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domingo, 9 de marzo de 2014

Como empezar y vivir la Cuaresma ( II )

San Juan Eudes
Como empezar y vivir  la Cuaresma ( II )


Nuestra disposición interior no debe ser solo basada en buenos sentimientos sino una unión plena a la voluntad de Dios y su Pasión en nuestra vida cotidiana.


¡Oh mi  Jesús! Deseo pasar esta Cuaresma con Vos y con vuestra Madre Santísima y en la forma en que Ella y Vos la pasasteis, mediante su  gracia. Vosotros la pasaron en soledad y alejamiento de toda humana compañía y de frívolo trato de los hombres.

Vos , Oh Jesús mío, renunciaron aun a la dulce conversación de vuestra querida Madre, viviendo en perpetuo silencio, en continua oración y entregado a rigurosa penitencia, ayunando, durmiendo en el duro suelo del desierto y soportando toda clase de mortificaciones exteriores e interiores. En todo ello os adoro, Dios mío como también en vuestras santas disposiciones espirituales y me doy a Vos para acompañaros e imitarlos en todo según vuestro deseo. Quiero con vos  y por amor a Vos, amar la soledad, el silencio, la oración y la penitencia; dadme la gracia, si tal es vuestra voluntad, dejar de lado toda conversación vana e inútil y de abstenerme de toda palabra mala o simplemente ociosa y de fincar toda mi dicha en conversar con Vos en la oración y de hacer todas mis acciones en espíritu de oración y de recogimiento y de sufrir por amor vuestro alguna penitencia o mortificación.

¡Oh Salvador mío!  Os ofrezco las abstinencias y ayunos de esta Cuaresma unidos a los de vuestra santa iglesia y a los de vuestros santos y a los de vuestra queridísima Madre, en unión y honor de vuestros ayunos y penitencias, en satisfacción de mis pecados y para que se cumpla vuestra divina voluntad en vuestra Iglesia, y en mi propia persona de una manera especial.

¡Oh Madre de Jesús ¡me ofrezco a Vos, hacedme participe de las disposiciones santas con que pasas esta Cuaresma memorable.

¡Oh ángeles, Oh santos y santas de Jesús! , rogad por mí y alcanzadme, os lo pido, la gracia de pasar todo este tiempo así como todo el restante de mi vida en el servicio de mi Dios, según su santa voluntad.  Así sea. 

Fuente: Revista Cristo Hoy” N° 185 p. 13