SÍNODO DE LOS OBISPOS
III ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA
LOS DESAFÍOS PASTORALES
DE LA FAMILIA
EN EL CONTEXTO
DE LA EVANGELIZACIÓN
INSTRUMENTUM LABORIS
Ciudad del Vaticano
2014
I PARTE
COMUNICAR EL EVANGELIO DE LA FAMILIA HOY
II PARTE
LA PASTORAL DE LA FAMILIA FRENTE
A LOS NUEVOS DESAFÍOS
III PARTE
LA APERTURA A LA VIDA
Y LA RESPONSABILIDAD EDUCATIVA
CONCLUSION
+
Oración a la Santa Familia
Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.
Amén.
Ver con detalle:
El Sínodo de octubre 2014
El obispo de Amberes (Bélgica), Monseñor Bonny, ha escrito
recientemente un documento a modo de preparación para el Sinodo sobre la
familia en el contexto de la evangelización que se celebrará en Roma entre el 5
y el 19 de octubre. Su texto es lúcido, valiente, discreto y, sobre todo,
muestra toda la sabiduría del que ha estado involucrado en la pastoral y se ha
dejado interpelar por ella. En varios momentos de su presentación narra casos
que ha encontrado con frecuencia entre sus feligreses y plantea preguntas muy
pertinentes para quienes tienen que transmitir la gracia del evangelio y la
esperanza del Reino.
Ahora bien, su texto propone una posición que, como la del
cardenal Kasper, aboga por escrutar los signos de los tiempos dejando que sea
la experiencia de las familias la que hable en el Sínodo. De hecho, si lo
recordamos, hace varios meses (noviembre del 2013) el Papa Francisco lanzó un
cuestionario sobre el tema de la familia con la finalidad de preparar este
Sínodo. A partir de los resultados de esta encuesta una comisión ha elaborado
el documento de trabajo Instrumentum laboris. Como se explica en este documento,
los temas aparecidos son tan amplios que la temática se ha tenido que dividir
en dos. Por lo tanto el trabajo comienza ahora, pero deberá seguir en otra
reunión en el 2015.
¿Que puede observarse a partir del Instrumentum laboris? De
alguna manera se evidencia una tensión entre la dogmática y la pastoral, es
decir entre lo que la Iglesia propone y lo que viven las familias de a pie. El
Obispo de Amberes y el Cardenal Kasper lo hacen notar, pero sobre todo lo pone
en evidencia el documento de trabajo que han tenido que leer todos los obispos
que participan en el Sínodo.
¿Cómo resolver este hiato, esta separación entre dogmática y
pastoral, que podría seguir ahondándose en lo sucesivo? Por el momento, entre
los obispos (que se reunirán en el Sínodo junto con otros especialistas) hay
dos posiciones muy claras: hay quienes proponen reinterpretar la dogmática a la
luz de la pastoral (en esta línea se encuentran Bonny y Kasper, por ejemplo) y
hay quienes niegan que exista contradicción entre estos dos ámbitos. Entre
quienes defienden esta posición se encuentran cinco importantes cardenales de
la Iglesia como el cardenal Müller. Ellos acaban de publicar un libro que lleva
por título algo así como Permanecer en la verdad de Cristo y comunicón en la
Iglesia Católica.
Pero esto no es un partido de fútbol, y por lo tanto, no se
trata de hacer barra al mejor equipo. Para entender este antagonismo conviene
dejar de lado los clásicos esquemas socio-políticos que dividen el mundo
eclesial entre progresistas y conservadores. El Cardenal Müller, por ejemplo,
ha sido considerado muchas veces como progresista y, sin embargo, escribe un
libro que parece oponerse a los progresistas. Este clasico esquema
socio-político me parece demasiado rígido para comprender matices que son
propios de una realidad institucional como esta. Y sólo quisiera dar tres
pistas para acercarse al Sínodo pensando en el antagonismo descrito antes.
En primer lugar, este antagonismo sólo puede ser favorable
para permitir el advenimiento del Espiritu. Nada más alejado del Espíritu que
una mole monolítica en la que las cosas están resueltas de antemano. La
garantía de que habrá discernimiento verdadero es que no haya acuerdo antes de
empezar. Lo que hemos leído en estos dias, hace pensar, por lo tanto, que
existe un sincero deseo de buscar.
