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domingo, 18 de enero de 2015

Lima: MAUSOLEO JESUITA EN EL MUSEO PRESBÍTERO MAESTRO

Mausoleo jesuita en el Cementerio  General de Lima


MAUSOLEO JESUITA EN EL MUSEO PRESBÍTERO MAESTRO

Transcurrieron 55 años para que los jesuitas retornaran al Perú desde que la Compañía de Jesús fue restituida en 1814. El primer jesuita que falleció en esta segunda etapa fue el hermano Juan Corta (+13-8-1885). Lo enterraron en nicho temporal del Cementerio General de Lima, en el cuartel San Bartolomé, letra E, n° 63. Se supone que sus restos fueron cremados cuando dicho cuartel fue demolido. El hermano Vicente Crespo fue el segundo jesuita en fallecer (+30-1-1888) y su cuerpo fue enterrado en el Cementerio de Baquíjano en el Callao. Sus restos nunca se hallaron a pesar de la búsqueda. Los jesuitas que fallecieron posteriormente en Lima, fueron enterrados en nichos diversos del Cementerio Presbítero Matías Maestro. La dispersión necesariamente llevaría al olvido de nuestros hermanos mayores.

 Según dejó constancia escrita el que fuera párroco de San Pedro, padre Juan Tormo Martí, también Director de la Congregación de Nuestra Señora de la O, hojeando el libro “Exposición del directorio de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima por el año 1954”, se detuvo en la página 74 ante un plano del que sería nuevo cementerio general de Lima, proyectado para fines de 1957. Entonces tuvo la idea de que construir un mausoleo para los padres y hermanos de la Compañía de Jesús en el que sería Cementerio El Ángel sería la mejor forma de honrar su memoria. Esta idea la comunicó a la señorita Belén de Osma, entonces Vicepresidenta de la Beneficencia. Ella a su vez habló con el administrador, a quien solicitó verbalmente un terreno de 14 metros cuadrados para un mausoleo. Por no haberlo especificado más, el administrador supuso que dicho mausoleo sería para la misma señorita de Osma, por lo que tuvo la gentileza de asignarle el mejor lugar que encontró en el cementerio Presbítero Maestro.

Con fecha 16 de febrero de 1955, el padre Tormo dirigió una solicitud al Director de la Beneficencia Pública de Lima, solicitando un subsidio extraordinario a nombre de la Orden para construir “un panteón para los capellanes de la Congregación de la O”. A cambio se entregaría los 49 nichos que la Compañía de Jesús habían adquirido los jesuitas en propiedad. Esta gestión no fue eficaz.

El Vice Provincial del Perú, padre José Ridruejo Botija, formalizó la solicitud a nombre de la compañía de Jesús en carta del 2 de marzo de 1955, solicitando en compra un lote de 14 metros cuadrados, en la Puerta 4, avenida Castilla, dentro del triángulo formado por el cuartel San Luis Gonzaga, detrás del mausoleo del Dr. Juan Manuel del Mar. Se adjuntaba el plano de ubicación de dicho lote.

La señorita Belén de Osma tomó la tarea como cuestión personal. Entre sus amistades y personas cercanas a los jesuitas levantó la colecta que posibilitó la construcción del mausoleo. La bendición fue el 12 de mayo de 1956. Ella no pudo acompañarnos en la fecha, porque falleció el día 18 de febrero del mismo año. Como nos enseñara San Ignacio, los jesuitas quedamos agradecidos a ella y a nuestros bienhechores por su generosidad. Encomendamos en nuestras oraciones a Belén de Osma y Pardo, Rosa Dubois de Olaechea, Manuelita Alfaro, Leonela Franchy Ulloa, Isabel Panizo de la Riva Agüero, Luisa Panizo de Marcos, Filomena Panizo baronesa de von Wolff, María Amelia Panizo de Iglesias, Carmela Olaechea, María Olaechea de Pezet, Clemencia Olaechea, Rosa Olaechea, Susana Olaechea, Victoria Pardo D’Ornellas, Clemencia Solís García, Elena Solís García, Teresa Solís García, María Heudebert de Prado, Florisa de Aguirre, Victoria Callirgos, Angélica Astete, Josefina Zela de Valle Riestra, Froilán Buller, Enrique Forgues.

