Mausoleo jesuita en el Cementerio General de Lima |
MAUSOLEO JESUITA EN EL MUSEO PRESBÍTERO MAESTRO
Transcurrieron 55 años para que
los jesuitas retornaran al Perú desde que la Compañía de Jesús fue restituida
en 1814. El primer jesuita que falleció en esta segunda etapa fue el hermano
Juan Corta (+13-8-1885). Lo enterraron en nicho temporal del Cementerio General
de Lima, en el cuartel San Bartolomé, letra E, n° 63. Se supone que sus restos
fueron cremados cuando dicho cuartel fue demolido. El hermano Vicente Crespo
fue el segundo jesuita en fallecer (+30-1-1888) y su cuerpo fue enterrado en el
Cementerio de Baquíjano en el Callao. Sus restos nunca se hallaron a pesar de
la búsqueda. Los jesuitas que fallecieron posteriormente en Lima, fueron
enterrados en nichos diversos del Cementerio Presbítero Matías Maestro. La
dispersión necesariamente llevaría al olvido de nuestros hermanos mayores.
Según dejó constancia escrita el que fuera
párroco de San Pedro, padre Juan Tormo Martí, también Director de la
Congregación de Nuestra Señora de la O, hojeando el libro “Exposición del
directorio de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima por el año 1954”, se
detuvo en la página 74 ante un plano del que sería nuevo cementerio general de
Lima, proyectado para fines de 1957. Entonces tuvo la idea de que construir un
mausoleo para los padres y hermanos de la Compañía de Jesús en el que sería
Cementerio El Ángel sería la mejor forma de honrar su memoria. Esta idea la
comunicó a la señorita Belén de Osma, entonces Vicepresidenta de la
Beneficencia. Ella a su vez habló con el administrador, a quien solicitó
verbalmente un terreno de 14 metros cuadrados para un mausoleo. Por no haberlo
especificado más, el administrador supuso que dicho mausoleo sería para la
misma señorita de Osma, por lo que tuvo la gentileza de asignarle el mejor
lugar que encontró en el cementerio Presbítero Maestro.
Con fecha 16 de febrero de 1955,
el padre Tormo dirigió una solicitud al Director de la Beneficencia Pública de
Lima, solicitando un subsidio extraordinario a nombre de la Orden para
construir “un panteón para los capellanes de la Congregación de la O”. A cambio
se entregaría los 49 nichos que la Compañía de Jesús habían adquirido los
jesuitas en propiedad. Esta gestión no fue eficaz.
El Vice Provincial del Perú,
padre José Ridruejo Botija, formalizó la solicitud a nombre de la compañía de
Jesús en carta del 2 de marzo de 1955, solicitando en compra un lote de 14
metros cuadrados, en la Puerta 4, avenida Castilla, dentro del triángulo
formado por el cuartel San Luis Gonzaga, detrás del mausoleo del Dr. Juan
Manuel del Mar. Se adjuntaba el plano de ubicación de dicho lote.
La señorita Belén de Osma tomó la
tarea como cuestión personal. Entre sus amistades y personas cercanas a los
jesuitas levantó la colecta que posibilitó la construcción del mausoleo. La
bendición fue el 12 de mayo de 1956. Ella no pudo acompañarnos en la fecha,
porque falleció el día 18 de febrero del mismo año. Como nos enseñara San
Ignacio, los jesuitas quedamos agradecidos a ella y a nuestros bienhechores por
su generosidad. Encomendamos en nuestras oraciones a Belén de Osma y Pardo,
Rosa Dubois de Olaechea, Manuelita Alfaro, Leonela Franchy Ulloa, Isabel Panizo
de la Riva Agüero, Luisa Panizo de Marcos, Filomena Panizo baronesa de von
Wolff, María Amelia Panizo de Iglesias, Carmela Olaechea, María Olaechea de
Pezet, Clemencia Olaechea, Rosa Olaechea, Susana Olaechea, Victoria Pardo
D’Ornellas, Clemencia Solís García, Elena Solís García, Teresa Solís García,
María Heudebert de Prado, Florisa de Aguirre, Victoria Callirgos, Angélica
Astete, Josefina Zela de Valle Riestra, Froilán Buller, Enrique Forgues.
El diseño del mausoleo, encargado
al arquitecto Mario Gilardi, inspirado en uno similar cerca de la puerta n° 5,
se muestra atípico dentro del contexto del camposanto, por tratarse de un
simple cubo de mármol travertino nacional color crema, coronado por una cruz.