En segundo lugar, este antagonismo aparece por primera vez
en el medio de un diálogo que ha comenzado por escuchar a los creyentes de a
pie, a aquellos que están envueltos en las exigencias de vivir el evangelio en
el día a día de su ser padres y madres. Todos esperamos los frutos de este
diálogo.
En tercer lugar, este antagonismo no debería suponer un
endurecimiento de las posiciones, sino el desarrollo de profundas
investigaciones sobre el tema con la ayuda de especialistas laicos y con el
soporte de las ciencias humanas (historia, exégesis bíblica y patrística,
filosofía, teología y ciencias sociales). Dar opiniones, sin consideraciones de
fondo primero, sería una pérdida de tiempo y de la oportunidad que nos da el
Papa Francisco.
Publicadas por Rafael Fernández Hart, SJ a la/s 15:11
Siete palabras claves del Sínodo de los obispos
Publicado el 7/10/2014 por Conferencia Episcopal de Colombia
Conoce siete palabras claves para entender el desarrollo de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos.
«Puede haber más amor cristiano
en una unión irregular que en una pareja casada por la Iglesia»
Entrevista con el padre Adolfo
Nicolás, superior general de los jesuitas, sobre el Sínodo de la familia
GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO
«Puede haber más amor cristiano
en una unión canónicamente irregular que en una pareja casada por la Iglesia».
El padre Adolfo Nicolás, superior general de los jesuitas, atraviesa a pie la
entrada vaticana del “Petriano” con un portafolio negro en la mano. Se lee el
lema de los jesuitas escrito en árabe: “Para mayor gloria de Dios”. El llamado
“papa negro”, que guía a 18 mil religiosos de 112 naciones, cree que «el Sínodo
está completando el Concilio».
¿Será actualizada la moral
familiar?
La discusión, libre y franca, se
está dirigiendo hacia un cambio, la adecuación pastoral a la realidad de los
tiempos de hoy. Es un signo histórico, porque en estos años ha habido fuerzas
que han tratado de hacer retroceder a la Iglesia con respecto a la gran
estación conciliar.
Y, ¿en cuanto a la comunión a los
divorciados que se han vuelto a casar?
No se puede impedir que el Sínodo
discuta al respecto, como habrían querido algunos. Los obispos no fueron
convocados para insistir en ideas abstractas a golpes de doctrina, sino para
buscar soluciones a cuestiones concretas. Es muy significativo que el Papa y
muchos padres sinodales hayan hecho referencia en sus intervenciones a los
textos del Concilio. También el cardenal Martini, hasta el final de sus días,
esperaba que la que se expresara fuera esa Iglesia que escucha.
Los “conservadores” dicen que la
doctrina está en peligro…
No es correcto absolutizar. Por
ejemplo, el caso de las uniones de hecho. No quiere decir que si existe un
defecto todo esté mal. Es más, hay algo bueno en donde no se daña al prójimo.
Francisco ha insistido al respecto: “Todos somos pecadores”. Hay que alimentar
la vida en todos los ámbitos. Nuestra tarea es acercar a la gente a la gracia,
y no rechazarla con preceptos. Para nosotros, los jesuitas, es una práctica
cotidiana. Lo sabe muy bien la Inquisición.
¿Cómo?
Nuestro fundador, San Ignacio de
Loyola, fue sometido ocho veces al examen de la Inquisición después de haber
hablado de escuchar al Espíritu. Entonces, como ahora, para nosotros cuenta más
el Espíritu, porque viene de Dios con respecto a las reglas y a las normas,
que, en cambio, vienen de los hombres. Lo que necesitan la moral familiar y
sexual es dulzura y fraternidad. No se trata de dividir, sino de armonizar. No
se puede evangelizar a las personas a golpe de Evangelio. Solo la decisión de
concentrarse en Cristo nos salva de estériles disputas, de las controversias
ideológicas abstractas. Las lagunas y las imperfecciones no invalidan la
entereza de la evolución de la familia en la sociedad de las últimas décadas.
Si hay algo negativo, no significa necesariamente que todo sea negativo.