HACIA LA CONCLUSIÓN DEL AÑO SACERDOTAL
Queridos Presbíteros:
La Iglesia goza de inmensa alegría por el Año Sacerdotal y agradece al Señor el haber inspirado al Santo Padre su proclamación. Todas las informaciones que llegan a Roma sobre las numerosas y múltiples iniciativas, organizadas por las Iglesias locales en el mundo entero para la realización de este año especial, son la prueba de que éste ha sido muy bien acogido y – podemos decir – que ha respondido a un verdadero y profundo deseo de los presbíteros y de todo el pueblo de Dios. Era hora de dar una atención especial, de reconocimiento y de voluntariedad al grande, trabajador e insustituible Presbiterio y a cada uno de los presbíteros de la Iglesia. …/
/…Queridos sacerdotes, el Papa os invita de todo corazón a venir a Roma para dicha conclusión los días 9, 10 y 11 del próximo junio. ¡Que vengáis de todos los países del mundo! De los países más cercanos a Roma se espera miles y miles de vosotros, ¿no es verdad? Entonces, no rechacéis la fuerte y cordial invitación del Santo Padre. Venid y Dios os bendecirá. El Papa quiere confirmar a los presbíteros de la Iglesia. La numerosa presencia de todos en la Plaza de San Pedro llegará a ser una forma propositiva y responsable de los presbíteros a presentarse, prontos y sin temores, para el servicio en favor de la humanidad, que Jesucristo os ha entregado. Vuestra presencia visible en la plaza será una proclamación, ante el mundo actual, del vuestro envío a este mundo, no para condenarlo sino para salvarlo (cfr. Jn. 3, 17 y 12, 47). En tal contexto, el gran numero de presencias tendrá un significado especial.
Entorno a la presencia numerosa de presbíteros en la conclusión del Año Sacerdotal, en Roma, existe todavía un motivo particular, que hoy se coloca en el corazón de la Iglesia. Se trata de ofrecer a nuestro amadísimo Papa Benedicto XVI nuestra solidariedad y nuestro apoyo, nuestra confianza y nuestra comunión incondicionada ante los frecuentes ataques, que se dirigen contra su Persona en el momento actual en el ámbito de las decisiones acerca de los clérigos, que han incurrido en delitos sexuales contra menores. Las acusaciones contra el Papa son evidentemente injustas, y se ha demostrado que nadie ha hecho tanto como Benedicto XVI para condenar y combatir correctamente tales crímenes. Por eso, la presencia masiva de presbíteros en la plaza con el Papa será un fuerte señal de nuestro decidido rechazo a los injustos ataques de los que es víctima. Así pues, venid también para apoyar públicamente al Santo Padre.
La conclusión del Año Sacerdotal no será un final, sino más bien un nuevo inicio. Nosotros – el Pueblo de Dios y los pastores – queremos dar gracias al Señor por este tiempo privilegiado de oración y de reflexión sobre el sacerdocio. Al mismo tiempo, nos proponemos ser siempre más atentos a todo aquello que el Espíritu Santo quiere comunicarnos. Mientras, volveremos al ejercicio de nuestra misión en la Iglesia y en el mundo, con renovada alegría y con el convencimiento de que Dios, Señor de la historia, permanece con nosotros en los momentos de crisis y en los nuevos tiempos.
La Virgen María, Madre y Reina de los sacerdotes, interceda por nosotros y nos inspire en el seguimiento de su Hijo Jesucristo, Nuestro Señor.
Roma, 12 de abril de 2010
http://www.clerus.org/clerus/dati/2010-04/13-13/LA_CONCLUSIONE_DELL