24.09 Cuando el Papa hablo el Congreso Norteamericano - 2015
“Cuando países que han estado
en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido
por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos”.
En su visita al Congreso de
los Estados Unidos, el Papa habló del diálogo entre países en conflicto.
Francisco llega a USA pasando por Cuba. Y él es un protagonista en este diálogo
iniciado entre Cuba y Estados Unidos. Por eso, aunque no haya pedido el
levantamiento del embargo, entiendo que Francisco en este párrafo del discurso
en el Congreso se refiere el tema cuando habló del diálogo entre países en
conflicto. Dijo Francisco: “En tal perspectiva de diálogo, deseo reconocer los
esfuerzos que se han realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las
históricas diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado. Es mi deber
construir puentes y ayudar lo más posible a que todos los hombres y mujeres
puedan hacerlo. Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del
diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren
nuevos horizontes para todos. Esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo
cual no significa falta de responsabilidad. Un buen político es aquel que,
teniendo en mente los intereses de todos, toma el momento con un espíritu
abierto y pragmático. Un buen político opta siempre por generar procesos más
que por ocupar espacios (cf. Evangelii gaudium, 222-223).”
Acabar con el tráfico de armas
En el párrafo siguiente y en
el mismo marco del diálogo, el Papa dijo que “ser un agente de diálogo y de paz
significa estar verdaderamente determinado a atenuar y, en último término, a
acabar con los muchos conflictos armados que afligen nuestro mundo. Y sobre
esto hemos de ponernos un interrogante: ¿por qué las armas letales son vendidas
a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos
y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente
por dinero; un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente.
Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema
y acabar con el tráfico de armas”.
REFLEXIONES EN FRONTERA, Para
tu Radio jesuita Guillermo Ortiz - RV