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lunes, 10 de noviembre de 2014

Esplendor en el Templo de Huaro - Cusco




Tecnología LED ilumina la iglesia cusqueña de Huaro

La moderna iluminación es de bajo consumo y no daña las pinturas del templo, que datan de 1802 y pertenecen al estilo barroco


Diario El Comercio. Tras dos meses de trabajo conjunto entre la fundación Endesa y el Grupo ENEL se inauguró el pasado viernes 24 de octubre la nueva iluminación del templo de Huaro, en el Cusco. La iglesia cuenta con luces de tecnología LED, que brindan juegos de luces y sombras tanto en el portal como en el interior del recinto.

http://www.jesuitas.pe/








Pier Barakat
Redactor

Ignacio Blanco Fernández, director gerente general de Edelnor, señaló que el objetivo del proyecto es fortalecer la devoción del pueblo y potenciar el arribo de turista a Huaro y al corredor turístico del barroco andino en Cusco. Además afirmó que la tecnología LED es biodegradable, de bajo consumo y no dañará las pinturas del templo.
El párroco de Huaro y Andahuaylillas, Carlos Silva Canessa, expresó su felicidad por la obra e informó que al interior del templo se conservan murales empleados durante el proceso de evangelización y firmados en 1802 por el artista cusqueño Tadeo Escalante.
El encendido contó con la presencia de Reynaldo Llosa, presidente de Edelnor, y de los pobladores de Huaro, quiénes celebraron con actos de música y baile.
La Ruta del Barroco Andino es un corredor turístico que, en la región Cusco, incluye los templos de la Compañía de Jesús, San Pedro Apóstol de Andahuaylillas y Virgen Purificada de Canincunca.





Descripción del Templo:
San Juan Bautista de Huaro – Quispicanchis – Cusco
Por : Juan Luis Orrego Penagos

La iglesia de San Juan Bautista de Huaro es de una sola nave, techo de tijeral y tiene coro alto. El templo fue decorado en 1802 por Tadeo Escalante, mestizo de Acomayo, quien adornó a pincel todo el recinto con colores muy andinos. En el muro de la Epístola pintó entre otros murales un Santiago Matamoros, a San Alberto Magno con facetas de su vida y la Adoración del Niño Jesús y, ya en el sotacoro, el Infierno con Luzbel satanizado en su trono y los cuerpos desnudos de los condenados. Este cuadro es notable por los suplicios de tales condenados (entre los que hay obispos y frailes), por su variedad de demonios, por sus animales monstruosos y por los castigos especiales a los lujuriosos, ebrios y calumniadores, habiendo también la gran rueda garfiada para los mal culpados y un desfile final de las almas perdidas desde las escaleras hirvientes a la boca del dragón que oficia de puesta definitiva del Averno. Hay cintas parlantes de color blanco y fondo rojizo y oscuro conforme a un ambiente infernal.




En el mismo sotacoro, al lado de la portada está la muerte del pobre y la muerte del rico, y al otro lado, pasada la puerta, El Árbol de la Vida y la Campana de la Muerte, esta última tañida por Cristo mientras su Madre intercede y un esqueleto termina derribando el árbol con un hacha. También en el sotacoro, esta vez en el muro del Evangelio, está la Resurrección de los Muertos el día del Juicio Final, apreciándose la puerta del Cielo, la boca del dragón (la puerta del Infierno) y la presencia del Purgatorio. Siguen la escena del Descendimiento de la Cruz y del Triunfo de la Muerte, representada ésta por un esqueleto con guadaña y reloj de arena.

Sobre los arquillos del sotacoro está pintada la Coronación de la Virgen. Todo es pintura pueblerina pero de hábil pincel muralista, subiendo los decorados por las paredes hasta la techumbre de la iglesia, para culminar en un artesonado pintado sobre el presbiterio que es anterior a la obra de Escalante.

El altar mayor es barroco, dorado, no rico en tallas pero con el frontal, sagrario, gradillas y tabernáculo forrados de plata. Hay en el muro del Evangelio un altar renacentista advocado a la Virgen de los Dolores entre cuatro estatuillas de santos. Es obra primorosa y se remonta a fines del XVI o inicios del XVII. 

Finalmente, el púlpito también es de corte renacentista, pero luce muy remozado. El coro alto, por último, posee un órgano policromado de tubos que tampoco debe pasar inadvertido.







Templo de San Juan Bautista
Por Edelnor y Fundación Endesa

El Templo colonial de Huaro, construido entre los siglos XVI y XVII, es de estilo barroco y en su interior se conservan murales empleados durante el proceso de evangelización y firmados en 1802 por el artista cusqueño Tadeo Escalante. Fue el máximo representante del arte mural cusqueño de fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Es un verdadero prodigio del arte mural. Los murales miden, aproximadamente, de 3 a 4 metros de largo por 2 metros de altura. El arte es de una belleza desconcertante y terrorífica.

No se conoce otro templo en el país que presente como tema conceptual la presencia del demonio y la muerte, cuyas presencias obedecerían mas bien a una advertencia para que los feligreses optaran por el buen camino.

El techo del Templo de Huaro es uno de los más hermosos de toda la pintura andina….es un rococó tardío y desenfrenado, donde el horror al vacío puebla todos los rincones con colores.

http://www.fundacionendesa.org/node/688


San Juan Bautista de Huaro - Cusco