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domingo, 17 de junio de 2012

De lagunero Vera, a lagunero Anchieta SJ

De lagunero a lagunero ...


José de Anchieta componiendo los versos a María en la playa de Brasil

Mira que han pasado los años, Padre Anchieta. Nuestra ciudad de La Laguna se ha ido modernizando poco a poco con el paso del tiempo. Aún conservamos aquella casa en la que nacías un 19 de marzo de 1534, aún la plaza del Adelantado sigue siendo un lugar de encuentro, siguen estando presentes tus vecinas, la comunidad contemplativa de Madres Dominicas, más conocidas por nosotros los laguneros como "Las Catalinas".

Tantos años contemplando tu estatua a la entrada de mi barrio de san Miguel de Geneto, ese gesto tuyo de caminar hacia tu misión con 17 años, llamado por Dios para ingresar en la orden de los Jesuitas en la Provincia de Portugal, para más tarde llegar a Brasil.

Padre Anchieta, ¿qué habrás sentido cuando viste a aquellos indígenas por primera vez? Seguro que algo muy fuerte, porque te dedicaste por completo a su promoción, escribiste su gramática y realizaste la primera redacción del Catecismo en su idioma.

No te importaba la lluvia, ni los ríos desbordados, ni los caminos peligrosos de la noche…tú querías que aquellos conocieran a Cristo, conocieran la Salvación, conocieran la alegría de vivir.

Cuando yo cumplí tu edad, comencé también a sentir una llamada a dejarlo todo, una señora en mi parroquia natal dijo una vez en una reunión en la que estaba presente: Hoy necesitamos jóvenes valientes que como el Padre Anchieta dejen todo y salgan a anunciar la Buena Noticia El eco de la llamada de Dios me decía: ¿por qué no tú Esteban?

Hoy soy ya sacerdote y te miro en el día de tu fiesta de otra manera. Son muchos años los que nos separan, otra realidad, pero la misión la misma: Anunciar la alegría de creer. Evangelizar y Catequizar.

Mis indígenas de hoy, Padre Anchieta, son estos hombres y mujeres que no entienden nuestro idioma, hombres y mujeres que necesitan que les traduzcamos el mensaje de Cristo; hombres y mujeres que necesitan un nuevo “Catecismo” una nueva catequesis que se adapte a la realidad en la que vivimos, que rompa con moldes viejos que ya no evangelizan, que ya no hacen cristianos maduros, con fe madura.

Tantos indígenas que esperan un apóstol, alguien que se les haga presente y cercano sin tener miedo a la que está cayendo sobre nosotros, sin poner escusas, enamorado de la mision.

Dice tu oración colecta: “Te pedimos, Señor, que derrames tu gracia sobre nosotros para que sirviendo fielmente al Evangelio, a ejemplo del Beato José, que se hizo todo a todos, nos esforcemos en ganar para Ti a nuestros hermanos en la caridad de Cristo”

Quiera Dios que venga ese mismo celo pastoral que te movió a evangelizar y catequizar Brasil, venga sobre nosotros. Quiera Dios que por tu testimonio nos decidamos a evangelizar y catequizar nuestro lugar de misión hoy. ¿Cuál? nuestra familia, comunidad de vecinos, nuestro barrio, nuestra ciudad,…

Apóstol del Brasil. Ruega por nosotros.

José de Anchieta murió el 9 de junio de 1597 en la ciudad de Reritiba (actual Anchieta) y fue incluido entre los Beatos por Juan Pablo II el 22 de junio de 1980.


Escrito por Esteban Vera - Sacerdote diocesano. Diócesis de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife)



Foto:
Estátua em homenagem a José de Anchieta, localizada na "biquinha", cidade de São Vicente, São Paulo, Brasil.
Foto: /www.panoramio.com/photo/819584