Páginas

martes, 31 de agosto de 2010

30.08 Santa Rosa de Lima en Lince

Santa Rosa de Lima, modelo de humildad y entrega



El Cardenal Juan Luis Cipriani recordó que Cristo nos invita a ser personas que brillan por su humildad, en la Santa Misa que presidió en la Parroquia Santa Rosa de Lima de Lince, el domingo 29 de agosto, vísperas de la Solemnidad de la Santa Patrona de las Américas, las Indias y las Filipinas.

El Arzobispo de Lima mencionó que en todos nosotros existe una parte humana y otra divina, donde ambas deben crecer en unidad con Cristo.

“En nosotros hay una parte humana, propia, la vida dada por tu padre y tu madre; y una parte divina: regalo, don y gracia de Dios, que te incorpora a la Iglesia Católica a través de los siete sacramentos”, refirió.

En otro momento exhortó a nunca temer al sacrificio que Dios nos pide en la vida ordinaria: cuidar a la familia, el hogar, la sociedad, regalos maravillosos que Jesús nos dejó.

“Si ustedes no cuidan el amor a su esposa, a sus hijos, a su familia; si no cuidan la educación, la alegría, la honradez; es como un vaso roto donde Dios va echando su bendición, pero que se va desperdiciando”, reflexionó.

Mencionó también que Santa Rosa es ejemplo de unidad entre lo divino y humano que, como todos los santos, es de carne y hueso, pero que escuchó el llamado divino y respondió con su vida.

“Santa Rosa de Lima fue una mujer humilde, honesta, alegre, que recibió abundantes dones porque tuvo una gran vida de amistad con Dios”, recordó.

El Pastor de Lima concluyó su homilía invitando a los fieles a la oración constante para que Jesús y Santa Rosa de Lima conviertan a todos en buenas personas, que se atrevan a buscar la santidad.

“Que el espíritu también salte por dentro dando gracias al Señor por su bondad, pidiendo perdón y que nos ayude más”, finalizó.

Concelebraron con el Cardenal Cipriani, el Padre Hugo Berríos, Párroco de Santa Rosa de Lima; y el Padre Dither Ruiz, Vicario Parroquial.

También participó de la celebración eucarística el alcalde de Lince, Martín Príncipe; así como cientos de fieles de la comunidad parroquial.