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lunes, 8 de febrero de 2016

Haz un garabato


Garabatos

Los grandes proyectos empiezan por un garabato. Muchas veces este garabato es muy sugerente, es bonito y nos llama la atención por su fuerza.

Dice una canción: “Todos fuimos garabatos de nosotros mismos”. Y es que cualquier proyecto no quiere quedarse en un bonito dibujo, lo que esbozamos en nuestras vidas tiene vocación de construirse, matizando y materializando poco a poco. Hay un “para” en nuestra vida que nos moviliza a concretar lo que vivimos.

San Ignacio vivió esta experiencia, su estancia convaleciente en Loyola después de la batalla de Pamplona le sirvió para dibujar un boceto: Dios estaba presente en su vida y quería hacer su voluntad. Necesitó recorrer muchos caminos y encontrarse con muchas personas para hacer que los primeros garabatos que dibujó tomaran forma.

No te conformes con el garabato. ¿Cuál es el siguiente paso que tienes que dar?


Espiritualidad Ignaciana

Teatro Opera de Bilbao