Nos preparamos debidamente en Adviento?
Dentro de unos días comenzaremos
el período de Adviento. Tiempo de espera para celebrar, y recordar, una vez
más, que Dios se hizo hombre y habita en medio de nosotros. Pero la espera y
los procesos no son siempre fáciles. Sobre todo hoy, cuando estamos
acostumbrados a lo rápido y que todo suceda inmediatamente.
San Ignacio vivió un tiempo de
proceso, o también de espera. Se demoró en comprender que la relación con Dios
no es de hacer cosas, sacrificios físicos o penitencias dolorosas, para que de
manera súbita y mágica, mereciera una relación cercana con el Eterno Señor. Si
bien Íñigo hizo muchas cosas, este hacer en ocasiones le llevó a alejarse más
que acercarse. De esto aprendemos que el hacer cosas no necesariamente implica
una conversión interna y una relación profunda con Dios o con las personas.
El cómo nos relacionamos con los
demás, de alguna u otra manera indica en cómo nos relacionamos con Dios. Y si
estamos pronto a comenzar Adviento para celebrar Navidad, podríamos pensar
entonces en prepararnos, no para el comprar cosas y pensar tanto en el hacer,
sino para acercarnos más a las personas y por ende a Dios.