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sábado, 10 de enero de 2015

11.01 Misa Pro-Beatificación del V.P. Francisco del Castillo sj - 2015


Misa Pro Beatificación del P. Francisco del Castillo SJ en Lima

Podría ser el primer sacerdote peruano en llegar a los altares.

INVITACIÓN

Misa - Pro Beatificación

Domingo  11 de Enero 2015

Iglesia de San Pedro de Lima

Hora 6 pm.

Próximo 09 DE FEBRERO SE CELEBRARA SUS 
400 AÑOS POR SU NATALICIO





Venerable Francisco del Castillo, SJ

Siervo de Dios. Místico, operario.

Nació el  9 de febrero de 1615, en Lima, Perú; murió el 11 abril de 1673, en Lima. Entró en la Compañía de Jesús el 31 de diciembre de 1632, en Lima; ordenado sacerdote el 19 de abril de 1642, Lima; hizo sus últimos votos el 6 de febrero de 1650, en Lima.

Sirvió de niño al deán de la catedral de Lima, don Juan de Cabrera, quien le facilitó estudiar en el colegio jesuita de San Martín. Ya en la CJ, tras el noviciado y las humanidades (1635-1636) en el Colegio S. Pablo de Lima, enseñó (1636-1638) gramática en el Colegio San Martín y, vuelto al Colegio San Pablo, estudió filosofía (1638-1640) y teología (1640-1642). Se ofreció para la misión de los chiriguanos de Santa Cruz de la Sierra (en la actual Bolivia) y fue destinado (1644) a ella. De inmediato se puso a estudiar guaraní con el P. Antonio Ruiz de Montoya. Entonces, el virrey de Lima, marqués de Mancera, pidió al provincial que Del Castillo fuera nombrado capellán de su hijo, Antonio de Toledo, quien tenía que ir a Valdivia (Chile), a combatir contra los holandeses y establecer allí un fuerte. El provincial accedió a los deseos del Marqués, pero prometió al Venerable que lo mandaría después a Santa Cruz. Acabada su labor castrense, volvió a Lima el 6 mayo 1645, y supo que la CJ había dejado la misión de los chiriguanos ante la imposibilidad de fundar reducciones entre ellos. Quiso más tarde ofrecerse a las misiones del Marañón o del Amazonas, influido por la lectura del libro de Cristóbal de Acuña, Nuevo descubrimiento del gran Río de las Amazonas. Su amor a las misiones encontró cauce en la amistad y ayuda brindada a los misioneros Lucas de la Cueva y Nicolás de Mascardi. Hecha la tercera probación (1645) en Callao, fue enviado al Colegio San Pablo de Lima a enseñar gramática, donde además le asignaron la dirección espiritual de los alumnos, la atención de los esclavos y libertos de la enfermería del Colegio, del Hospital del Espíritu Santo y del de San Bartolomé, y catecismo a los niños del Colegio y a la gente de color en el barrio San Lázaro. Desde 1648, Castillo predicaba los domingos y días festivos en la feria del Baratillo de la parroquia de San Lázaro. Muy enfermo de asma, escribió (1657) al provincial Leonardo de Peñafiel, pidiendo su traslado a Juli (Perú) o a La Paz (en la actual Bolivia). No recibió respuesta, ya que su carta llegó después de morir el provincial, y C ya no insistió más. 



Este mismo año (1657), doña Ursula Calafa donó a la CJ la capilla de los Desamparados, cercana al Baratillo, que los superiores confiaron a Castillo. Menos la misión cuaresmal de 1658 en los valles de Late, Pachacamac, Surco y Callao, su labor se realizó en Lima y alrededores; por eso, se le conocía como el Apóstol de Lima. A pesar de su salud siempre delicada, desde la capilla de los Desamparados desplegó una actividad que abarcaba todas las clases sociales de la ciudad. Fue consejero de obispos y confesor de virreyes. Gozó de gran fama como predicador y director espiritual, pero su atención estaba centrada en la gente de color e indios. Difundió el catecismo en castellano y quechua, y usaba uno, manuscrito, en la lengua de Angola. Poco a poco le surgieron otras iniciativas: la obra de la Escuela del Santísimo Crucifijo de la Agonía, a la que acudía mucha gente para oirle, sobre todo en cuaresma, semana santa, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y para el desagravio de carnaval; la escuela para niños pobres, el recogimiento de las amparadas, y el hospital de los betlemitas. Por orden de los provinciales Antonio Vázquez, Diego de Avendaño y Luis J. de Contreras, escribió su autobiografía, fuente principal para el conocimiento de su vida de oración, dones místicos, devoción a la Virgen y espíritu apostólico. En ella refiere la influencia ejercida en él por los PP. Juan de Alloza, Peñafiel y sobre todo Ruiz de Montoya, sobre el cual da abundantes datos. A principios de abril 1673, cayó enfermo y, trasladado al Colegio San Pablo, murió llorado por el pueblo limeño. Su fama de santidad indujo a la Congregación Provincial de 1674 a pedir que se iniciara su proceso de beatificación. El provincial Hernando Cabero presentó la petición el 17 marzo 1677 y, el 23 julio, se abrió la información con la presencia de 138 testigos, entre los que había tres obispos, y cincuenta y tres religiosos de varias órdenes. Se abrieron otros procesos en Chucuito, Huancavelica, Trujillo y Yanacocha. El expediente se envió a Roma en 1685, con cartas del virrey, arzobispo, ambos cabildos, Universidad de San Marcos y órdenes religiosas. El proceso, interrumpido a raíz de la supresión de la CJ, fue reanudado en 1910.

Se le atribuyen ya varios milagros, en particular de recuperación milagrosa de personas accidentadas, pero se requiere de uno nuevo que esté mejor documentado para que proceda la beatificación. Sus restos reposan a la entrada dela Iglesia de San Pedro, junto a la Cruz que lo acompañaba en sus prédicas en la Plaza del Baratillo, y a donde se acercan sus devotos para pedir su intercesión. Todos los 11 de cada mes, se realiza en la Iglesia de San Pedro en el Centro de Lima la misa por su beatificación.


OBRAS
"Traslado de la vida que, por mandato de sus prelados, escribió el V. P. Francisco del Castillo (Lima, 27 Octubre 1677) y otro documentos inéditos", Revista del Archivo Nacional del Perú 5 (1927) 133-159; 6 (1928) 203-220.
Un místico del siglo XVI: Autobiografía del Venerable Padre Francisco del Castillo de la Compañía de Jesús, ed. R. Vargas Ugarte (Lima, 1960).


No olvidar: 

400° Aniversario de su Natalicio

1615 - 09 Febrero - 2015