Arequipa: Catedral exhibe con éxito sus tesoros religiosos
Entre sus reliquias cuenta con una custodia de 1,50 metros de alto adornada con amatista y diamantes.
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11 agosto 2013
La Catedral de Arequipa, construida íntegramente con sillar y decorada con mármol de Carrara, exhibe desde el año pasado sus más valiosos tesoros.
En la sala denominada Del Tesoro, destaca en una enorme urna de cristal un relicario de plata pura que tiene la forma de un pelícano.
El museo también alberga una custodia de 1.50 metros de alto ubicada en la segunda sala. La parte superior que representa el resplandor es de oro macizo y la parte baja es de plata bañada en oro y está adornada con amatista y diamantes.
Se le conoce como La Moratilla, pues fue fabricada por Francisco de Moratilla, uno de los joyeros de la reina Isabel II, de España.
Si quieres conocer estas joyas, puedes acercarte a la Plaza de Armas de la Ciudad Blanca, donde se ubica la catedral. El horario de atención es de lunes a sábado de 10 a.m. a 5 p.m.
Cada año, el jueves posterior a la celebración de la Santísima Trinidad se realiza la Solemnidad del Corpus Christi. En esta única fecha, la población puede observar la custodia llamada "La Moratilla", por el perímetro de la Plaza de Armas de Arequipa.
La Moratilla´ fue elaborada en España entre los años 1849 y 1850.
Según la historia "La Moratilla", celosamente guardada en el museo de la Catedral, llegó a Arequipa el 12 de mayo de 1852 y este año fue restaurada por personal especializado.
Esta valiosa joya de la iglesia arequipeña mide un metro y medio y guarda la hostia consagrada de la Solemnidad del Corpus Christi, y en su base están las figuras de los cuatro evangelistas.
La custodia fue fabricada por uno de los joyeros de la reina española Isabel II: Francisco de Moratilla.
Su primera salida se realizaría en el Congreso Eucarístico de 1940.
El Obispo Goyeneche mandó a confeccionar en Madrid, en el taller de Don Francisco de Moratilla ( joyero de la reina de España Isabel II) una custodia que, trabajada en estilo gótico y con el uso de filigrana de oro, oro macizo y gran cantidad de piedras preciosas, fue entregada en 1850, para admiración de los madrileños que la vieron expuesta y de los arequipeños que crearon la expresión popular "¿quién hizo la maravilla? Moratilla".
Estudio reciente nos da los siguientes datos sobre la Custodia:
Oro, plata blanca y sobredorada, pedrería y diamantes.
198 x84 centímetros. Arequipa - Catedral
Autor: Francisco Moratilla. Madrid, 1849-1850 (Año de Fabricación)
El Obispo Goyeneche mandó a confeccionar en Madrid, en el taller de Don Francisco de Moratilla ( joyero de la reina de España Isabel II) una custodia que, trabajada en estilo gótico y con el uso de filigrana de oro, oro macizo y gran cantidad de piedras preciosas, fue entregada en 1850, para admiración de los madrileños que la vieron expuesta y de los arequipeños que crearon la expresión popular "¿quién hizo la maravilla? Moratilla".
Estudio reciente nos da los siguientes datos sobre la Custodia:
Oro, plata blanca y sobredorada, pedrería y diamantes.
198 x84 centímetros. Arequipa - Catedral
Autor: Francisco Moratilla. Madrid, 1849-1850 (Año de Fabricación)
Custodia de asiento de tipo solar y gran peso (cerca de 100 Kg.) De base elíptica con cuatro resaltos portadores de figuras de ángeles arrodillados en los ángulos, machones cilíndricos con tracerías góticas.
En los cuatro frentes del zócalo placas rectangulares con las representaciones de la Santa Cena (de Leonardo de Vinci), y otras pinturas en la que sobresale también el "Pasmo de Sicilia" de Rafael entre otros.
La peana se concibe como un templete arquitectónico de arcos florenzados, elevado sobre una escalinata ochavada; los arcos cobijan efigies de la Inmaculada Concepción, el Rey Profeta, San Juan Bautista, la Resurrección de Jesús (en color plata), etc.
En cuanto al vástago es de corte arquitectónico con un pilar octogonal adornado con tracerías muy ricas; en la parte baja se agrupan ocho torreones cilíndricos cubiertos con motivos calados sobrepuestos y rematados por cresterías y pináculos; a continuación otro nudo mayor muestra, sobre repisas ochavadas y bajo doselete de igual sección, a los cuatro evangelistas (en plata blanca).
Sol de caja circular y grandes rayos de ráfaga, rematados seis de ellos en estrellas con pedrería; una guirnalda de espigas y pámpanos con sus racimos y hojas de parra; así como el pequeño resplandor ceñido a la caja y la cruz del remate se cubren con diamantes rosa.
El viril es de oro macizo. Toda la obra está dorada al fuego y con diversas tonalidades. De la descripción y características de esta singular custodia ya se ocuparon el que fuera cronista de Madrid Ramón Mesonero Romanos, en 1850, el Director de la Academia Española de Arqueología B. Sebastián Castellanos, en 1852, y tiempo después Osorio y Bernard en su Galería biográfica (1868) recogería la noticia de guardar al hablar de su artífice, el platero Francisco de Moratilla.
En 1847, el Cabildo reunido en Sesión Extraordinaria, decide la construcción de esta custodia (y de otra portátil) en Europa, entregándole al comisionado don Juan Sardá el oro, la plata y las piedras preciosas necesarias para su construcción y solicitando del Supremo Gobierno "se permita la extracción libre de derechos de los marcos de plata, libras de oro, y piedras que se remitan a Europa con el expresado objeto"
En 1851, el platero Francisco Moratilla reclama "cuatrocientos pesos por aumento de la obra de la custodia que ha construido", suma que sería saldada de los fondos del Cabildo.
La custodia, que había viajado a Londres para exhibirse en la Exposición Universal de 1851, llegó a la ciudad de Arequipa el siguiente año
Se elige el Monasterio de Santa Catalina como lugar para armarla, siendo exhibida públicamente en el Templo de éste convento el día 31 de mayo de 1852.
La custodia en 1850, se evaluó en 480,000 reales. Ésta singular pieza fue premiada con la medalla de plata en la Exposición de la Industria Española, de 1850, y recibió la segunda medalla en la Exposición Universal de Londres (1851) así como numerosos elogios y felicitaciones. Entre ellas las del propio Obispo Goyeneche.
Obispo José Sebastián de Goyeneche y Barreda
(1784 - 1872)