Id por todo el mundo anunciando el Evangelio
La Ascensión de Señor a los Cielos
Jornada Mundial y Colecta de las Comunicaciones Sociales
Escrito por Padre Javier San Martin SJ
Marcos 15, 15-20Comentario al Evangelio del VI Domingo de Pascua - B
* 20 de Mayo del 2012
Para encargarse de esta responsabilidad,
no son escogidos ni los más fuertes, ni los más influyentes
Estimados amigos, bienvenidos a nuestra cita dominical para celebrar juntos el día del Señor.
* Que la Paz del Señor sea con todos Ustedes.
Hoy celebramos LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS, recordando aquel histórico momento, cuando Jesús, luego de haber cumplido cabalmente su misión en la tierra, volvió al Padre, no sin antes de dejar confiada a sus discípulos la misión que el trajo:
“Vayan por todo el mundo y anuncien a todos este mensaje de salvación.”
Antes de partir, sin embargo, deja a sus discípulos un plan de acción bien determinado. No consiste ahora simplemente en quedarse a recordar los momentos bellos pasados con Jesús y narrarlos a la gente. Había que empezar ahora la gran tarea de inflamar al mundo con el mensaje de salvación, tarea que había que realizarla con la palabra, con la acción, y de manera especial con el testimonio de la propia vida. Pero lo más desconcertante de este mandato es que procede de un hombre sencillo del pueblo, que aparentemente fracasó en su intento de predicar este mensaje nuevo. Un hombre, que por anunciarlo, fue denunciado ante las autoridades civiles y religiosas de su época, y sentenciado a la muerte de los indeseables y peligrosos.
Pero es este mismo Señor, quien ahora busca compañeros para poner en sus manos y en su corazón la responsabilidad de llevar el mensaje. Y no solo al pequeño círculo en el que Él se movió, sino ambiciosamente a todos los confines del mundo a todas las épocas de la historia. Y al enviarlos, bien claro les hace entender que todos aquellos que lleven este mensaje por el mundo, correrán la misma suerte que él corrió. No les promete aplausos sino injurias, ni alabanzas sino humillaciones, ni vida tranquila, sino aún el riesgo de la cruz. Y lo más curioso es que son escogidos para llevar esta responsabilidad, no los más fuertes, influyentes, ni inteligentes, sino más bien, hombres tímidos que no tienen preparación ni relaciones sociales ni políticas para ir a convencer al mundo de este mensaje, que dicen, ser de salvación.
Al ver este grupo de gente que escogió Jesús para llevar el mensaje de salvación, pensamos que esta destinado al fracaso, al mismo fracaso que saboreó el Maestro colgado en una cruz. Por lo que surge una pregunta: ¿que sentido tiene empeñarse en realizar una tarea de tal envergadura con sabor a fracaso? ¿Ir a la muerte por la muerte? Aparentemente es una locura, ya que el verdadero mensajero de Jesucristo no tendrá ninguna recompensa económica, ni de prestigio, ni social. En cierto sentido, esta enviado a realizar una MISIÓN IMPOSIBLE.
Sin embargo, el mismo maestro Jesús insiste en que este mensaje que llevarán sus discípulos al mundo es de “salvación”. ¿Qué significa esto? ¿Significa, tal vez, que la situación social de los pobres cambiará? ¿Qué mejorará la situación económica de los países?, ¿qué desaparecerán los conflictos bélicos? Estos sinsabores de la vida humana continuarán. ¿De qué entonces nos salvará este mensaje? En primer lugar de un mundo regido por el odio, las divisiones y conflictos, ya que sembrará el amor con el que todas las cosas serán diferentes. Este mensaje no se callará ante las injusticias y atropellos, sino que las denunciará, por lo que para muchos será una palabra incómoda. Pero, especialmente, este mensaje nos enseñará el camino estrecho que nos lleva a la vida verdadera, aunque serán pocos los que comprenderán el valor de este camino.
Vemos, pues, que el mensaje de salvación, aunque dirigido a todos, será aceptado y seguido por pocos. Sin embargo, este mandato dado por Jesús en el momento de su partida, es el que da sentido a toda la vida de la humanidad. Si no vemos la vida a través de él, nunca comprenderemos ni el por qué ni el para qué de las cosas. Es pues un mensaje que nos salva de la frustración y nos abre a la posibilidad de la herencia eterna. Y esto es tan importante para la humanidad, que Dios mismo no dudó en lanzar a los emisarios de este mensaje hasta la muerte con tal que la humanidad pudiese alcanzar la vida eterna, la única que vale la pena vivir.
Por eso, este envío puede verse como una locura, pero gracias a Dios que hay quienes han dicho sí a esta locura, porque son estos locos por Cristo y su mensaje quienes darán la vida auténtica e imperecedera a la humanidad entera. Por eso, hoy no podemos sino decir gracias al primer loco que llevó este mensaje y murió por el, Cristo Jesús. Pero gracias también a los muchos locos que han decidido abrazar y anunciarlo porque solo así la humanidad tendrá vida, la que nunca acaba, la que es fruto solo de la locura de la salvación.
“Tomarán en sus manos las serpientes y si beben algo venenoso, no les hará daño.”
Esta es la confirmación de que Dios va con sus mensajeros, Jesús va con ellos, y se verán auténticos milagros en el paso de los mensajeros de salvación.
Esta seguridad hace que me confirme en el deseo de decirte: Aquí me tienes. No temo al riesgo porque se que tú en ningún momento me abandonarás. Por eso no me queda sino decir con alegría: ¡Heme aquí, Señor, para hacer tu voluntad!
Y ahora viene lo más importante
Y bien amigos, así terminamos nuestra breve reflexión dominical. Pero ahora viene lo más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús.
Toma pues, este bello texto para que lo medites y escuches, a través de él, lo que el Señor te esta pidiendo: San Marco , Capítulo 16, versos del 15 al 20. Cecilia Mutual y Javier San Martín agradecemos muy sinceramente.
Y nos despedimos hasta el próximo domingo.
Escrito por Padre Javier San Martin SJ
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/