El marco de la puerta es de mármol color guinda. En el frontis está el anagrama IHS distintivo de la Compañía que
lleva el nombre de Jesús. La construcción está conformada por un cuerpo de
cuatro metros de altura, un sótano aproximadamente igual y el osario inferior
de un metro y medio.
La empresa que fabricó las placas
de mármol fue la Compañía Industrial Mármoles Ónix S.A. La puerta metálica fue
hecha en la cerrajería y Fundición Artística La Victoria de Enrique Arnaez. El
vitral pintado y quemado a fuego con la imagen ideal de la muerte de San
Ignacio fue realizado por Willi Lemke. Las losetas son de Roselló & Co. El
costo total fue 99, 300 soles. La administración del dinero y la supervisión de
la obra corrieron a cargo de los hermanos José Efraín Arias y Miguel Abad.
El primer jesuita enterrado en el
mausoleo fue el padre Ignacio Castroviejo (+30-8-1956), cuyo cuerpo fue
colocado entrando a mano derecha en el segundo nivel (F2). En los días 4 y 6 de
marzo de 1957, coincidiendo con los Carnavales, el señor Enrique Coda
Bustamante, domiciliado en la calle Tipuani N° 336, Dpto. 116, Lima, empleado
de la Agencia Funeraria Enrique Berghusen, hizo los trámites ante la
Beneficencia Pública de Lima, y se encargó del trasladado, reducción y depósito
en pequeñas cajas de madera, y ubicación de los restos de 48 padres y hermanos
de la Compañía de Jesús. El 21 de abril de 1958 firmó el respectivo recibo a
nombre del P. Juan Tormo, Párroco de San Pedro. El pago fue de doscientos soles
por cada uno, cancelándose el total de nueve mil seiscientos, en recibo con
timbres de ley.
El cuerpo del padre Alberto Arias
(+3-2-1929) fue encontrado incorrupto, por lo que fue depositado en el nicho
F3. Igual ocurrió con el padre Francisco Lecoq (+16-1-1934), depositado en el nicho
A3, y el hermano Felipe Aguirre (+21-6-1938) depositado en el nicho A1. El
padre José Magañas fallecido en fecha no lejana (+21-2-1955) ocupó el nicho
F1.Después del traslado de los padres y hermanos cuyos restos se hallaban en
cuarteles diversos del Presbítero Maestro, fue enterrado el padre Teodoro
Martín Robles (+12-12-1958), y posteriormente el hermano José Ruiz Nicolás
(+23-9-1960).
Posteriormente fueron enterrados
en nuestro mausoleo monseñor José Oleaga Gueréquiz (+13-5-1961), monseñor
Ignacio García Martín (+13-6-1965), el hermano Rafael Bachiller Arándiga
(+15-3-1967), su tío el hermano Rafael Arándiga Sáez (+28-4-1967), el hermano
Santos García (+8-8-1967), siendo el último cuerpo depositado el del padre
Rubén vargas Ugarte (+7-2-1975).
En el mes de noviembre de 1975,
el mismo señor Enrique Coda Bustamante, empleado en esa fecha de la Agencia
Funeraria Agustín Merino, trasladó de los nichos grandes a los pequeños, los
cuerpos de seis jesuitas: H. Felipe Aguirre, H. José Lizarralde, P. Francisco
Lecoq, P. José Magañas, P. Ignacio Castroviejo y P. Alberto Arias. Se utilizó
en esta operación las seis cajas pequeñas que estaban como reserva en la parte
baja del mausoleo, cobrando 6,500 soles por cada uno.
Mientras tanto, en Villa Kostka,
la nueva casa de formación de los jesuitas del Perú, se inauguró una nueva
etapa con el entierro del hermano Anesio Revuelta (+15-8-1965), quien fue
seguido por el hermano José García Martínez (+29-1-1967).
El 22 de diciembre del 2014 se
reabrió el mausoleo de la Compañía de Jesús en Lima, con el entierro del padre
Francisco Javier Purón Michel (+21-12-2014), iniciándose así una etapa que
deberá pasar por la regularización de la documentación perdida, preparándose el
traslado de nuestros hermanos jesuitas enterrados en otros lugares, incluidos
tal vez los restos que aún reposan en un lugar desconocido de la iglesia de San
Pedro de Lima.
