Historia de la Misión
del Perú - I
HISTORIA DE LA MISION
DEL PERU
Desde sus comienzos
Hasta Setiembre de
1875
Por el
P. FRANCISCO J.
HERNAEZ
de la Compañía de
Jesús
-I-
NOTICIAS PRELIMINARES
SUMARIO: 1.
Garantías de la Compañía en el Perú en 1851.
2. Ley del año
de 65 prohibiendo nuestro Instituto.
1. Las primeras garantías que reconoce la
Compañía de Jesús en el Perú datan del año 1851. Expulsados los Padres del Ecuador en 21 de
Noviembre del mismo año, se replegaron al Perú los PP. Luis Segura, Pablo
Pujadas, Manuel Fernández, León Tornero y Francisco Hernáez, con los HH.
Coadjutores Juan Garriga y Luis Serarols.
Salieron estos siete sujetos de la Residencia de Guayaquil, y embarcados
en un bergantín francés, tomaron tierra en Tumbes, con mucho pesar de Urbina
que los enviaba a Panamá, y por favor del Capitán que les quiso hacer esta
gracia.
Pero esta nos hubiera servido poco si el Capitán del Puerto
de Tumbes nos hubiera negado la entrada en el Perú, por lo cual se le daba un
favor más insigne habiéndonos admitido, siendo Tumbes un Puerto cerrado donde
nadie podía desembarcar.
En esta primera población del Perú se detuvieron los PP. lo
necesario para buscar bestias, continuando luego su viaje a Paita que dista sesenta leguas. Apenas llegaron los PP. a esta población
cuando se presente el Capitán del Puerto, y con todas las demostraciones de
veneración y aprecio, nos manifestó las dificultades que había para nuestra
admisión en el Perú, pero al mismo tiempo nos consoló diciendo que daría cuenta
al Supremo Gobierno, y suplicaría que no se nos perturbase. Así sucedió, en efecto; pues a los pocos días
contestó el Presidente Echenique que, habiendo tomado ya tierra en el Perú, no
era conforme a razón el expulsarlos, y que se les dejase libres para ir a donde
quisieran.
Con una garantía tan generosa se creyeron libres los PP.
para existir en cualquier punto de la República, y comenzando a hacer uso de
ella pasaron a Piura el P. Segura, Superior de la sección, y el P. Arnáez y
dividiéndola en dos residencias. Llegaron
a Piura en el mes de Febrero de 1852, y allí permanecieron hasta el año
siguiente en que por orden del Superior, P. Pablo de Blas, partieron todos a
Guatemala.
Poco fue el tiempo que permaneció la Compañía de Jesús en el
Perú, pero fue lo suficiente para conocer la índole noble y religiosa de la
gente peruana y para tomar posesión de la Compañía del Perú, la cual se perdió
entonces porque no había llegado el tiempo predestinado por Dios para ocuparlo.
2. Es cierto que
doce años después no mandaba ya Echenique, sino otro gobierno muy distinto, y
en las cámaras se dio la ley en Diciembre de 1865 prohibiendo el Instituto de
la Compañía de Jesús en la Republica.
Pero aquí es necesario advertir que esta ley no se dio por
encono u odio contra la Compañía, sino por una circunstancia particular. Se hacia la Guerra en aquellas Cámaras a los
PP. Descalzos y contra ellos, según nos han dicho, se dictó en primer lugar la
ley. Mas, reclamando después contra esta
medida el pueblo y las personas más notables de Lima, quiso remediar el mal el
mismo Congreso, y el medio más obvio que excogitó fue declinar la ley contra la
Compañía, o como suele decirse, contra los Jesuitas. De este modo se concilio la paz de los
Descalzos con el vigor de la ley, y el congreso salvó el compromiso de
retractar su sanción. Por esta razón
quedó tan oculta esta ley contra la Compañía, que pocos eran los que la
conocían y menos los sabedores de esta trama.
Sin embargo se publicó dicha ley en el “Peruano”, en cuyas columnas se
encuentra hasta el día; y esta es la famosa ley que en alta voz pregonan
nuestros adversarios cuando les conviene.
Con todo eso ninguno de ellos la ha invocado desde que salió, por falta
de materia circa quam, pues faltaba la Compañía del Perú, y acaso también el
temor de que pudiese dar un nuevo asalto, hasta que llegó el día preordinado
por Dios para restablecer la Compañía de Jesús en la Republica Peruana.
(Continuará)
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