOS:
Bienvenidos a nuestro encuentro dominical para celebrar juntos el Día del Señor. Hoy la Iglesia celebra el domingo decimoséptimo del tiempo ordinario, y presenta para nuestra reflexión y comentario un pasaje del evangelista San Lucas:
“¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan le dará una
piedra o si le pide un huevo le dará un escorpión? Pidan y se les dará,
llamen y se les abrirá”.
Quienes han comprendido esta filosofía del evangelio han hecho verdaderos milagros en su vida.
Uno de ellos fue el P. Alberto Hurtado de Chile. Su trabajo le llevaba a encontrarse con tantos vestidos de hambre, de soledad, de miseria y abandono pero al mismo tiempo se sentía contento de ver que hay un padre que esta dispuesto a amar, que hay un bolsillo dispuesto a dar, un corazón dispuesto a acariciar.
Señor, contento
todos tenemos un Dios que amar
pero hay tantos hijos sueltos
vestidos de hambre y de soledad
siempre hay en algún bolsillo
alguna caricia para donar
una frase dulce, cinco ternuras
o el gran placer de podernos dar.
Padre Hurtado, Padre Hurtado, Padre del pan y el abrazo
Padre de un Chile olvidado que ha crecido de su mano,
hay que dar hasta que duela porque Cristo esta en tus venas…
Y esto nos anima a pedir. Sin embargo, en esto de pedir siempre hay un peligro, ya que se puede pensar que la vida consiste en pedir, en recibir, en exigir. Y esta no es la idea del Señor. Porque hay algo más importante que recibir, exigir y pedir, y es el poder ser millonario para dar.
Creí llorar, creí vivir,
creía soñar mientras ganaba mil a mil
creí crecer, creí sentir
creía que el mundo era solo recibir..
Jamás se me ocurrió pensar
que todo lo que Dios me da
tal vez me lo esta dando… para ti
El éxito de la vida es, pues, llegar a ser millonario del amor, para poder dar como Dios da, sabiendo que todo lo que Dios da no es para beneficio egoísta personal sino para los demás. Solo así, el P. Hurtado se pudo transformar en un millonario del amor y pudo hacer de su casa un hogar para todo un país.
A fuerza de esperanza
su mano tierna
su vocación
su sonrisa alegre
su voz que puede mover el mundo
a fuerza de amor,
Contento, Señor contento
Ud. se fue sin decir adiós.
Tal vez porque ya sabía
Que volvería en santo de Dios
Su hogar ya no es una casa
Ni un pan ni un lecho ni una oración
Es Chile que canta para decirle
Su hogar ya es nuestro corazón
Padre Hurtado, Padre Hurtado …
Es verdad que necesitamos cosas, que necesitamos un equipaje para andar por la vida. Sin embargo, esta latente el peligro de tener ambición de las cosas. Ojo, nos debemos contentar con lo mínimo, porque la puerta del cielo es pequeña y estrecha y para entrar las muchas cosas estorban:
Tanto equipaje no te deja andar
Te quita vida, tiempo y paz
Llegas al mundo n desnudez total
Y cuando de él te marchas
Lo que tienes siempre vuelve a su lugar
Por eso no te canses de cargar
Tanto bagaje puede hacerte mal
El cielo tiene un pequeño portal
Y mientras más liviano llegues
Te será más fácil ingresar
Ohh…
En el ambiente hay un grito que clama ayuda, es obligación nuestra escucharlo, atenderlo y amarlo. El verdadero padre es el que escucha el pedido del otro como el de un hijo:
Deme un poquito de agua
deme un poquito de pan
quisiera sentirme aún más cerca
y conocer su bondad ….
Y bien amigos, así terminamos nuestra reflexión dominical. Los textos de las canciones han sido tomados del Compact Disc “PADRE HURTADO” de Gabriel Mendoza, a quien agradecemos muy sinceramente. Recibe un abrazo y mi bendición y te invito el próximo domingo.
Escrito por Padre Javier san Martin SJ
FELICES FIESTAS PATRIAS
PERU