El diseño del mausoleo, encargado al arquitecto Mario Gilardi, inspirado en uno similar cerca de la puerta n° 5, se muestra atípico dentro del contexto del camposanto, por tratarse de un simple cubo de mármol travertino nacional color crema, coronado por una cruz. El marco de la puerta es de mármol color guinda. En el frontis está  el anagrama IHS distintivo de la Compañía que lleva el nombre de Jesús. La construcción está conformada por un cuerpo de cuatro metros de altura, un sótano aproximadamente igual y el osario inferior de un metro y medio.

La empresa que fabricó las placas de mármol fue la Compañía Industrial Mármoles Ónix S.A. La puerta metálica fue hecha en la cerrajería y Fundición Artística La Victoria de Enrique Arnaez. El vitral pintado y quemado a fuego con la imagen ideal de la muerte de San Ignacio fue realizado por Willi Lemke. Las losetas son de Roselló & Co. El costo total fue 99, 300 soles. La administración del dinero y la supervisión de la obra corrieron a cargo de los hermanos José Efraín Arias y Miguel Abad.

El primer jesuita enterrado en el mausoleo fue el padre Ignacio Castroviejo (+30-8-1956), cuyo cuerpo fue colocado entrando a mano derecha en el segundo nivel (F2). En los días 4 y 6 de marzo de 1957, coincidiendo con los Carnavales, el señor Enrique Coda Bustamante, domiciliado en la calle Tipuani N° 336, Dpto. 116, Lima, empleado de la Agencia Funeraria Enrique Berghusen, hizo los trámites ante la Beneficencia Pública de Lima, y se encargó del trasladado, reducción y depósito en pequeñas cajas de madera, y ubicación de los restos de 48 padres y hermanos de la Compañía de Jesús. El 21 de abril de 1958 firmó el respectivo recibo a nombre del P. Juan Tormo, Párroco de San Pedro. El pago fue de doscientos soles por cada uno, cancelándose el total de nueve mil seiscientos, en recibo con timbres de ley.

El cuerpo del padre Alberto Arias (+3-2-1929) fue encontrado incorrupto, por lo que fue depositado en el nicho F3. Igual ocurrió con el padre Francisco Lecoq (+16-1-1934), depositado en el nicho A3, y el hermano Felipe Aguirre (+21-6-1938) depositado en el nicho A1. El padre José Magañas fallecido en fecha no lejana (+21-2-1955) ocupó el nicho F1.Después del traslado de los padres y hermanos cuyos restos se hallaban en cuarteles diversos del Presbítero Maestro, fue enterrado el padre Teodoro Martín Robles (+12-12-1958), y posteriormente el hermano José Ruiz Nicolás (+23-9-1960).

Posteriormente fueron enterrados en nuestro mausoleo monseñor José Oleaga Gueréquiz (+13-5-1961), monseñor Ignacio García Martín (+13-6-1965), el hermano Rafael Bachiller Arándiga (+15-3-1967), su tío el hermano Rafael Arándiga Sáez (+28-4-1967), el hermano Santos García (+8-8-1967), siendo el último cuerpo depositado el del padre Rubén vargas Ugarte (+7-2-1975).

En el mes de noviembre de 1975, el mismo señor Enrique Coda Bustamante, empleado en esa fecha de la Agencia Funeraria Agustín Merino, trasladó de los nichos grandes a los pequeños, los cuerpos de seis jesuitas: H. Felipe Aguirre, H. José Lizarralde, P. Francisco Lecoq, P. José Magañas, P. Ignacio Castroviejo y P. Alberto Arias. Se utilizó en esta operación las seis cajas pequeñas que estaban como reserva en la parte baja del mausoleo, cobrando 6,500 soles por cada uno.

Mientras tanto, en Villa Kostka, la nueva casa de formación de los jesuitas del Perú, se inauguró una nueva etapa con el entierro del hermano Anesio Revuelta (+15-8-1965), quien fue seguido por el hermano José García Martínez (+29-1-1967).

El 22 de diciembre del 2014 se reabrió el mausoleo de la Compañía de Jesús en Lima, con el entierro del padre Francisco Javier Purón Michel (+21-12-2014), iniciándose así una etapa que deberá pasar por la regularización de la documentación perdida, preparándose el traslado de nuestros hermanos jesuitas enterrados en otros lugares, incluidos tal vez los restos que aún reposan en un lugar desconocido de la iglesia de San Pedro de Lima.



