Me has atrapado
10022013
Comentario al Quinto Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Posted by: Padre Javier San Martin SJ
¿Tienes miedo de echar las redes?
San Lucas 5, 1 al 11.
Estimados amigos:
Bienvenidos a nuestra cita dominical para celebrar juntos el Día del Señor.
Que la paz del Señor sea con todos Ustedes.
Hoy, es el QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, y la Iglesia presenta para nuestra reflexión y comentario un pasaje del evangelista San Lucas:
“Remen mar adentro y echen las redes para pescar”
Este pasaje tiene sabor de aventura: agua, pesca, hombres, cansancio, noche, una auténtica aventura porque no se sabía qué pasaría, una aventura que quería el Señor tener para hacer entrar a sus amigos pescadores en la dinámica del apóstol y de la confianza en Dios, una aventura que transformaría unos simples pescadores en apóstoles de Cristo.
Y esta aventura comenzaba con la experiencia de perder el piso, de dejar tierra firme para lanzarse a la inseguridad, al azul profundo, a la noche. El querer conservar la seguridad, seguir poniendo el pie en tierra firme, era un impedimento para convertirse en un apóstol del Señor. Sin lanzarse mar adentro ellos permanecerían simplemente en lo que eran: trabajadores honestos y buenos, que conservaba su propia identidad, y el conservador es precisamente aquel que no es amigo de ninguna aventura, de ningún cambio, y menos en la noche de la vida.
La aventura a la que invitaba Jesús iba más allá. No solo tenían que dejar su posición segura en tierra sino que tendrían que realizar una actividad en alta mar que por experiencia sabían que no funcionaba. Ellos habían estado pescando toda la noche sin ningún resultado. Y ahora el Señor Jesús les invita a que lo vuelvan a hacer. El Maestro de Nazaret sometía a sus amigos, futuros apóstoles, a la prueba del riesgo, de la confianza en su palabra. Podrían pasar a ser pescadores de hombres si eran abiertos a la providencia, si confiaban en la acción sobrenatural. En aquella oportunidad, todo indicaba que no convenía seguir adelante: el tiempo era malo, se había trabajado durante horas sin ningún resultado, la fatiga y el deseo de concluir apremiaba a los discípulos. Sin embargo, viene Jesús y les exhorta a continuar trabajando. No les daba ningún argumento ni razón para hacerlo, ni se comprometía a hacer una cosa extraordinaria. Solo les dirigía una palabra simple: "Echen las redes".
Los discípulos sentirían una lucha interna. Algunos se sentirían inclinados a obedecer, pero otros no. Sin embargo, la fuerza de obedecer fue ganando. Había que actuar. ¿Por qué? ¿Por amistad con Jesús? ¿Por temor? Ciertamente, aquí descubrimos el carisma tan particular del Maestro. Su sola palabra hacía que los temores desaparezcan y que los discípulos se lancen a la acción. Y ocurrió el milagro. Cientos de peces colmaron las redes de los discípulos fatigados y decepcionados. Pero este no fue el único milagro. El milagro más grande fue que esos pescadores se habían convertido en pescadores de hombres, estaban listos ahora para empezar su carrera de apóstoles de Cristo.
Y esta es, estimados amigos, la prueba a la que tienen que someterse todos aquellos que deseen convertirse en apóstoles del Señor. Estar convencidos que la palabra que sale de los labios del maestro es más poderosa que todas las opiniones contrarias. Pero para eso, se requiere tener algo muy importante y sin lo cual es imposible pasar la prueba. Es necesario tener una relación de amistad con Jesús, de confianza en Él, estar enamorado de Él. Actuar por obligación, sin libertad, o por miedo no es la actitud que desea Jesús ver en el apóstol. Él bien claro dijo, yo no les llamo siervos sino amigos. Y precisamente, porque somos amigos nos sentimos movidos a llevar adelante y realizar su plan, su proyecto de salvación.
Pero, ¿cómo saber cuál es su proyecto y la parte que nosotros tenemos que jugar en él? No cabe duda, estimados amigos, que si se lo preguntamos al Señor día a día en la oración, Él nos hará ver hasta los pequeños detalles de su voluntad. Jesús hoy nos sigue repitiendo "echa las redes". Si nosotros estamos atentos en la meditación, podremos llegar a comprender cuáles son las redes que debemos echar, cuál es su voluntad, su proyecto, su plan de acción.
Oración.
Hoy, pues, queremos Señor pedirte que nos ayudes siempre a pasar la prueba del apóstol. Que aunque muchas sean las razones que nos impulsen a decir ¡NO! a tu voluntad, que siempre podamos decirte ¡Sí! y que lancemos las redes, así como lo hicieron tus primeros amigos.
Y ahora viene lo más importante
Y BIEN AMIGOS, así terminamos nuestro breve comentario a la liturgia de este domingo. Pero ahora viene el momento más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús.
Te invito, pues, a tomar el texto del evangelio en tus manos y tratar de escuchar lo que el Señor Jesús, te quiere comunicar a través de él: San Lucas, Capítulo 5, versículos del 1 al 11.
Te agradezco muy sinceramente el haber estado con nosotros, y me despido hasta el próximo domingo.
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/
La vida es vocación -
5º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Publicado el 04/02/2013
Escuchar la llamada de Dios y confiar en Él hace que la vida tome un nuevo sentido.
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