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viernes, 20 de septiembre de 2013

Homilia del Domingo XXV del T.O. - C




Que no nos atrape el dinero

22 09 2013
Comentario al Domingo 25º del Tiempo Ordinario - C

Posted por Padre Javier San Martin sj

¿QUÉ HACES CON TU DINERO PARA SALVARTE?

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»

Palabra del Señor


ESTIMADOS AMIGOS: Bienvenidos a nuestro encuentro dominical para celebrar juntos el Día del Señor. Hoy, junto con toda la Iglesia, celebramos el domingo vigésimo quinto del tiempo ordinario.


Jesús utiliza una célebre parábola que parece estar dictada para nuestros días, de lucha entre ricos y pobres, de grandes pobrezas y grandes riquezas…

Esta parábola es interesante ya que nos permite una amplia reflexión. No podemos ciertamente aprobar la infidelidad del administrador, pero si admirar su astucia en el manejo del dinero. Por eso Jesús, saca esta conclusión:

- “los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz”.

Y nos exhorta a que sepamos ser astutos con las cosas de la tierra para que con ellas, podamos acceder a las cosas eternas”.

Como la parábola trata de manera especial del uso del dinero, Jesús hace una especial referencia a los que lo tienen. No hablo del dinero ganado honradamente, les diría. Yo trabajaba en mi taller de Nazareth y tenía que cobrar las modestas facturas a mis conciudadanos. Ahora hablo del dinero injusto, el que ha sido ganado mal: robando, con negocios sucios, o explotando a los trabajadores.

Pero, para que ese dinero injusto pueda servir para la salvación hay que ponerlo en manos de quienes lo necesitan. Hay que construir con él un reino de justicia. Hay que tener presente que cuando venga la hora de la muerte, nadie se llevará el dinero hecho con los negocios; pero, si lo ponemos en manos de los pobres, ellos serán nuestros abogados intercesores delante de Dios.

De esta forma, esta parábola de Jesús se convierte en una luz para solucionar muchos de los graves problemas de nuestro tiempo.

Ya que el dinero injusto lo encontramos hoy en día en muchas manos. El dinero injusto es el que se utiliza para vivir en grande, con todos los caprichos y comodidades, mientras hay pobres, explotados, enfermos sin medios para curarse, gente que no puede ni una sola vez al día satisfacer su estómago…

Dinero injusto es el que solo se utiliza para pasarla bien en la tierra, sin ninguna proyección hacia el Cielo, es decir, sin solidaridad, servicio, descanso sano, búsqueda y realización de la voluntad de Dios.

Pero ese dinero puede convertirse en una llave que nos abra las puertas de la Ciudad Eterna, de la casa de Dios, si sabemos utilizarlo con astucia, para granjearnos amigos que nos reciban en el reino de Dios, y estos son, sin duda, los pobres y necesitados, los que ahora van por la senda difícil de la vida, porque de ellos será el Reino de los Cielos.

Y AHORA VIENE EL MOMENTO MÁS IMPORTANTE

Y bien amigos, así terminamos nuestra reflexión dominical. Agradezco al P. Pedro García, misionero claretiano por su colaboración en la realización de esta reflexión y a ti por tu presencia. Pero recuerda que ahora viene el momento más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús. Te invito, pues, a tomar el texto del Evangelio en tus manos: San Lucas, capítulo 16º, versículos del 1 al 13, y trata de escuchar lo que el Señor Jesús te quiere comunicar.

Y nos despedimos hasta el próximo domingo 29.

Padre Javier San Martin sj
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/