Antigua Capilla con el Cristo Yacente


De la antigua capilla, solo queda algunas columnas, el piso de marmol y el Cristo Yacente


Lima: Cementerio Presbítero Matías Maestro

El Cementerio Museo General "Presbítero Matías Maestro" es un monumento histórico ubicado en los Barrios Altos (Cercado de Lima), ciudad de Lima, capital del Perú. Inaugurado el 31 de mayo de 1808, fue el primer panteón de la ciudad ya que anteriormente los entierros se realizaban en alguna de las distintas iglesias. Fue bautizado en honor de su diseñador, el sacerdote Matías Maestro. Sus 766 mausoleos y 92 monumentos históricos de la más refinada arquitectura de los siglos XIX y XX guardan los restos de hombres y mujeres que se encargaron de escribir la historia del Perú. Más que un camposanto, el Presbítero Maestro es considerado un testimonio viviente del pasado y presente de la República Peruana.



Su Construcción
En este lugar hay obras del español Damián Campeny y de los franceses Louis Ernet Barrias, Émile Robert y Antonin Mercie (estos dos últimos trabajaron en la Cripta de los Héroes). Se puede observar, además, el talento de los italianos Ulderico Tenderini, Giovanni Battista Cevasco, Pietro Costa y Rinaldo Rinaldi, todos muy reconocidos en el medio artístico de su época. Asimismo, es posible apreciar trabajos de destacados escultores peruanos de mediados del siglo XX, como el monumento fúnebre a Sánchez Cerro, de Romano Espinoza; las esculturas de bronce del mausoleo de Óscar R. Benavides, de Luis Agurto; el mausoleo de Eloy G. Ureta, de Artemio Ocaña; el ángel del monumento fúnebre a Francisco Graña, de Aldo Rossi; y el mausoleo del Pastor Fry, de Eduardo Gastelú.

El Cementerio HOY
Considerado entre los camposantos más interesantes del mundo -al igual que el  Centennial Park  de Adelaide, el Pere Lachaise de París, el Highgate de Londres y el Cementerio General de Guayaquil entre otros- el Presbítero Maestro es un lugar de visita obligada en Lima. Sus calles y avenidas, como si de una ciudad se tratase, están pobladas por tumbas y mausoleos de presidentes, literatos, poetas, médicos, militares, héroes de guerras y mujeres ilustres que marcaron la historia del Perú en los siglos XIX y XX. Junto a ellos, alrededor de 220 mil personas están enterradas aquí.
Con la finalidad de dar a conocer la historia y arte del Cementerio Presbítero Matías Maestro, y de destacar la importancia de su protección y conservación como espacio de recreación histórica, artística y cultural, se han dado diversas iniciativas ciudadanas; entre ellas está la del Colectivo Cultural Amigos del Presbítero Maestro, dirigida por el historiador del arte Eduardo Vásquez Relyz, y cuya labor se ha centrado en construir una imagen del Presbítero Maestro como fuente inagotable de creación de arte y manifestaciones populares, donde historiadores, literatos, fotógrafos y demás cultores de las artes visuales, pudieran embeberse de inspiración y producir nuevos trabajos tanto materiales como audiovisuales. Como parte de su labor difusora, han elaborado un aproximado de veinte videos sobre las diversas personalidades que descansan en el Cementerio Presbítero Maestro.
El cementerio declarado Monumento Histórico el 28 de Diciembre de 1972, museo el 9 Junio de 1999, e incorporado a la Red Andina de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales en el año 2000.



Los Cementerios son lugares de respeto hacia nuestros difuntos. 
Cuidar nuestra historia ciudadana es una obligación. 


Lima y el Presbítero Maestro confirmados como sedes para el 
XVI Encuentro Iberoamericano de Cementerios Patrimoniales en 2015

Para este  año 2015, el XVI Encuentro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales que tendrá lugar en la ciudad de Lima a finales del mes octubre, el colectivo desarrollará diversas actividades libres para dar a conocer más este cementerio patrimonial.

La sede para el año 2016 será la ciudad de Santo Domingo en la República Dominicana.
Asimismo, la asamblea  decidió que la ciudad de Cochabamba en Bolivia tiene la primera opción para ser la sede del Encuentro en el año 2017