Antigua Capilla con el Cristo Yacente |
De la antigua capilla, solo queda algunas columnas, el piso de marmol y el Cristo Yacente |
Lima: Cementerio Presbítero Matías Maestro
El Cementerio Museo General
"Presbítero Matías Maestro" es un monumento histórico ubicado en los
Barrios Altos (Cercado de Lima), ciudad de Lima, capital del Perú. Inaugurado
el 31 de mayo de 1808, fue el primer panteón de la ciudad ya que anteriormente
los entierros se realizaban en alguna de las distintas iglesias. Fue bautizado
en honor de su diseñador, el sacerdote Matías Maestro. Sus 766 mausoleos y 92
monumentos históricos de la más refinada arquitectura de los siglos XIX y XX
guardan los restos de hombres y mujeres que se encargaron de escribir la
historia del Perú. Más que un camposanto, el Presbítero Maestro es considerado
un testimonio viviente del pasado y presente de la República Peruana.
Su Construcción
En este lugar hay obras del
español Damián Campeny y de los franceses Louis Ernet Barrias, Émile Robert y
Antonin Mercie (estos dos últimos trabajaron en la Cripta de los Héroes). Se
puede observar, además, el talento de los italianos Ulderico Tenderini,
Giovanni Battista Cevasco, Pietro Costa y Rinaldo Rinaldi, todos muy
reconocidos en el medio artístico de su época. Asimismo, es posible apreciar
trabajos de destacados escultores peruanos de mediados del siglo XX, como el monumento
fúnebre a Sánchez Cerro, de Romano Espinoza; las esculturas de bronce del
mausoleo de Óscar R. Benavides, de Luis Agurto; el mausoleo de Eloy G. Ureta,
de Artemio Ocaña; el ángel del monumento fúnebre a Francisco Graña, de Aldo
Rossi; y el mausoleo del Pastor Fry, de Eduardo Gastelú.
El Cementerio HOY
Considerado entre los camposantos
más interesantes del mundo -al igual que el
Centennial Park de Adelaide, el
Pere Lachaise de París, el Highgate de Londres y el Cementerio General de
Guayaquil entre otros- el Presbítero Maestro es un lugar de visita obligada en
Lima. Sus calles y avenidas, como si de una ciudad se tratase, están pobladas
por tumbas y mausoleos de presidentes, literatos, poetas, médicos, militares,
héroes de guerras y mujeres ilustres que marcaron la historia del Perú en los
siglos XIX y XX. Junto a ellos, alrededor de 220 mil personas están enterradas aquí.
Con la finalidad de dar a conocer
la historia y arte del Cementerio Presbítero Matías Maestro, y de destacar la
importancia de su protección y conservación como espacio de recreación
histórica, artística y cultural, se han dado diversas iniciativas ciudadanas;
entre ellas está la del Colectivo Cultural Amigos del Presbítero Maestro,
dirigida por el historiador del arte Eduardo Vásquez Relyz, y cuya labor se ha
centrado en construir una imagen del Presbítero Maestro como fuente inagotable
de creación de arte y manifestaciones populares, donde historiadores,
literatos, fotógrafos y demás cultores de las artes visuales, pudieran
embeberse de inspiración y producir nuevos trabajos tanto materiales como
audiovisuales. Como parte de su labor difusora, han elaborado un aproximado de
veinte videos sobre las diversas personalidades que descansan en el Cementerio
Presbítero Maestro.
El cementerio declarado Monumento
Histórico el 28 de Diciembre de 1972, museo el 9 Junio de 1999, e incorporado a
la Red Andina de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales en el año
2000.
Los Cementerios son lugares de respeto hacia nuestros difuntos.
Cuidar nuestra historia ciudadana es una obligación.
Lima y el Presbítero Maestro confirmados como sedes para el
XVI Encuentro Iberoamericano de Cementerios Patrimoniales en 2015
Para este año 2015, el XVI Encuentro de la Red
Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales que tendrá
lugar en la ciudad de Lima a finales del mes octubre, el colectivo desarrollará
diversas actividades libres para dar a conocer más este cementerio patrimonial.
La sede para el año 2016 será la
ciudad de Santo Domingo en la República Dominicana.
Asimismo, la asamblea decidió que la ciudad de Cochabamba en Bolivia
tiene la primera opción para ser la sede del Encuentro en el año 2017