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jueves, 5 de enero de 2012

01.01 Fiesta de Maria Madre de Dios - Feliz Año 2012



COMENTARIO A LA FIESTA DE MARÍA MADRE DE DIOS
Domingo 01 DE ENERO 2012

Estimados amigos, Bienvenidos a nuestra cita dominical. Que la paz del Señor este con Uds. Hoy la Iglesia se viste de sus mejores colores marianos para celebrar la fiesta de la Maternidad Divina de María.

¡Bonita manera de empezar el año! ¡Bonita de verdad! Con una fiesta de María, y, precisamente, mirando a María en la mayor de sus grandezas, en la máxima grandeza a que ha podido ser elevada una mujer: en su Divina Maternidad. María, lo confesamos desde el primer momento, es ¡LA MADRE DE DIOS!
Al darnos María a Jesucristo, nos da con su Hijo LA PAZ. Porque la paz, en el sentido bíblico, es la suma de todos los bienes que iba a traer el Mesías al mundo. La paz con Dios, porque el Cristo nos traería la reconciliación con el Dios ofendido, y la paz entre los hombres, como una derivación de la paz de los hombres con Dios.
Por eso la Iglesia invita al mundo en este día a celebrar también la Jornada de la Paz, porque con el amor de Cristo entre nosotros, ya no tiene que haber más caínes que maten a un inocente Abel…
Así, el año que comenzamos se nos presenta radiante de esperanzas. Por eso decimos a todos nuestros radioyentes:
¡Feliz Año Nuevo! Feliz de verdad para todos…
¡Feliz Año Nuevo! Feliz en la paz de sus hogares y en la paz de nuestros pueblos…
Hay muchas maneras de celebrar la llegada del Año Nuevo. Cada pueblo y cada civilización tienen sus formas peculiares. Todas dignas cuando son honestas.
Unidos en fiesta social amena, compartiendo la amistad, con diversión limpia, disfrutando a placer el amor de la familia, y sellado todo con un beso cariñoso que vale por muchos millones… ¡Esto, sí! ¡Y ojalá sea ésta nuestra entrada en el Año Nuevo!

La manera que tiene la Iglesia de celebrar el Año Nuevo, es decir, celebrando una fiesta tan especial de María, como es la de su Divina Maternidad, es de una pedagogía cristiana sumamente sabia.
Si miramos las lecturas de la Misa de hoy, vemos que la celebración de todo el misterio se centra en Jesucristo, al lado del cual está su Madre casi en la penumbra. María lo llena todo, pero se mantiene en una discreción muy suya.
Empieza la Iglesia por saludar a María y le dice:
Tú has dado a luz al Rey que gobierna el cielo y la tierra por los siglos eternos…
María inicia su andadura trayéndonos a Jesús el Salvador.
La lectura de Pablo nos hace ver cómo la liberación y la salvación, llevadas a cabo por Cristo, se deben a que pudo tomar la naturaleza humana que, como madre, le prestó generosa una mujer, María…
El Evangelio nos presenta a los pastores que ven y reciben al Jesús recién nacido, y lo reciben necesariamente de brazos de su Madre, la cual observa atentamente todo lo que ocurre. Ella es consciente de que es la portadora y la dadora de Jesús…
Y en la última oración, nos dice que en el Cielo gustaremos la gloria sin fin con la Virgen María como Madre de Cristo y de la Iglesia… Hasta en el Cielo, no hará otra cosa María que llevarnos a toda la Iglesia glorificada hacia Jesús, a su Hijo adorado…
¡Qué lección tan soberana! Desde el principio del Año, al encomendarnos a María, ya sabemos lo que Ella va a hacer con nosotros: ¡llevarnos a Jesús! María nos lleva a Jesús para que Jesús nos lleve al Padre…
¡Señor Jesucristo!
Al adorarte a ti, único Dios verdadero con el Padre y el Espíritu Santo, no podemos menos de mirar a María, la mujer privilegiada y bendita que te has escogido como Madre. ¿Verdad que nos vas a conceder un año muy feliz, y lleno de paz, precisamente porque, enseñados por tu Palabra y por tu Iglesia, lo ponemos nosotros bajo la protección de María?…

Y AHORA VIENE LO MÁS IMPORTANTE
Y bien amigos, así terminamos esta breve comentario sobre el evangelio del Domingo.
Pero ahora viene lo más importante: tu encuentro personal con María y el Señor Jesús. Entra pues a la fiesta de María, contempla a la Madre junto a su Hijo Jesús, y trata de sentir lo que ellos te quiere comunicar.
Quédate pues ahora a solas con Ellos y cuenta con nuestras oraciones.
Te agradecemos muy sinceramente el haber estado con nosotros,¡Y te esperamos el próximo domingo !.

Escrito por: Padre Javier San Martin, Jesuita peruano en COMENTARIOS A LA LITURGIA DE LOS DOMINGOS
http://faculty.shc.edu/jsanmartin/2012/01/03/maria-santisima-madre-de-dios-b062/