Viernes 26.02.2010, p. a43
Vancouver. La surcoreana Yu-Na Kim pasó a la historia del patinaje artístico individual en los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver al obtener la medalla de oro, la primera para su país en esta prueba, donde sus compatriotas destacan más en la pista corta y la velocidad. La campeona mundial, de 19 años, una de las deportistas mejor pagadas del orbe, terminó primera con 228.56 unidades. La japonesa Mao Asada, con 205.50 y la canadiense Joannie Rochette, con 202.64 unidades, se quedaron con la plata y el bronce, respectivamente, anoche en el Pacific Coliseum.
http://www.jornada.unam.mx/2010/02/26/index.php?section=deportes&article=a43n2dep
Vancouver. La surcoreana Yu-Na Kim pasó a la historia del patinaje artístico individual en los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver al obtener la medalla de oro, la primera para su país en esta prueba, donde sus compatriotas destacan más en la pista corta y la velocidad. La campeona mundial, de 19 años, una de las deportistas mejor pagadas del orbe, terminó primera con 228.56 unidades. La japonesa Mao Asada, con 205.50 y la canadiense Joannie Rochette, con 202.64 unidades, se quedaron con la plata y el bronce, respectivamente, anoche en el Pacific Coliseum.
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COREA: LOS CATÓLICOS DAN LA BIENVENIDA A “SU” PATINADORA DE “ORO” EN VANCOUVER
Alegría de toda la nación
SEÚL, miércoles 10 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Los católicos coreanos comparten con sus compatriotas la alegría de la patinadora Kim Yu-na, católica y estrella de los Juegos Olímpicos de Vancouver, informó “Eglises d'Asie” (EDA), la agencia de las Misiones extranjeras de París.
El pasado 23 de febrero, en el Pacific Coliseum de Vancouver, la joven Kim Yu-na, de 19 años, se persignó con el signo de la cruz tras la breve exhibición que le conduciría a la medalla de oro, que obtuvo dos días más tarde.
Corea del Sur vio así la consagración de su primera campeona de patinaje artístico y los católicos sur-coreanos se alegraron de ver su fe así mostrada ante millones de telespectadores.
En su país, donde es una verdadera estrella, Kim Yu-na y sus actos son examinados con lupa por los medios de comunicación.
La joven lleva un anillo denario en un dedo de su mano, y numerosos fans lo han tomado por un anillo de boda o una alianza. Televisiones y radios han tenido que explicar el uso y el significado del denario.
Kim Yu-na, que vive y entrena en Canadá desde el año 2007, se convirtió al catolicismo hace unos años y fue bautizada en la fe católica junto a su madre en mayo de 2008.
Su padre y su hermana mayor no son practicantes. Desde su bautismo, la joven campeona, que ha tomado Estrella como nombre de bautismo, lleva un denario y se persigna durante las competiciones.
Para el secretario de la comisión para las comunicaciones sociales de la conferencia de los obispos católicos de Corea, el padre Ignatius Kim Min-soo, “el hecho de que estrellas tan populares como Kim Yu-na se persignen en público puede, indirectamente, ayudar a la Iglesia en su obra de evangelización”.
“Los católicos se ven reforzados en su identidad y los no católicos se pueden ver influidos”, afirmó.
Entre los muchos mensajes dirigidos a la figura deportiva, se encuentra el del cardenal Nicholas Cheong Jin-suk, arzobispo de Seúl.
“Estrella Kim ha llegado al corazón de todos los coreanos y les ha dado mucha felicidad porque ha superado diversas dificultades y ha dado lo mejor de sí misma”, indicó el purpurado.
El cardenal también felicitó a otra campeona católica de los Juegos Olímpicos de invierno de Vancouver, Lydia Park Seung-hi (dos medallas de bronce).
Y deseó que “muchos jóvenes encuentren confianza y esperanza a través de los logros de Estrella Kim”.
En Corea del Sur, los cristianos representan una minoría de en torno al 30% de la población, de los cuales dos tercios son protestantes y un tercio, católicos (es decir, 5 millones de fieles).
http://www.zenit.org/article-34580?l=spanish