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martes, 23 de julio de 2013

El primer carioca que pedalea hasta el Vaticano

«Nos reímos cuando le dije que hay mucha gente loca por el mundo. ''La vida es una locura'', me respondió»

El primer carioca que pedalea hasta el Vaticano
Leandro Martins / Francisco recibió a este joven no católico en Santa Marta tras viajar en bicicleta para conocerle
 
Belén V. CONQUERO.
Subido en su bici. Así entró Leandro Martins en la reducida ciudad del Vaticano, ante la atónita mirada de la Guardia Suiza y de los pocos habitantes del país. Eran las 6:15 de la mañana y aún no se creía que fuera a conocer al Santo Padre. Tras recorrer sobre dos ruedas Alemania, República Checa, Austria, Eslovenia y las ciudades italianas de Trieste, Venecia, Bolonia y Pisa, llegó a la plaza de San Pedro con la esperanza de que una de las 15 cartas que había enviado a una persona próxima al Papa que conoció en Ámsterdam hubiera cosechado su fruto. Pero, ¿por qué un joven no católico querría compartir unas palabras con el Obispo de Roma?


Como relata en su blog («Leandro in bike»), «seguí con detenimiento su elección y me gustó saber que era un hombre generoso y sencillo, muy involucrado con los problemas sociales y, además, vecino mío. Río Grande do Sul, mi estado, es fronterizo con Argentina». Todas las misivas entran dentro de lo que él denominó como «Plan del Papa». «Sabía que era una locura intentar verle, pero no me rendí». Supo que su insistencia había tenido éxito cuando el pasado miércoles recibió una llamada a su móvil – «sabía que era importante porque sólo me llama mi madre»–. El secretario de su Santidad le citó para la mañana siguiente. Tras pasar los accesos de seguridad y llegar a la residencia de Santa Marta, «asistí, por primera vez, a una misa de principio a fin». Duró 25 minutos y a ella no asistieron más de 15 personas. Cuando finalizó, «el Papa me esperaba en la puerta». Se saludaron con un apretón de manos y un abrazo. Francisco sabía que Leandro no era católico, pero ni lo mencionó, no le importó. Hablaron en castellano de su viaje. «Conocía mi ciudad porque tiene familia en Pelotas (una población cercana)», comenta ilusionado. La Jornada Mundial de la Juventud también surgió durante la conversación: «Me dijo que le gustaría visitar Santa María, donde murieron unas 240 personas en el incendio de una discoteca, pero que no le daría tiempo. Eso sí, durante su estancia, recordaría esta tragedia». El Papa se interesó por su compañera de viajes y «le enseñé mi bicicleta, que también es mi cocina, mi cama, mi casa...». Le preguntó muchas cosas y «nos reímos juntos cuando le dije que hay gente muy loca en el mundo». El jesuita no dudó en responderle: «La vida es una locura». Después de hacerse varias fotos juntos, le firmó en la bandera de Brasil que viaja con él: «Que Dios te acompañe». Ésta es la frase que le va a acompañar durante el resto de su aventura.
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"Llego a Rio en unas horas y mi corazón esta lleno de gozo porque dentro de poco estaré con ustedes para celebrar la XXVIII JMJ"
Twett de S.S. Francisco