Arzobispo peruano convoca
a sacerdotes a confesar “24 horas para el Señor” a pedido del Papa
PIURA, 06 Mar. 2014 /
11:06 pm
(ACI/EWTN Noticias).- El
Arzobispo de Piura (norte del Perú), Mons. José Antonio Eguren, exhortó a los
sacerdotes de su arquidiócesis a acoger el pedido del Papa Francisco para
realizar la Jornada “24 horas para el Señor”, atendiendo ininterrumpidamente
por un día completo a las personas que se acerquen al sacramento de la
Reconciliación, y delegó a los sacerdotes la facultad de absolver del pecado
del aborto durante la Cuaresma y hasta el Domingo de Pascua de la Resurrección
del Señor.
Las “24 horas para el
Señor” a realizarse a partir de las 5 p.m. del viernes 28 de marzo hasta las 4
p.m. del sábado 29 de marzo, es una invitación del Santo Padre a través del
Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, y que el mismo Pontífice
también lo hará en Roma (Italia).
Para unirse a esta jornada
se les pide a los sacerdotes que inicien con una liturgia breve y concluir con
la exposición del Santísimo Sacramento.
El Arzobispo, en su
reflexión en la circular enviada a los sacerdotes de sus diócesis, que la
cuaresma “es un tiempo especial de purificación y de renovación de la vida
cristiana para poder participar con mayor plenitud y gozo del misterio pascual
de Cristo”.
Les recordó que en la
confesión tienen un “valioso don que ofrecer a nuestros hermanos en nombre del
Señor” y que Cristo les confió por
tanto, expresó Mons. Eguren, “somos por voluntad del Señor los únicos ministros
del sacramento de la penitencia, sacramento que restablece la amistad con Dios
y con los hijos de su familia, que es la Iglesia”.
Pidió que se dediquen con
generosidad a confesar y en horarios más amplios “dediquemos más tiempo a oír
confesiones”, como el Santo Cura de Ars, que “durante largo tiempo del día
permanecía sentado en el confesionario, prisionero de los pecadores. De ahí que
sufriera de una serie de hernias muy dolorosas”.
El Prelado también invitó
a los sacerdotes a no olvidarse de la “necesidad de confesar sus propios
pecados y debilidades”, como recordaba recientemente el Papa Francisco “En un
sacerdote que no se confiesa o se confiesa mal, su ser como sacerdote y su
ministerio se resentirían muy pronto, y se daría cuenta también la comunidad de
la que es pastor”.
Al finalizar, Mons.
Euguren encomendó la ciudad “a María Santísima, la Madre dolorosa que estuvo al
pie de la cruz de su Divino Hijo, viendo cómo la obra de nuestros pecados era
perfectamente reconciliada por el desbordante amor salvífico de Jesús
crucificado, que nos alcance de su Hijo ver los frutos de una mayor conversión
y santificación nuestra y de nuestros hermanos por medio de una práctica más
convincente y generosa del sacramento de la reconciliación durante la Cuaresma
2014”.
Mons. José Antonio Eguren. Foto: Arzobispado de Piura |