¡adorar a Dios y servir a los demás!
2013-10-01
El Santo Padre concelebró la Misa de esta mañana 01 Octubre en la Casa de Santa Marta con los purpurados del “Consejo de cardenales” que desde hoy se reúne con el Papa en el Vaticano hasta el 3 de octubre. En su homilía, el Pontífice auguró que estas reuniones hagan a todos más humildes y confiados de Dios, “para que la Iglesia pueda dar a la gente un hermoso testimonio”.
Jesús reprende a los dos Apóstoles que querían que caiga fuego del cielo sobre todos aquellos que no querían recibirlo. El Obispo de Roma desarrolló su homilía inspirándose en el Evangelio del día, recordando que el del cristiano no es “un camino de venganza”. El camino del cristiano es aquel de la humildad, de la docilidad. Y, agregó, en la conmemoración de hoy de Santa Teresa del Niño Jesús, “nos hará bien reflexionar en ese espíritu de humildad, de ternura, de bondad”. Un espíritu humilde, puntualizó el Papa, que el Señor “quiere de todos nosotros”. ¿Dónde está por lo tanto la fuerza “que nos conduce a este espíritu”? Precisamente “en el amor – fue la respuesta de Francisco – en la caridad, en la conciencia de que estamos en las manos del Padre”. “Cuando se siente esto”, observó el Pontífice, “no es que den ganas de hacer caer fuego del cielo”:
“Viene el otro espíritu, aquel de esa caridad que todo sufre, todo perdona, que no se vanagloria, que es humilde, que no busca a sí misma. Alguien puede decir – y había algunos filósofos que pensaban así – que esta sea como una humillación de la majestad del hombre, de la grandeza del hombre. ¡Esto es estéril! La Iglesia sabia ha hecho a esta Santa, humilde, pequeña, confiada de Dios, dócil: la ha hecho Patrona de las Misiones”.
La fuerza del Evangelio, continuó el Santo Padre, está justamente ahí, “porque el Evangelio llega precisamente al punto más alto en la humillación de Jesús: ¡humildad que se convierte en humillación!” Y la fuerza del Evangelio “está en la humildad, la humildad del niño que se deja guiar por el amor y la ternura del padre”:
“La Iglesia -nos decía Benedicto XVI- no crece por proselitismo, crece por atracción, por testimonio. Y cuando la gente, los pueblos ven este testimonio de humildad, de docilidad de mansedumbre, sienten la necesidad de la que habla el profeta Zacarías: ‘¡Queremos venir con vosotros!’. La gente siente aquella necesidad ante el testimonio de la caridad, de esa caridad humilde, sin prepotencia, no autosuficiente, humilde, que adora y sirve”.
“La caridad es simple: ¡adorar a Dios y servir a los demás! Y este testimonio – afirmó el Papa - hace crecer a la Iglesia”. He aquí el por qué una monja “tan humilde, pero tan confiada en Dios”, como Santa Teresa del Niño Jesús, “fue declarada Patrona de las Misiones, porque su ejemplo” hace “que la gente diga ‘¡Queremos venir con vosotros!’”. El Papa concluyó su homilía dirigiendo un pensamiento especial a las reuniones que desde este martes se llevan a cabo en el Vaticano con el “Consejo de cardenales” por él deseado para ayudarlo en el gobierno de la iglesia:
“Hoy, aquí, en el Vaticano comienza la reunión con los cardenales consultores, que están concelebrando la Misa. Pidamos al Señor que nuestro trabajo de hoy nos haga a todos más humildes, más dóciles, más pacientes, más confiados de Dios, para que así la Iglesia pueda dar un hermoso testimonio a la gente y viendo al Pueblo de Dios, viendo a la Iglesia, sientan el deseo de venir con nosotros”. (RC-RV)
http://es.radiovaticana.va/
Santa TERESITA DEL NIÑO JESUS
Hoy, 1 de Octubre, la Iglesia con gran júbilo conmemora el nacimiento para el cielo de SANTA TERESITA DEL NIÑO JESS, en el aniversario de su santa muerte ocurrida el 30 de septiembre de 1897 en Lisieux, Francia, a la edad de 25 años. Nacida en 1873 en Alenon, Normandía, Francia, fue religiosa carmelita. En 1925, El Papa Pío XI le dio el honor de los altares proclamándola Santa y, en 1927, Patrona de las Misiones. En 1997, el Papa Juan Pablo II la declaró Doctor de la Iglesia. Su cuerpo incorrupto se conserva en un sarcófago de cristal en la basílica de Ste-Thérse en Lixieus a donde hoy acuden cientos de miles de peregrinos.
Unidos, pues, a todos ellos y a cuantos con corazón de niño hacen un camino de santidad, brindemos nuestro devoto aplauso a Santa Teresita del Niño Jesús.
MEDITACION
QUERIDA TERESITA: recordar tu vida es ver a la gran mística que desde muy pequeña, tuvo el gran deseo de ser religiosa carmelita. Cuando cumples quince años, haces realidad el sueño de tu vida y eres admitida en el convento. Pero constatas que la vida religiosa no era nada fácil. Las hermanas no comprendían ni aceptaban tu personalidad. El permiso especial que tenías para acercarte diariamente a la comunión, en virtud de una experiencia particular, era interpretado como soberbia y presunción. No se daban cuenta de la batalla interna que sostenías. Externamente parecías tranquila y con gran control de tí misma, ya que no asomaba la angustia que te acompañó toda la vida. Con frecuencia te atormentaba la idea de que Dios te había abandonado, a veces estabas convencida de estar destinada a la condenación y perdición eterna. Ofrecías estos sufrimientos interiores, a los que se añaden después enfermedades, como la tuberculosis, por la salvación de los pecadores del mundo. Tu palabra clave era: "todo es gracia". A los veintidós años eres nombrada maestra de novicias y te ordenan poner por escrito tus experiencias espirituales. Surge así la "Historia de una Alma" hermoso escrito en donde expones tu doctrina sobre la infancia espiritual que te hará famosa. Santa Teresita del Niño Jesús, nunca olvidaremos tu imagen de Niña delante de Dios, a quien siempre viste como Padre.
Santoral para todo el Año
P. Javier San Martin S.J. - Sra Cecilia Mutual
latam@vatiradio.va
En el Año de la Fe
Oremos por Siria