Chica cajamarquina
construye drones
“Mis padres me dijeron:
Tienes que ser mejor que nosotros”
Entrevista a Meliza Fernandez Ramirez
¿Cómo fueron tu
infancia y tu educación en Santa Cruz de Cajamarca?
Uno de los mayores
logros que he tenido es poder hacer mis estudios superiores. Yo vengo de una
familia humilde, aunque nunca me sentí como tal. A veces faltaba qué comer,
pero mi papá cubría casi todos los gastos. Amor no me faltó, comprensión
tampoco, ni apoyo por parte de ellos…
¿Qué te faltó?
Lo tuve todo. No soy de
las personas que valoran mucho lo económico, sino lo que realmente mis padres
me pudieron dar con tanto amor.
¿Y qué te llevó a ser
tan estudiosa?
En el colegio fui una
alumna regular. Tenía buen comportamiento, a veces era un poco callada, pero a
la vez curiosa. Me gusta preguntar: ¿esto por qué se hace? ¿Por qué lo otro no?
(Risas)
¿Destacabas en los
números?
Exacto, en matemática.
Tampoco fui una chancona y no digo que era trome, pero sí me gustaban los
números. Ya en el colegio me empezó a llamar la atención ser una ingeniera de
sistemas. Esa es mi meta. Ahora quiero continuar con mis estudios superiores, obtener
una maestría, dedicarme a estudiar, estudiar, estudiar, porque mi carrera no
termina en tres años: llega al futuro.
¿Cómo llegaste a Beca
18?
Después de terminar la
secundaria, yo descansé un año, más o menos, porque mis papás estaban ahorrando
dinero. Justamente su propósito era que yo estudiara, que no me quedara
estancada. Como cualquier padre, me decían: ¿De qué te vas a mantener, hija? Tú
tienes que ser mejor que nosotros.
¿Y qué hiciste ese año?
Yo ayudaba en los
quehaceres del hogar, de vez en cuando hacía algún mandado y así juntaba alguna
platita. Además, como que no tuve mucho tiempo perdido porque, como tenía más
tiempo libre, me dedicaba a leer. Fue como si ese año me hubiese estado
dedicando a prepararme, porque yo realmente no lo sentí perdido.
¿Pero cómo accedes a
Beca 18?
Después de ese año hubo
la primera convocatoria en mi provincia, porque todos sabíamos de Beca 18, pero
pensábamos que sólo se daba en Lima, porque a mi pueblo no llega mucha
comunicación. Cuando salió la convocatoria en las noticias, por la radio, yo no
quería postular, precisamente, sólo buscaba información...
¿Tus notas te permitían
acceder?
Siiiiii, ¡mis notas
eran sobresalientes! Lo que pasa es que estábamos un poco desinformados. Pero
luego me informé y pude acceder a la beca. Había para postular a dos
instituciones, pero opté por Iberotec, porque era un instituto de tecnología.
¿Y por qué elegiste
Telemática?
En sí la telemática
tiene dos campos. La programación en sí, y el que es más práctico. Por ejemplo,
estar ahí instalando el hexacóptero (el dron que ha armado con sus compañeros),
soldándolo, configurándolo. Mi idea es enfocarme a la programación, pero
tampoco dejar de lado lo práctico.
¿Y cómo has participado
en la construcción de un drone?
Yo estoy desde que
comenzó el proyecto Hexacóptero, hace seis meses. El nombre del dron es
Íbero-dron. Es un robot que puede volar, pero no es un juguete, como todos
piensan. La finalidad del proyecto es implementarlo en muchas cosas:
agricultura, ganadería…
¿Tú lideraste el
proyecto?
Me dediqué más a la
parte mecánica, pero eran tres grupos: los de la parte mecánica, los de la
parte electrónica y los de la parte de sistema. La cuestión era armarlo, porque
el dron nos lo trajeron por partes. Nosotros prácticamente lo hemos construido todo.
¿Hay muchas chicas en
Telemática?
No les llama la
atención. En el proyecto solamente éramos yo y otra chica. A mí me aficiona más
construir, armar, configurar. Eso es lo que yo amo.
Más allá de un dron,
que ya es una realidad, ¿qué soñarías armar?
Algo de mi creación.
Justamente ayer estaba viendo tutoriales de armado de diferentes robots, y uno
de ellos simulaba un camélido, como una vicuña, que imitaba cómo subían y
bajaban los cerros.
¿¡Una vicuña robot!?
Sí, algo así. Y tenía
autocontrol, porque uno lo empujaba, y de inmediato reaccionaba y se ubicaba de
nuevo en su lugar. Y caminaba como un animal. Sólo le faltaba la piel. Me gustaría armar eso, porque sería utilísimo
en tierras escarpadas, donde no llega fácil un ser humano.
¿Hasta dónde sientes
que puedes llegar?
Mi propósito es llegar
a dominar no sólo la robótica en sí, sino formar una empresa de software para
páginas comerciales. Hay infinidad de cosas que se pueden hacer en el campo de
la Telemática.
¿Qué dicen tus papás a
todo esto?
Ellos se sienten
orgullosos y me dicenque puedo llegar a hacer lo que quiera, pero que trate de
tomar en cuenta la humildad y la responsabilidad.
¿Los ves con
frecuencia?
Logré ir para Navidad,
pero como hubo los proyectos y mi idea principal es estudiar, no pude estar
mucho con ellos. Mis papás entendieron. Así que volví a hacer talleres y todo
eso, para no perder tiempo, porque el tiempo es indispensable para todo lo que
quiero hacer.
LA FICHA
Nací hace 18 años en
Santa Cruz, un pueblo a ocho horas de Cajamarca. Mis padres estudiaron una carrera, pero ahora
se dedican a la agricultura. Ellos me enseñaron a no dejarme caer a pesar de
las dificultades. Un día en mi pueblo se abrió una convocatoria para postular a
Beca 18 y, cuando me aceptaron, opté por estudiar Telemática en Iberotec. Ahora
participo en la construcción de un Hexacóptero ¡Un dron! Algo que jamás en mi
vida hubiese imaginado construir.
Entrevista realizada
por Maritza Espinoza
Diario “La Republica” de Perú